Feriados (APE) Por Carlos del Frade (APe).- Martín Miguel de Güemes murió el 17 de junio de 1821 y Manuel Belgrano el 20 de junio de 1820. Las dos muert...

Feriados (APE)

Cadenas

Carlos Del Frade

Por Carlos del Frade

(APe).- Martín Miguel de Güemes murió el 17 de junio de 1821 y Manuel Belgrano el 20 de junio de 1820. Las dos muertes son feriados nacionales en la Argentina del siglo veintiuno. Pero sus vidas, sus luchas, sus ideales y las traiciones que sufrieron forman parte de la ignorancia planificada.

No se puede defender lo que no se ama, no se puede amar lo que no se conoce. Por eso el relato histórico argentino es una necrológica construcción de desarraigo para que nos resulte sencillo y natural el saqueo permanente.

Los fantasmas de estos feriados, Güemes y Belgrano, tienen mucho para decirle al presente argentino.

-La sociedad y las clases principales se dividieron. No todos apoyaron a Belgrano en su éxodo. Muchos apoyaron a los españoles. Después de la derrota de Huaqui, en 1811, la revolución está en problemas. De allí la necesidad de la retirada y el bando famoso donde habla de fusilar a los que no acompañen la retirada - cuenta Carlos Aramayo, economista, historiador y militante jujeño.

En la misma noche que los realistas entran en San Salvador, esos sectores pudientes que se niegan a seguir a Belgrano, juran fidelidad al rey de España y forman gobierno provisional con los invasores.

“Pero el problema mayor, lo que jamás le perdonarán a Belgrano, es que en 1818, avala el pedido de Güemes para institucionalizar el llamado fuero gaucho por el cual cada uno de los peones que prestaban servicio en la guerra por la independencia debían ser tratados como hombres libres y no responder entonces a los caprichos de los señores feudales de Salta, Jujuy y Tucumán. Eso genera un odio de clases contundente contra Belgrano y, obviamente, contra Güemes”, revela con claridad, Carlos Aramayo.

He allí la explicación de dos hechos poderosos de la historia argentina que solamente pueden comprenderse en el lugar donde sucedieron.
Belgrano, el vencedor de Tucumán, es engrillado y detenido por el gobernador Aráoz porque él forma parte de la clase social que apoyó a los realistas cuando se produjo el éxodo jujeño.

Y de la misma manera, los Saravia y otras familias salteñas que siempre estuvieron mejor con los realistas, traicionarán a Güemes y lo emboscarán en cercanías de la ciudad en junio de 1821, provocándole la muerte.

-Es la misma clase social la que abandona a Belgrano y mata a Güemes. Y la razón es uno de los documentos menos conocido de la historia argentina, uno de los más profundos, el fuero gaucho. Un documento de emancipación social que, hasta el día de hoy, tiene vigencia a la hora de pensar la realidad laboral y existencial de los pueblos originarios en estos lugares donde aportaron muchísimo para llevar adelante la epopeya de la independencia - dice Aramayo.

Para el investigador, la guerra de la independencia fue “la única guerra revolucionaria que protagonizaron las masas populares y sus jefes y cuyo escenario principal fueron el actual territorio del Noroeste Argentino y el Alto Perú, hoy República de Bolivia. Existen distintas apreciaciones sobre la cantidad de combates y batallas que se libraron en territorio salteño y jujeño. Según el Archivo Capitular de Jujuy, que estudió Ricardo Rojas, fueron 159; de las cuales, 124 se libraron en Jujuy. En un reciente trabajo, Rodolfo Campero, dice que en total fueron 231”.

-Sin que nadie les mandase, los indios de todos los pueblos, con sus caciques y alcaldes, han salido a encontrarme y acompañarme, haciendo sus primeros cumplidos del modo más expresivo y complaciente, hasta el extremo de hincarse de rodillas, juntar las manos y elevar los ojos, como en acción de bendecir el cielo - relató Juan José Castelli a la Junta de Buenos Aires.

-Yo me intereso por vuestra felicidad no sólo por carácter, sino también por sistema, por nacimiento y por religión… es tiempo de que penséis por vosotros mismos, desconfiando de las falsas y seductivas esperanzas con que creen asegurar vuestra servidumbre. ¿No es verdad que siempre habéis sido mirados como esclavos y tratados con el mayor ultraje, sin más derecho que la fuerza ni más crimen que habitar en vuestra Patria? - escribió el mismo Castelli en una proclama el 5 de febrero de 1811.

Dice Aramayo que este contenido revolucionario en Castelli es el mismo que late en el bando redactado por Güemes el 11 de abril de 1818, “a través del cual sanciona el fuero eterno de los originarios y criollos pobres que formaban las milicias de los escuadrones que combatían a los realistas. Por esta posición, Güemes fue víctima de la conspiración de la clase terrateniente de la que provenía, que prepararon con los cabildantes de Salta y de Jujuy, junto al Gobernador de Tucumán, Bernabé Aráoz y el mismísimo General Olañeta, jefe del ejército realista y que terminó en su asesinato”.

Fuente: “Los caminos de Belgrano”, del autor de esta crónica.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario