Buenos Aires: Sin zooterapia.     Desde octubre del año pasado, el servicio de zooterapia, creado en 1993, fue cerrado por el gobierno macrista alegando problemas burocrá...

Buenos Aires: Sin zooterapia.

 


 


Desde octubre del año pasado, el servicio de zooterapia, creado en 1993, fue cerrado por el gobierno macrista alegando problemas burocráticos, lo cual provocó que 480 niños y adolescentes con discapacidad y trastornos sociales se quedaran sin tratamiento e inclusive, trascendió que uno de los chicos falleció tras el cierre como producto de una infección derivada de la falta de turno, con una espera de cuatro meses, para la aspiración de la mucosidad acumulada en sus pulmones, pues padecía de una deformación del diafragma.

A pesar de los pedidos de explicación de la Legislatura porteña, nunca respondió el gobierno a éstos y ello dió lugar a que la Diputada María Elena Naddeo volviera a reclamar la reapertura del servicio de Zooterapia, mientras que la Defensoría del Pueblo de la Ciudad denunció la utilización del predio para fines privados.

Recordamos que este tratamiento se realizaba en el Parque Roca y desde 2007, se había incorporado al sistema sanitario porteño.

Rodríguez Larreta, Jefe de Gabinete del gobierno de Mauricio Macri, habría expresado que estarían previstos tres lugares para su reinstalación, lo cual fue negado por los familiares de los pacientes tras afirmar que nunca los recibió. Tan sólo ofrecieron los servicios de los hospitales Borda y Tobar García, los cuales no cuentan con la infraestructura necesaria para continuar con el tratamiento.

La coordinación de este importante programa sanitario estaba a cargo de la Lic. Elsa Szwarcman, quien posee masters en zooterapia y discapacidad, que ahora fue desplazada al Hospital Piñero pese a sus reclamos.

Dicha profesional fue amenazada, al igual que sufrió la pinchadura de sus teléfonos, junto a la articulación de falsas denuncias sobre su desempeño en el servicio, tras los pedidos de reapertura iniciados por ésta.

En la actualidad, la Lic. Szwarcman llevó su experiencia y sus animales al centro La Torcacita, de Parque Leloir, en Ituzaingó, pero sus antiguos pacientes no pueden llegar por la lejanía, quienes, en muchos casos, provienen de familias de condición humilde, las que habían encontrado una terapia que suele ser privada y costosa.

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