Por Norelys Morales Aguilera
“Toda nación tiene el derecho soberano y legítimo de conceder asilo político a las personas que considera que han sido perseguidas. En el pasado ya explicamos al Gobierno de EE. UU. que hay algunas personas que viven en Cuba a las que Cuba ha concedido legítimamente el asilo político. […] No hay ningún acuerdo vigente de extradición entre Cuba y EE. UU.”, ha dicho la jefa de Asuntos de América del Norte de Cuba, Josefina Vidal en una entrevista a Associated Press. (1)
La Habana no tiene la intención de extraditar a EE. UU. a Joanne Chesimard, conocida como ‘Assata Shakur’, valoran AP y AFP. Según Vidal, La Habana tiene derecho a conceder asilo a los fugitivos estadounidenses.
"Hemos recordado al Gobierno de Estados Unidos que en su país se han dado refugio a decenas y decenas de ciudadanos cubanos", dijo Vidal. "Algunos de ellos acusados de crímenes horribles, algunos acusados de terrorismo, asesinato y secuestro, y en cada caso el gobierno de Estados Unidos ha decidido darles la bienvenida."
En 1977 Chesimard, ex integrante del movimiento político Partido Panteras Negras, fue condenada a cadena perpetua por el asesinado de Werner Foerster, un agente policial de Nueva Jersey, a pesar de la falta de pruebas definitivas en su contra. Menos de dos años después de ser encarcelada, Chesimard logró huir de la prisión.
Según el FBI, que ofrece una recompensa de dos millones de dólares por cualquier información que ayude a capturarla, la fugitiva recibió asilo político en Cuba, donde lleva décadas viviendo bajo el nombre de Assata Shakur.
El asunto ha sido más de una vez manipulado contra Cuba. (2)
¿Quién es Assata Shakur?
El 2 de mayo de 2013, cuarenta años después de su detención, el FBI añadió el nombre de Shakur a la lista de los terroristas más buscados de Estados Unidos con una recompensa por su captura que asciende a los dos millones de dólares.
La noticia coincidió con la publicación por primera vez en España de Una autobiografía (Capitán Swing), libro que Shakur escribió en 1987, aunque no sería publicado hasta 2001. Cuenta con prólogos de la escritora Angela Davis y el activista Lennox S. Hinds y los dos realzan la fuerza de voluntad de Shakur, quien a pesar de las humillaciones sufridas desde su detención sabe otorgar al texto sobre su vida un poso dulce y tierno en el que subyace un enorme valor para seguir adelante. "En un momento en el que el optimismo ha retrocedido en nuestro vocabulario político, Assata nos ofrece regalos de valor incalculable: esperanza e inspiración", escribe Davis.
Hinds, compañero de batalla, defiende, además, que el caso de Shakur es un acto más de criminalización del activismo político, puesto que nunca se quiso un juicio justo. La activista siempre estuvo juzgada de antemano simplemente por ser quién era: "Desde el momento en el que fue capturada en ese estado (Nueva Jersey), fue declarada culpable por la prensa y por las mentes del público en general, y esto volvió a suceder una y otra vez hasta el juicio. La declaración de culpabilidad en el tribunal fue una mera formalidad". (3)
Nacida con el nombre de Joanne Deborah Byron, el 16 de julio de 1947, en la ciudad de Nueva York, donde creció y cursó estudios en el Manhattan Community College y el CCNY, se involucró en diversas luchas políticas. Luego de casada adquirió el apellido Chesimard. En 1970, cambia el nombre por el de Assata Shakur, uniéndose al Ejército de Liberación Negro (Black Liberation Army), organización político-militar, cuyo objetivo principal era luchar por la independencia y autodeterminación de los afroamericanos en los Estados Unidos. Para 1971, se asocia a la República de Nueva África, organización cuyo fin era el de crear una nación de mayoría negra e independiente, integrada por Carolina del Sur, Georgia, Alabama, Mississippi y Luisiana.
El 2 de mayo de 1973, fue detenida en una carretera de Nueva Jersey por los agentes James Harper y Werner Foerster, junto a dos de sus compañeros “panteras negras” -Zayd Shakur y Sundiata Acoli-, por conducir el vehículo con una luz trasera rota. Según los registros policíacos, Assata abrió fuego contra los agentes, iniciando un tiroteo en el que fallecieron Zayd Shakur y el agente Foerster, en tanto resultaba herida junto al otro funcionario de la ley.
Zayd Shakur, Sundiata Acoli y Assata, subieron al auto y huyeron. Ocho millas más adelante, Sundiata salió del mismo con Assata herida en brazos y el cadáver de Zayd, refugiándose en un bosque. Fueron capturados al día siguiente tras una persecución.
Durante los dos y medio años posteriores Assata Shakur permaneció en la cárcel mientras la enjuiciaban simultáneamente por seis causas distintas. Los cargos iban desde secuestro hasta asalto y robo de banco.
Fue condenada a cadena perpetua más 33 años de privación de libertad. En 1979, logra evadirse de la prisión de máxima seguridad de Hunterdon County, viviendo como fugitiva hasta 1984, cuando escapa hacia Cuba -según aseguran los cables, aunque no existe declaración oficial al respecto-, donde supuestamente le fue otorgado el asilo político y vive en la actualidad.
El 2 de mayo de 2005, su nombre se agrega a la Lista de Terroristas del FBI, con una recompensa de un millón de dólares por la ayuda en su captura. En esa misma fecha, pero del año 2013, la incorpora a la Lista de Terroristas Más Buscados y aumentó la recompensa a dos millones de dólares. Algunos activistas aseguran que en su caso se aplicaron nuevas leyes terroristas contra un no-terrorista.
Varias organizaciones profesionales, como la National Conference of Black Lawyers y Mos Def, junto a artistas y movimientos anarquistas, socialistas y de izquierda dentro de los propios EE. UU., se sienten comprometidos con el caso y brindan su apoyo político a la activista negra.
NOTAS:
(2) http://islamiacu.blogspot.com/2013/05/el-caso-de-assata-shakur-nuevo-ejemplo.html
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