OPINION - IRENE, ERNESTO CHE GUEVARA Y YO EN EL DÍA DEL TRABAJADOR, POR ELADIO “TOTO” GONZÁLEZ, DIRECTOR DEL MUSEO CHE GUEVARA SUMARIO 1 - ARGENTINA, BUENOS AIRES: OPINIÓN - IRENE, ERNESTO CHE GUEVARA Y YO EN EL DÍA DEL TRABAJADOR, POR ELADIO “TOTO” GONZÁLEZ, D...

OPINION - IRENE, ERNESTO CHE GUEVARA Y YO EN EL DÍA DEL TRABAJADOR, POR ELADIO “TOTO” GONZÁLEZ, DIRECTOR DEL MUSEO CHE GUEVARA

SUMARIO

1 - ARGENTINA, BUENOS AIRES: OPINIÓN - IRENE, ERNESTO CHE GUEVARA Y YO EN EL DÍA DEL TRABAJADOR, POR ELADIO “TOTO” GONZÁLEZ, DIRECTOR DEL MUSEO CHE GUEVARA.


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From: Museo Che Guevara

Sent: Sunday, May 03, 2009 8:19 PM

To: GACETILLAS ARGENTINAS - REDACCIÓN

Subject: IRENE, ERNESTO CHE GUEVARA Y YO EN EL DÍA DEL TRABAJADOR, POR ELADIO “TOTO” GONZÁLEZ, DIRECTOR DEL MUSEO CHE GUEVARA

 

foto: anverso del certificado que nos otorgó El Colmenar


IRENE , ERNESTO CHE GUEVARA y yo en el  DIA  DEL  TRABAJADOR


por  Eladio González  - Toto


Viernes 1º de Mayo, viajamos en tren hacia Moreno llevo un bolsón gigante con ruedas con 65 kilos de material impreso, el pasacalle de Libertad a los Cinco Héroes, Bandera Cubana, mástiles, Pendón del Gran Rostro de Ernesto Che Guevara sobre los colores de la bandera cubana.


Irene maneja el Carro portavalija con la impresionante escultura hiperrealista del Che Guevara, tamaño natural realizada por el artesano argentino Carlos Baños. De la estación de tren al Cuartel V de Moreno (23 kilómetros) viajamos en un micro de la Mutual de transporte colectivo “El Colmenar” que en los últimos 19 años, posibilitó el que diez mil personas pudieran ir a y volver de sus trabajos abonando un 40 % menos que el boleto común.


La Red Solidaria Abriendo Caminos, La Escuela Agronómica El Surco Labranza, El Culebrón Timbal y la Biblioteca Popular Vicky son las organizaciones que integran la Mutual y nos invitaron porque una ó uno escuchó en Abril, un programa en Radio de las Madres, donde me reportearon.


De la ruta, son 300 metros de camino de tierra flanqueado por invernaderos florales y la tranquera de “La Huella” se abre a dos hectáreas de amor y construcción solidaria.


Nos reciben jóvenes militantes, cariñosa y obsequiosamente, los besos, miradas o estrechón de manos son sinceros, nos sorprende gratamente, ( para ellos no registramos “antecedentes”, porque no nos conocen).


Cuelgo el pasacalle entre 2 enormes árboles apuntando hacia los casi cuatrocientos comensales, que llegaron a degustar el locro gratuito y pudieron leer en enormes letras rojas.


LIBERTAD A LOS CINCO HÉROES CUBANOS PRESOS EN EEUU


Antonio – Gerardo – Ramón – René – Fernando


Chaubloqueo - Museo Ernesto Che Guevara


Comencé a adornar el “stand” que ya tenían preparado para nosotros (¡muchas gracias amigos!). Irene perentoria, exigía que yo trabajara como si fuera cuatro compañeros (ahh… los mosqueteros) (¿porque eran 4 y se llaman “los tres”?)


Llevó su tiempo, me esfuerzo en imagen, publicidad y captación de atención ajena. Quedó bello adornado con posters de las Madres de la Plaza de Mayo en el ECUNHI, del Museo al Che Guevara de La Pastera, en San Martín de los Andes fundado en Junio 2008 (gentilmente aportados por ATE Capital), de Captación de Donantes de Células Madre (Médula Ósea) brindados por el INCUCAI (¡muchas gracias!) , los infaltables carteles multiplicados de “CHAUBLOQUEO Argentina” impresos por Miguel A. Lafuente, los grandes rostros de JOSE LUIS CABEZAS y MARIO BONINO que claman memoria, a sus colegas de los “olvidadizos” medios de formación de opinión hueca, mentirosa e inservible. El busto de tamaño natural del Che impresionaba a todos los que se acercaban con su severa belleza.


El espectáculo desde el gran escenario no se hizo esperar y nuestro folklore estuvo presente, también un grupo de jóvenes roqueros que sonaban muy bien. Acordes de Cumbia me tentaron de ir a mover las tabas, pero el trabajo es el trabajo.


foto:

reverso del certificado que nos dió El Colmenar.


Cuando los gritos de los karatecas me atraparon ví como treinta de ellos se alineaban y avanzaban marcialmente. Ví romper tablas a patadas, y el Gran Maestro (Sensei) con sus decenas de palos quebrándolos sobre abdominales ó músculos del muslo ó antebrazo de alumnas y alumnos.


Mientras a 15 mts., sentados en una mesa, dos gauchos sesentones, de piel cobriza y severos sombreros de ala ancha, elegantísimos (con chinas maduras pero aggiornadas, quiero decir sin trenzas ni maxifalda), los miraban impasibles, cual si contemplaran venir un aullante malón de indios Pampas, desde la culata de un cañón con mecha encendida.

Irene atendía a los primeros imantados por la hermosa y gran bandera cubana, que ondeaba sobre nuestro stand, les exhibía álbumes de fotos del Che, los doce libros gigantes atestados de fotos de niños, jóvenes adultos y ancianos cubanos, postales, etiquetas, cartas, documentos, testimonios cubanos y fotos del héroe.


Emocionada respondía preguntas a personas de toda edad, que se agolpaban recibiendo cada uno una tarjeta postal nueva de esas que obsequian en los Shopping con motivos atractivos pero comerciales, solo que el sello aplicado en ellas mostraba nuestro email, (el del Museo Ernesto Che Guevara) fué utilizar el dinero del adversario, algo como un Judo político.


Algunos despistados querían comprar algo les explicó que “NO VENDÍAMOS NADA” pero les obsequió la mencionada tarjeta y folletos varios: de Universidad de Madres de Plaza de Mayo, de la Casa de la Amistad Argentino Cubana (Ciudad Autónoma) con sus actividades, del Centro Cultural “Homero Manzi” donde el día anterior aplaudimos a rabiar la proyección gratuita, de la exacta descripción de nuestro enano xenófobo argentino, el film “NOS OTROS ” del director Daniel Raichijk, que anhelo vehementemente pueda ser visto por nuestros anfitriones de hoy en “La Huella”.


Irene repartió el diario de la Defensoría Oficial y otra publicación sobre la anhelada y necesaria Ley de Radiodifusión.


Tensa y cargada de pánico escénico, Irene oía como desde los altoparlantes y repetidas veces, se anunciaba al Museo del Che como visita y me exigió ir a saludar adhiriendo desde el escenario.


Me acerqué a él y pude apreciar las graciosas evoluciones de la murga compuesta por varias decenas de jóvenes y niños, que hizo las delicias de todos con rítmica gracia acrobática, al compás de dos enormes bombos que nos hacían vibrar. Desde la radio abierta los dos jóvenes locutores con pasión no fingida, eran los bastoneros de una comparsa libérrima de 400 almas, conmoviendo a todos los participantes. Otro joven compañero, maestro de ceremonias llamó al escenario a cada una de las organizaciones miembros y a las que habían llegado de visita.

Todas fueron aplaudidas. Una organización universitaria de Río Cuarto en Córdoba, dió su entusiasta y prometedor presente.

Mujeres deliciosamente humildes y comprometidos varones, pertenecientes a las diferentes organizaciones sociales y culturales que componen la mutual, fueron saludando desde micrófono por turno y recibieron, como lo hizo nuestro Museo un certificado de reconocimiento de la mutual “El Colmenar” anfitriona y organizadora de todo.


Cuando me tocó agradecí la distinción, e invité a los presentes a la charla sobre Solidaridad con Cuba que Irene Perpiñal, directora de Chaubloqueo daría tras el almuerzo. Enfatizé que esa actividad facilitaría la digestión y eliminación de cualquier colesterol malo.


En salutación al Día de los Trabajadores, anuncié que declamaría una sola estrofa, de una linda poesía argentina, y que quien acertara con el nombre, ganaría un Premio que le sería entregado en nuestro Stand.


Dije “De los nuevos campeones los rostros, Marte mismo parece animar; la grandeza se anida en sus pechos, a su marcha todo hacen temblar. Se conmueven del Inca las tumbas, y en sus huesos revive el ardor, lo que va renovando a sus hijos, de la Patria el antiguo esplendor.”


No me alejé 5 metros del micrófono y una mujer muy feliz me respondió correctamente. Es una de las 7 estrofas prohibidas de nuestro querido y hermoso Himno Nacional Argentino, fue reconocida por 4 mujeres y un Profesor de historia.


De premio se llevó cada uno: un afiche de Madres, uno del Museo del Che en La Pastera, y publicidad de la Casa de Amistad Argentino Cubana y del Ctro Cultural Homero Manzi.


A 40 mts de nuestro stand cinco decenas de niños plasmaban sus sentimientos en papeles en blanco. Las cabecitas concentradas y gachas, mostraban la erguida estatura del alma, expresada a través de las pinturitas de color. Junto a ellos una linda casa con frente bellamente maquillado, por una muestra de bellos dibujos y láminas instructivas escolares de todas las épocas.


Era la Biblioteca Popular Vicky con un pizarrón enorme, donde se homenajeaba por ser Primero de Mayo, en un bellísimo texto a seis grandes hombres. Cinco héroes obreros y un periodista. Este último describió como corresponsal del diario La Nación de Argentina, la ejecución (que presenció) de los primeros cinco, condenados por anarquistas (en lucha por la reducción de la abusiva jornada de trabajo a ocho horas).


El cronista autor del texto exhibido y testigo de esa ejecución fue también Cónsul argentino en Nueva York, de nombre José Martí y Pérez y de condición patriota y mártir, que al poco tiempo moriría enfrentando a los colonialistas españoles en su Cuba natal.


¡Que honor para el Arq. Rodolfo Livingston ganarse un lugar allí para siempre! Con su pionero y antológico libro sobre el genocida y silenciado bloqueo “Cuba Existe, es Socialista y No está en Coma” en el que los que hablan son los personajes reales a más de el autor. Y su excelente libro “POLEMICAS” que también entregamos y donde desnuda la pobreza de los conceptos críticos que más esgrimen los argentinos en su crítica a Cuba.


¿Que sentirá el venezolano poeta, Tarek William Saab, cuando sepa que su crónica sobre la actividad de los médicos cubanos brigadistas del amor, tras el Terremoto en Pakistan (30.000 angeles núevos en el cielo de la humanidad) , de título “Los niños del infortunio”, es ávidamente leída por argentinos de toda edad víctimas de “terremotos políticos”?.


Entregamos también “El derrumbe de la UCEDE” de Alfredo Gutiérrez y “La reelección Presidencial” de Eduardo Aulicino, (ambos gracias a la Editorial Letra Buena que nos los donó a su vez). Un libro en idioma inglés “Gone with the Wind” de Margaret Mitchell y un compendio de poesías de Verlaine, Joyce, Quevedo, Julio Cortazar y otros “El libro de la sensualidad y el erotismo”. También aproveché para inscribirme en el libro de visitas de ese día con el número 273.


Vamos al auditorio donde oirán a Irene, está adornado con retratos pintados entre los que uno de nuestro querido Che Guevara, nos hizo sentir avalados.


Mesa de disertante, micrófono, sillas y gradas que fueron siendo ocupadas por un público respetuoso, atento, interesado, mientras Irene trataba de superar su pánico escénico.


Oficio de telonero, confesando a los presentes que ella es la mujer que me hizo conocer y enamorar de la revolución cubana.

Describí nuestro viaje a la Isla, la curiosidad, sorpresa, admiración, tentación y amor a primera vista con un pueblo excepcional, lo más aproximado al SER HUMANO ORIGINAL que pueda existir.

Mi excusa de donar sangre para alguien de 23 años a quien no conocía, hospital naval, hemoterapia, enfermeros, militares custodios, el padre del Policía herido gravemente, intercambio afectivo, misiva al herido Rolando Perez Quintosa pidiendo respuesta, abrazo de despedida, vuelta al pago y a los 15 días las primeras cincuenta cartas. Mi misiva respondida por decenas, centenares y miles de cubanos de toda la isla.


Avalancha de agradecimiento que un Arquitecto de almas Rodolfo Livingston incluyó en su pionera y magnífica crónica del bloqueo genocida, bajo el título de “Cuba Existe, es Socialista y No está en Coma”. Libro donde figuraba nuestro teléfono.
Irene recibió miles de llamadas de lectores y supo aglutinarlas y potenciarlas, transformando nuestro hogar en una especie de lugar de peregrinación desde donde gracias a la magia de la solidaridad y nuestro apartidismo, llovieron donativos aportados por militantes de todos los partidos siniestros (de izquierda, entiéndase).


Anarquismo, Comunismo (tres variantes) , Partidobrerismo, Peronismo (dos variantes) , radicalismo (dos variantes), socialismo (tres variantes), tenían como común denominador su amor a la revolución cubana y la indiferencia cuando no el desprecio mutuo u odio entre ellos mismos. Cosa que convertía a nuestras festividades en el Museo, a algo muy similar a la Nochebuena en casa de algún pariente, donde los de la cabecera miran sesgado ó cortante al primo ó sobrino que nunca pudieron tragar o envidian. Salté en el tiempo, seis años de Museo, hasta que escapa De la Rua y matan a 39 argentinos, negativa de Cultura de la Ciudad ó Cultura de la Nación (2002) a apoyarnos, cierre y depósito del Museo.


Pasamos seis años velando las armas, hasta que a instancias de Irene en Diciembre 2008 donamos nuestro Museo del Che Guevara a Madres de la Plaza de Mayo y con Hebe de Bonafini cargo todo en un camión, cuya descarga comparto emocionado en la ex E.S.M.A. hoy E.C.U.N.H.I. Anuncio la primicia que este año será reabierto allí, en el lugar de tanta muerte renacerá el gigante de la ética revolucionaria mundial, Che el argentino.


Dejo el micrófono a Irene para que traslade su experiencia de solidaridad con Cuba en pleno Período Especial y voy a una silla de primera fila, contra la pared. Un perro joven, negro, bonito ingresa y se ubica junto a Irene mirando hacia el público y moviendo aprobadoramente su cola (parece una mentira porque la cola de los perros se mueve diciendo “NO”, pero la alegría del animal traduce un SI gigante).


Como tengo el cerebro ó el ánima (alma) lavada por los cubanos revolucionarios, tengo la seguridad de que el animal negro es un enviado de Ochún, aliada de Irene hoy y siempre.


Los jóvenes presentes a los que están capacitando con el Programa Dirigentes Populares del Ministerio Desarrollo Nación "A paso de Vencedores", tuvieron así una hermosa experiencia pues Irene esculpió con simples y emocionados conceptos, una representación holográfica de la Cuba revolucionaria, de su épica, logros, tragedias.


Ante los presentes aparecieron hospitales de médicos con alma (a más de carne y hueso), escuelas con maestras visceralmente comprometidas y alumnos en irreversible capacitación, Cooperativas de trabajo destacadas, Universidades rebosantes de becados pobres, de todos los países del globo.


El período especial, el borrar los cuadernos escritos con lápiz para comenzar el nuevo ciclo lectivo. Los anteojos compartidos por el grupo familiar. La perfecta higiene y limpieza personal y del hogar aún careciendo de jabón y detergente. La leche asegurada para niños y ancianos.


Los niños abrevando intelectual y visualmente de los tres canales de TV educativa, los presos como ciudadanos de primera, con alimentación de contenido proteico asegurado. La humildad y ascetismo de los dirigentes.


Los INVERSORES cubanos apostando a devolver la vista a los ciegos de cataratas con su MISION MILAGRO en toda América, enseñando a leer y escribir, con el método YO SI PUEDO todo por amor al internacionalismo.


La llave maestra que posibilitó la donación de Chaubloqueo hacia Cuba de cuatrocientas toneladas de amor, fue este libro explicó Irene mostrando el Cuba Existe del Arq. Rodolfo Livingston.


El surtido abanico de ópticas, situaciones e información que Irene prestidigitaba serenamente, conformaron lo que para mi opinión (para nada desinteresada) fue una brillante y clarísima exposición.


Los presentes ganados en su intimidad, interactuaron espontáneamente aportando experiencias y caros sentimientos propios.


Hiperemocionado con ojos húmedos tengo que interrumpirla, tomo el micrófono y agrego la anécdota, de esa maravillosa e increíble comunidad Holguinera que destacó al Arq. Livingston como representante cubano, a pedir al Juez de Menores autorización para que el Niño de la Calle Luciano, pudiera ir a educarse y vivir con la salud garantizada, bajo el techo de cualquiera de las TRES familias (¡¡con hijos!!) que lo reclamaban para proyectarlo como ser humano. Ahora Irene lee un texto de Nuria Barbosa León, amiga y hermana cubana de Radio Progreso, sobre el 1º de Mayo.


Los 60 minutos volaron y debemos cerrar, reparto entre el auditorio copias del texto de Nuria, adornado en la otra faz por un bellísimo rostro del Che sonriendo (texto y foto elegida por Irene) y agrego un tríptico del INCUCAI promoviendo la donación de Células Madre, (una de las grandes tareas de nuestro Museo Che Guevara).


Cuando no me quedan papeles en las manos vuelvo entre aplausos, para ver a Irene (rostro arrasado de emoción y lágrimas) abrazada a la bibliotecaria entregándole los libros de Livingston, Tarek Saab y Letra Buena y tres D.V.D.´s (Evo cocalero, Hechos y No Palabras Derechos Humanos en Cuba y 40 años de la caída del Che en Santa Clara, que les donamos. A Irene la rodea el publico que dejó las sillas y se acercó y tiene que besar y ser besada, y departir con todos.


Regreso a la Radio Abierta (órdenes de mi Comandanta en Jefe) y autorizado por los locutores, derramo ante los 400 presentes toda mi cubana pasión declamando:


Razones para un desfile 1º Mayo 2009
por Nuria Barbosa León, periodista de
Radio Progreso y Radio Habana Cuba


Somos uno en el desfile del 1ro de Mayo porque:


Hay motivos para exigir derechos laborales usurpados a los pobres del tercer mundo por los dueños del capital, durante siglos.


Es día de banderas, de colores, de multitud unida, de caminar hasta el agotamiento, de escuchar cantos políticos, de decir en colectivo y buscar motivaciones para estar una vez más entre el calor, el sol y la muchedumbre.


Es el encuentro con la Plaza de la Revolución y la imagen inerte de Martí esculpida en mármol blanco. Es saludar a los dirigentes y recibir de ellos una mirada para reafirmar nuestra confianza en el gobierno revolucionario.


Es engalanar la ciudad para un festejo y realizar actividades alegóricas e iniciativas en los colectivos laborales; también, de participar en los trabajos voluntarios y las movilizaciones en el cumplimiento de metas productivas.


Es no dormir la noche anterior y esperar muchas horas de pie hasta que los altoparlantes transmitan el Himno Nacional y el orador principal dedique unas palabras a la conmemoración.


Es sentir la compañía del amigo, del vecino o el compañero de trabajo; bailar en una conga improvisada y sumergirnos en los: ¡Abajo! y los ¡Vivas!


Es clamar consignas; exigir el derecho a la vida; glorificar a los mártires ausentes; pedir justicia para los oprimidos; compartir el momento con los héroes anónimos; sentir en las venas el clamor de la dignidad y apoyar las conquistas alcanzadas de una sociedad edificada en el porvenir.


Estaremos allí, y seremos uno más entre millones. Nuestro espacio está marcado por el instante de identificarnos como cubanos y abrazar los ideales de convertir a la humanidad en Patria.


Será el amanecer en la unidad, en la integración y en el clamor para la libertad de todos los pueblos del mundo.


Asistir al Primero de Mayo es la voluntad individual de testificar por un hecho histórico e inolvidable.


Regreso al stand donde el público tapa a Irene y entre ellos una joven periodista la reportea grabador en mano, para la “FM La Posta”.


Muchos se asombran, tocan y se hacen fotografíar con la escultura, y una nube de niñas, con brillitos en las mejillas curiosea fotos y libros del Museo.


Son las bailarinas acróbatas de la Murga que nos honran con su curiosidad. Los organizadores todos jóvenes se desvivieron por hacernos sentir en casa, ofreciéndonos ayuda, alambre, presencia y estímulo. Los ocupantes de los stands vecinos fueron amigables y pude felicitar sincera y efusivamente al “autor material” del Locro (gratuito) que estaba exquisito.

Fue todo muy hermoso y quedamos muy agradecidos y emocionados. Comenzaba a caer la tarde, los voluntarios comenzaban a reunir sillas, mesas, vasos, botellas y desperdicios y cuando comenzamos nosotros a desandar la jornada, desvistiendo al stand de la bandera cubana, el pendón, afiches del Che y de las Madres y los globos de colores, nos sentimos invadidos por una voz que desde los altoparlantes, nos atrapó, conteniéndonos, seduciéndonos.


Por vía auditiva, la noción del mensaje de advertencia ante lo crucial del momento que se vive, ante la disyuntiva de unirnos generosamente dentro del campo popular, o resignar lo escaso y duramente logrado en estos últimos años.


Pero por vía perceptiva el peso de lo dicho se potenciaba merced al tono afectuoso, sincero, firme, decidido y convencido del autotitulado hombre grande, que vivió en nuestra Argentina muchas experiencias, buenas y malas.


Nos arrasó su calidad humana, y atareados como estábamos no conocimos su rostro, pero coincidimos por la noche comentando que “ambos habíamos deseado ir a estrechar la mano a ese varón argentino”.


Nos alejamos del campo La Huella (calle Baigorria y Ruta 24) en el Barrio Don Sancho, uno de los 40 que conforman el Cuartel V. y son 23 km hasta la estación Moreno, donde nos deja uno de los jóvenes de la organización con su auto, agradecemos todo con un abrazo, subimos al tren que espera, nos sentamos y colocó en asiento individual (junto a la puerta) al Che Guevara.


Los pasajeros entran y se congelan mirándolo, gente que viene de otros vagones y pasa no le despega la mirada, hasta que el límite de elasticidad de sus nervios ópticos se los permite.


En otra estación sube mucha gente entre ellos una mamá joven con su niño y le cedo el lugar junto a Irene. Ambas esgrimen sus lenguas tan apasionadamente que el niño en la falda de su madre comienza a llorar.


Impresionado (dicen las mujeres) por el personaje, que severo, transpirado, exuda adrenalina revolucionaria a medio metro de él con la boina y la estrella de 5 puntas.

Irene cubre con un nylon oscuro el busto y el niño se relaja, transmitiendo tranquilidad a otros dos pequeños que ante la reacción del primero ya moqueaban.


Evalúo la perspectiva y arranco la mitad del plástico, de forma que solo el perfil de Ernesto que pudieran apreciar los niñitos quede oculto.


Todo el resto del pasaje puede ahora admirar (al ritmo del golpeteo de las ruedas del tren en la unión de las vías) al argentino que capturó también un tren pero blindado, pertrechado y repleto de soldados y oficiales, en la cubana ciudad de Santa Clara.


Varios jóvenes no pueden evitar inquirirme con mirada y gestos, porque luzco mi remera con el gran rostro de Che y debo acercarme y explicarles.


Aprovecho y les entrego una hermosísima fotocopia de Ernesto Che sonriente, que contrapesa el valor del texto, que en la carilla opuesta escribió Nuria la cubana.


Para el tren en la estación Flores y los ojos de la escultura quedan mirando el otro andén que exhibe el mural “El Angel Gris”, pintado por Carlos Terribili, maestro y amigo, autor del enorme cuadro del Che Guevara que nuestro Museo donó y Hebe hizo colgar engalanando el hall del edificio sede de Encuentro Nuestros Hijos, el día 24 de Marzo durante el recital de León Gieco, en la ex ESMA.


Al llegar a estación Caballito, bajo primero con el gran bolsón (65 kilos) y avanzo apurado por el andén. Miro atrás y veo a Irene que arrastra el carrito con el busto de Ernesto Che Guevara, seguida por unas treinta personas que caminan tras ella en lo que parece una procesión nocturna.


Me río interiormente, recordando el film en que Carlitos Chaplín levanta una bandera roja caída al paso de un camión y grita agitándola para devolverla sin darse cuenta que a su espalda, una manifestación de cientos de comunistas dobló la esquina y el ha quedado a la cabeza como abanderado rojo.


A medida que la superan a Irene algunos hombres comentan a sus acompañantes mientras pasan a mi lado: ¡ mirá el Che Guevara ! y se alejan divertidos.


La pareja siente los pies muy pesados, pero el alma ligera de felicidad, entran a su hogar en Rojas 129 (a 50 metros del andén), e instalan nuevamente al Che Guevara en su sitial de honor.       


                                                                                      

Eladio González, toto, director

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