Por Carlos Del Frade
(APe).- Las movilizaciones contra los femicidios contarán con el apoyo de los diversos gobiernos, tanto nacionales, como provinciales y municipales bajo la consigna “Ni una menos”. Algo fundamental, necesario y que ojalá contenga millones.
¿Pero podrá la movilización extraordinaria superar y transformar la realidad ordinaria y cotidiana en cada punto de la Argentina?
En las últimas horas, por ejemplo, en el segundo territorio de la Argentina, en la provincia de Santa Fe, se conocieron hechos que tienen como víctimas a las mujeres como consecuencia de injusticias estructurales y negocios mafiosos. Cosas que jamás parecen ser modificados por los bellos discursos.
En el norte profundo de la provincia, en la zona de Reconquista, en la isla de Guaycurú, los medios informaron que en la tarde del viernes 29 de mayo, “la Guardia Rural Los Pumas prestó colaboración con el Nodo de Salud poniendo a disposición su lancha y personal para la búsqueda y traslado de una nena de diez años desde la Isla Guaycurú al Hospital de Reconquista. Dicen que la menor de 10 años concurre frecuentemente alcoholizada a la escuela por lo que quedó internada. El traslado se hizo en compañía de la madre y un médico pediatra del hospital”, sostiene la escueta información que apareció en los portales de la ciudad de Reconquista, la ciudad cabecera de uno de los tres departamentos del norte santafesino.
Por otro lado, en la tierra del poderoso presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, en la ciudad de Rafaela, una vez más es desarticulada una banda vinculada a la explotación y trata de personas.
De acuerdo a lo publicado, la Secretaría de Delitos Complejos realizó 10 allanamientos simultáneos en Rafaela y Bella Italia. Las víctimas asistidas tienen entre 18 y 39 años y detuvieron a nueve personas investigadas por explotación económica y facilitamiento de la prostitución
La investigación se inició en abril pasado, a partir de un anónimo que llegó a la delegación que la Agencia de Investigaciones sobre Trata de Personas (AITP) tiene en Rafaela.
Nueve de los allanamientos se concretaron en la ciudad de Rafaela, en domicilios particulares y en lugares donde eran explotadas las víctimas, todos ubicados en tres cuadras consecutivas de calle Ramón y Cajal. El restante, fue en una vivienda de Tucumán al 300, en Bella Italia.
Como resultado, fueron asistidas 10 mujeres de entre 18 y 39 años oriundas de la ciudad de Santa Fe y de Rafaela, quienes se encontraban en situación de explotación.
Estas explotaciones sexuales y de género que luego pueden desembocar en los femicidios no forman parte de una realidad extraña o anormal. Están insertas en un mapa cotidiano en la provincia de Santa Fe donde los números oficiales dan cuenta del mayor peso de injusticia con que cargan las mujeres en su devenir histórico en estos atribulados días del tercer milenio.
No hace mucho tiempo atrás, el Instituto Provincial de Estadísticas y Censo, marcaba que las que más sufrían la falta de descuento jubilatorio en el Gran Rosario eran las mujeres en el orden del 34,3 por ciento; siendo del 33,9 por ciento en el Gran Santa Fe y 32,5 por ciento en el aglomerado Villa Constitución - San Nicolás.
Las más precarizadas, entonces, en la vida cotidiana serán las que sufran los mayores vejámenes. Es casi una perversa pero muy concreta partida doble de la realidad social, económica y política de la región.
En el Gran Rosario, además, el 55 por ciento de los desocupados son mujeres, de allí que siempre habrá una más hasta tanto no se deje de lado la hipocresía, los discursos de ocasión y que, de una buena vez y por todas, se constituya una herramienta política que supere esta instancia de ferocidad que tiene el capitalismo en estos rincones del cosmos.
Bienvenida la marcha “Ni una menos”, como también es fundamental alumbrar la conciencia de lo que sucede todos los días en cada punto de la geografía, no solamente santafesina, sino también argentina.
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