Por Lautaro Fucik
Foto: Roberto Chile.
El mundo cada día se colma de noticias. Muchas de esas informaciones los medios de prensa controlados por los imperios de la información las "filtran", las censuran, y vocean las que van de acuerdo con sus intereses económicos y políticos. Así sucede en nuestro medio chileno. Declararlo no es novedad, así es.
La noticia de este fin de año ha sido, y lo será por mucho tiempo, la voluntad de los gobiernos de Cuba y de EE. UU. de iniciar, como se ha expresado por los Presidentes Raúl Castro y Barack Obama respectivamente, un proceso de normalización de sus relaciones diplomáticas interrumpidas por más de medio siglo.
Ese hecho político a nadie ha dejado indiferente. Con asombro y aprobación muchos se han alegrado por tal información. Se ha dicho que para tal operación política hubo mediadores, gestores también de buena voluntad, el Papa Francisco es uno de ellos.
Un signo fue la liberación por EE. UU. de tres de los antiterroristas cubanos, injustamente condenados y que permanecieron por 16 años en inhumanas prisiones de ese país. Antes habían sido liberados otros dos patriotas de la Isla. Cuba liberó al momento a un agente espía de origen cubano al servicio de EE. UU.
Toda política va seguida de gestos, así ha de ser para que los políticos sean creíbles.
Y ¿qué se viene ahora? ¿Quién pierde y quién gana con esta operación, Cuba o el imperio? Tal vez sea muy simple decirlo así. El tiempo dirá su palabra. Desde luego ha perdido, ha fracasado el bloqueo contra la Revolución. Cuba se afinca en sus principios, en su resistencia de medio siglo y en su decoro martiano, son sus valores.
La especulación no está ajena, nunca lo ha estado si de Cuba se trata. Luego de caído el campo socialista a la revolución le contaban los días, y otros más agoreros le daban el pésame. Así llevan casi 25 años.
La pésima política siempre ha sido fango de afiebrados, de frenéticos, de corifeos, de agoreros.
De Cuba… qué no se ha dicho. A Fidel tantas veces lo mataron. Pero nunca se dice de las misiones solidarias internacionalistas de educadores y médicos cubanos repartidos por el mundo. Nunca se difunde los miles de jóvenes de 30 países que gratuitamente han estudiado en la Patria de José Martí, privados de hacerlo en los suyos. De eso nada, sí de las calumnias.
Dejemos entonces, que el tiempo y la verdad digan su palabra.
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