Nos pronunciamos, sí señor, nos pronunciamos (La Pupila Insomne) Víctor Casaus y Julián González, Ministro de Cultura de Cuba Por Víctor Casaus La gente querida que hace ahora "El Caimán Barbudo&q...

Nos pronunciamos, sí señor, nos pronunciamos (La Pupila Insomne)

Victor Casaus - Caiman

Víctor Casaus y Julián González, Ministro de Cultura de Cuba

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Por Víctor Casaus

La gente querida que hace ahora "El Caimán Barbudo" presentaron el número dedicado al 50º aniversario de la publicación, fundada en 1966, en La Habana, en medio del remolino maravilloso, contradictorio e irrepetible de aquella época.

La dirección del Caimán actual (Fidel Díaz Castro, Rafael Grillo, todos y todas los que lo hacen) incluyó, justicieramente, en la página 11 el NOS PRONUNCIAMOS con que los desde entonces llamados “Poetas del Caimán” presentábamos credenciales, decíamos verdades, intuíamos otras, decíamos lo que creimos que debíamos decir, actitud que ha acompañado los mejores momentos del "Caimán" en estos cincuenta años. Porque si no, no vale la pena. De verdad que no vale la pena.

La gente amiga y batalladora que hace el "Caimán" ahora incluyeron en las páginas contiguas al NOS PRONUNCIAMOS, poemas de Iván Gerardo Campanioni, Guillermo Rodríguez Rivera (ahora “el profe” para l@s segundaciter@s que están leyendo esto), Félix Contreras, Félix Guerra, Luis Rogelio Nogueras y el que les está contando esta presentación del "Caimán" en sus 50, convocada y disfrutada, entre la presencia de la nueva trova actual y la piña colada, en el Patio de las Yagrumas que el Centro Pablo comparte fraternalmente con la Casa de la Poesía, institución del circuito cultural de la Oficina del Historiador (“de Eusebio”, como dice la gente), en Muralla 63.

Aparecerán por suerte, en estos días, crónicas y notas sobre esta tarde memoriosa y memorable. Esto es solo una croniquilla urgente, necesaria probablemente. Este número del "Caimán" en sus juveniles 50 años invita, desde ya a leerlas. En http://www.caimanbarbudo.cu/ aparecen a lo mejor esta noche o desde mañana, todos los textos que conforman este número ágil y cincuentenario. No dejen de buscarlo, les recomiendo -no desde la nostalgia de aquella época irrepetible, repito- sino desde el fragor de los días que vivimos.

Y en los que seguimos tratando de aplicar en la poesía y en la vida lo que aquel NOS PRONUNCIAMOS adelantó en el Opus 1 del "Caimán", su primera época: “Consideramos que todo tema cabe en la poesía. Rechazamos la mala poesía que trata de justificarse con denotaciones revolucionarias, repetidora de fórmulas pobres y gastadas: el poeta es un creador o no es nada. Rechazamos la mala poesía que trata de ampararse en palabras “poéticas”, que se impregna de una metafísica de segunda mano para situar al hombre fuera de sus circunstancias: la poesía es un testimonio terrible y alegre y triste y  esperanzado de nuestra permanencia en el mundo, con los hombres, entre los hombres, por los hombres, o no es nada”

Entusiasmado por la tarde caimanera de hoy, pero ya más allá del filo de la medianoche, no reproduzco aqui el texto completo del NOS PRONUNCIAMOS, pero les dejo aquí un vínculo donde lo encontré, ahora mismo, en la red: http://www.encaribe.org/es/Book?idTexto=543&idRegistro=1617

En el "Caimán" presentado en La Habana Vieja se reproduce fielmente la página del número 1, con las firmas de los (futuros o ya entonces) “poetas caimaneros”. Por ello no aparecen los nombres de otros dos poetas que adhirieron, se sumaron, se unieron, como quiera decirse y, dos "Caimanes" más tarde, cuando se publicó un texto de cada uno de los poetas firmantes, aparecieron también los suyos: Antonio Conte y Raúl Rivero.

Este "Caimán" presentado termina (o continúa, porque felizmente el saurio sigue) con el artículo "En las aguas revueltas del primer Caimán", de Darío Escobar, acompañando la portada de aquel número iniciático, que es bueno también leer para coincidir o disentir y, en todo caso, poder decir juntos lo que su texto entrega en las últimas líneas: “(El Caimán) todavía afila dientes y se sumerge en las inauditas aguas de internet para narrar un país sumamente complejo, fractal. A río revuelto, ganancia de caimán. Otra vez, nos pronunciamos”.

Y así es: otra vez nos pronunciamos. Y espero, y creo, y no quiero perder la certeza (personal y colectiva) de que siempre lo haremos. Mucha falta hace, caimaner@s de este inicio de siglo XXI en la Isla caribeña y en los rincones globales. “No es el azar lo que nos reúne”, como dijimos entonces. Como decimos ahora -también aquí en Segunda Cita-, fíjate tú.

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