Por Luis Ernesto Ruiz Martínez
Los dedos se niegan a cumplir las órdenes de mi agitada mente. La emoción apenas me deja apretar el obturador y teclear unas renuentes letras para poder transmitir tanta emoción. Todo se para. Nada es más importante ahora que lo que vive esta gloriosa isla del Caribe que ama y explota de emoción ante la posible realidad de tener en casa, y pronto, a Gerardo, Antonio y Ramón. Cada espacio de mi Universidad se volvió un manicomio hace un rato. Los gritos, besos y abrazos cambiaron de momento la rutina cotidiana. Un grito salía de cada garganta: LIBERARON A LOS CINCO.
Mis colegas y estudiantes, liderados por la Rectora, salieron a los pasillos, pararon el vestíbulo y fueron hasta nuestra más cercana Comunidad a compartir la alegría. Un hermano me escribió desde España:
Felicitaciones hermano es un gran día. Salud a todo ese Pueblo Maravilloso que día a día nos muestran su gran compromiso, moral y ética. Viva La Revolución y Viva Cuba.
Y vivan los 5 Héroes que con valentía y conciencia enfrentaron al imperio.
Y agrego: Ahora a soñar en GRANDE.
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