John Kerry en reapertura de Embajada de Estados Unidos
Foto: Ismael Francisco / Cubadebate
Por Luis Ernesto Ruiz Martínez
Una de las frases de John Kerry durante su discurso en la reapertura de la Embajada de Estados Unidos en La Habana afirmaba, en bastante buen español, que “no hay nada que temer”, refiriéndose a la etapa que comienza y que supuestamente debe acercar a nuestros pueblos. Aquellas palabras me siguen rondando en la cabeza sin poder olvidar ni uno solo de los tantos hechos venidos desde su país para enlutar a mi Patria.
Como lo que se impone ahora es construir un camino común de entendimiento podría hasta pensar en no darle demasiada importancia, pero han sido tantas las veces que mi pueblo ha sufrido en carne propia que es mejor mantenerse alertas. Nuestra historia, esa a la que jamás podemos renunciar, dispone de ejemplos suficientes que demuestran el valor y la firmeza de cubanos y cubanas, sin importar las difíciles circunstancias vividas.
Si algo ha sabido saltar este pueblo, además de innumerables obstáculos puestos con marca “Made in USA”, es el miedo. Así que Mr. Kerry, aquí no tenemos temores de enfrentar lo que se supone debe venir.
Ojalá tampoco lo tengan en Estados Unidos para conocer un pueblo digno, honesto, amistoso, sincero y deseoso de mostrarle a sus compatriotas que podemos convivir en paz, siempre que nadie nos provoque, porque, entonces sí Mr. Kerry, se acaban los protocolos.
Como millones de cubanos y cubanas ando vestido de optimismo. Dígale a los amargados que no acaban de entender que Cuba no es enemiga de nadie, que todavía estamos a tiempo de vivir en armonía y seguro que mucho mejor si ese entablado de leyes que conforman el bloqueo desaparece del mapa.
Es verdad, Mr. Kerry, no hay nada que temer, es cierto que nosotros podemos recibir ciertas ventajas en esta nueva etapa de relación con Estados Unidos, pero estoy seguro que desde esta pequeña isla del Caribe saldrán buenas cosas que serán de muchísimo interés para su pueblo. Comencemos entonces a recorrer el camino, pero con la certeza de que al menos de esta parte del terreno no hay temores. Como decimos por acá, aquí no hay miedo Mr. Kerry.
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