Por Alberto Mas
Culminó el 17 de diciembre un proceso que llevó 16 años, en su etapa decisoria, son liberados en los EE. UU. Gerardo Henández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, tres agentes cubanos antiterroristas, integrantes de la Red Avispa, que aún permanecían presos del grupo conocido internacionalmente como Los Cinco, se anuncia el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y el reconocimiento por parte de los norteamericanos de lo inútil de la aplicación del bloqueo para producir cambios en Cuba.
Hacer la historia de Los Cinco, sería hacer la historia de las sistemáticas agresiones de Norteamérica contra Cuba, desde la llegada al poder de la triunfante Revolución encabezada por Fidel Castro, El Che Guevara, Raúl Castro y Camilo Cienfuegos, el 1° de enero de 1959.
Cuando en la década del noventa las mafias de Miami, conducidas por cubano-americanos, intensificaron sus atentados terroristas contra la Isla enfocando sobre la actividad turística con la clara intencionalidad de boicotearla, para profundizar la crisis económica producida por la caída de la URSS, cuando ya habían producido más de cinco mil víctimas entre muertos y mutilados en actos que iban desde colocar una bomba en un hotel, como atacar a tiros una escuela, hasta volar un avión en pleno vuelo, como fue el atentado contra el avión de Cubana de Aviación en Barbados, el gobierno cubano decide infiltrar dichos grupos terroristas. Esa fue la misión de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González.
Los Cinco evitaron un sin número de acciones con su trabajo clandestino en los EE. UU. sin trasgredir las leyes sobre la seguridad nacional. El gobierno cubano, con la información recibida de Los Cinco, elabora y entrega a las autoridades norteamericanas un resumen completo sobre las actividades terroristas de los grupos de Miami, pero el FBI detiene a Los Cinco un 12 de septiembre de 1998, dejando a los terroristas en libertad.
Como resultado de las detenciones, también se paran las agresiones directas sobre territorio cubano, no así los intentos de generar oposición a la Revolución, de construir grupos sediciosos, de alterar el desarrollo de la vida de un pueblo decidido por llevar adelante su autodeterminación de gobernarse y adoptar un sistema económico independiente, con justicia social y democracia participativa real.
El mundo entero reclamó la Libertad de los Cinco y denunció la burda patraña en que se convirtió el juicio contra ellos, donde quedó demostrado la falsedad de las acusaciones de conspiración para cometer espionaje y conspiración para cometer asesinato, entre otras acusaciones.
La conflictiva relación diplomática entre EE. UU. y Cuba, comenzó a transitar un camino distinto, que implicaba previo a todo acuerdo, solucionar la injusticia que se cometía sobre Los Cinco y que quedaran en libertad.
Las agresiones del imperio no cesaron. Alan Gross, un contratista, eufemismo utilizado para denominar a los privatizados agentes de la CIA, en una acción planificada e impulsada desde la USAID, es detenido en Cuba mientras introducía aparatos de comunicación sofisticados para ser utilizados por grupos contrarrevolucionarios, estudiantes centroamericanos infiltrados en organizaciones juveniles para desestabilizar, sistemas de comunicación como el denominado “ZunZuneo” para controlar las comunicaciones de redes sociales, o la más reciente denuncia de pagar y formar grupos de raperos y hip hop para que siembren la discordia desde la expresión musical, son algunos ejemplos de cómo EE. UU. trabaja contra Cuba y en lo que ellos denominan “su patio trasero”, es decir Nuestra América.
La crisis económica en EE. UU. que no logran revertir, lleva a los productores agropecuarios del Sur a ver a los 11 millones de cubanos como un mercado potencial grande y cercano. Al mismo tiempo el desarrollo turístico en la Isla crece sistemáticamente sin la participación de los empresarios turísticos norteamericanos, que eran los tradicionales inversores antes de 1959. La familia de Alan Gross, la colectividad judía, reclamando al gobierno norteamericano que resuelva su situación negociando con Cuba, la incidencia económica que tendrá la construcción del canal bioceánico en Nicaragua en eje con el puerto de Mariel y las nuevas leyes de actualización económicas que se están aplicando en Cuba, sumando la reciente derrota electoral de Obama en las elecciones de congresistas, generaron condiciones hacia el interior de los EE. UU. para que desde el New York Times (diario emblemático del establishment económico norteamericano) una sucesión de editoriales mostraran la disconformidad de ciertos sectores de la sociedad con la política del bloqueo a Cuba y la necesidad de restablecer relaciones diplomáticas y económicas entre ambos países, obviamente que no por razones humanitarias, subyace el principio mercantilista de la sociedad norteamericana.
Para avanzar en ésta normalización diplomática primero y terminar con el genocida bloqueo financiero y comercial a Cuba después, se debía resolver definitivamente la situación de Gerardo, Ramón y Antonio, como paso previo a cualquier negociación. Eso ocurrió el miércoles 17, los tres héroes antiterroristas cubanos fueron liberados y en contrapartida, como muestra de buena voluntad y acto humanitario Cuba liberó al espía Alan Gross.
El Presidente Obama no soportó tanta presión solidaria internacional reclamando por Los Cinco, en momentos de crisis interna donde sectores productivos e inversionistas reclaman nuevos mercados y haber sufrido sucesivas derrotas políticas. Algo debía hacer para trascender a su gobierno.
El poder real norteamericano no se ha vuelto humano de la noche a la mañana, solo ha decidido cambiar de táctica, dejar el garrote y la bomba e intentar otros caminos para la dominación.
A partir de estas nuevas condiciones, restablecimiento de las relaciones diplomáticas, apertura de embajadas en ambos territorios, algo es seguro, no cesarán las intenciones imperiales de actuar sobre américa Latina y el Caribe, lo que implica que no cesarán las acciones contra Cuba. Es la esencia del imperio.
El mismo día en el que se anuncia el restablecimiento de relaciones con Cuba y Barack Obama admite el fracaso de su política para derrocar a la Revolución Cubana mediante el bloqueo, anuncia medidas similares contra Venezuela.
Cambiarán las formas, pero la penetración cultural, el control territorial, la dominación política y económica, seguirán siendo el camino a transitar por los EE. UU. en Nuestra América. Ahora Cuba está en nuestras mismas condiciones, puede ser que recupere Guantánamo, pero tendrá algo peor, una embajada yanky en La Habana.
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