Hace ya 10 años que estamos en esta trinchera. A lo largo de este camino, nos hemos encontrado con la causa de los Cinco Héroes, la cual hemos acompañado durante todos estos años, que nos ha dado la oportunidad de encontrarnos con una militancia firme y solidaria con Cuba.
Primero, fue la liberación de René y luego, la de Fernando. En el medio, intuíamos la posibilidad del regreso de Gerardo, Antonio y Ramón teniendo en cuenta que los EE. UU. venían bregando por la libertad del contratista Alan Gross. Desde el año pasado soñábamos con ello. Pero todo se aceleraría desde las declaraciones del Presidente Obama acerca de la existencia de negociaciones con Cuba.
Sin embargo, desde este Sur profundo, hubo y hay una militancia que no debemos olvidar. El primer militante por la libertad de los Cinco fue el fallecido Pablo Kilberg, el mismo que nos alentó a seguir nuestra tarea cada vez que nos encontrábamos por alguna actividad en la Casa de la Amistad Argentino - Cubana de Buenos Aires, a quien acompañaba otra compañera que no desentonaba y que continuó su obra, como Marta Speroni, integrante del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco.
Pese a los mil intentos, todavía la solidaridad es un valor importante en las y los argentinos. Una hermosa paradoja es encontrarnos con dos compañeras como Graciela Ramírez y Alicia Jrapko; ambas, argentinas e integrantes del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco.
Todavía parece mentira que el pasado miércoles recibíamos el aviso de Cubainformación acerca de la libertad de los tres Héroes que nos faltaban. René ya había publicado el cambio de fecha del cumplimiento de las condenas de los hermanos en su Fan Page de Facebook. Faltaba esperar el mensaje del Presidente Raúl Castro y del Presidente Obama para confirmarlo.
Y volvieron. Como regalo de fin de año, pero también como fruto de una lucha sin prisa y sin pausa a través de cartas a Obama, jornadas de solidaridad en todo el mundo, marchas a la Embajada yanqui en Buenos Aires con el Comité Argentino a la cabeza, la inefable presencia de Toto e Irene del Museo Che Guevara en cada acto por Cuba y las entrevistas en Rompiendo Muros, la columna del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco, que condujo Pablito mientras estuvo junto a nosotros, con Marta Speroni. Nosotros simplemente acompañamos como pudimos.
Hoy, René González Sehwerert, Fernando González Llort, Antonio Guerrero Hernández, Gerardo Hernández Nordelo y Ramón Labañino Salazar están junto a su familia y su pueblo. Fueron, son y serán héroes. Su lucha contra la mafia de Miami permitió evitar más de un atentado en Cuba. Sus convicciones no pudieron ser doblegadas por el juicio amañado y las mazmorras del Imperio.
Pablo podrá sonreír tranquilo desde donde se encuentre. Marta seguirá la lucha porque todavía quedan muchos muros por romper y nosotros, felices por este logro compartido, por esta libertad merecida para cinco hombres que se la jugaron por sus compatriotas y por su país.
Solamente nos resta decir: ¡ misión cumplida !. Y no es poca cosa, cuando del Imperio se trata...
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