Por Néstor García Iturbe
Como habíamos planteado en un comentario anterior, en las elecciones de medio término de Estados Unidos, los llamados “republicanos” se hicieron dueños del Congreso, pues además de la mayoría en la Cámara de Representantes, ahora tienen también la del Senado.
Otro aspecto que destacamos en aquel comentario, era el relacionado con el abstencionismo, el cual considerábamos sería mayor que el reflejado en las elecciones presidenciales del 2012. Debo confesar que nunca calculé un abstencionismo cercano al 70 por ciento de los posibles votantes, lo cual se va muy por encima de las cifras históricas que este fenómeno ha registrado en anteriores elecciones estadounidenses.
Esto último, ratifica nuevamente que la famosa “democracia representativa” es un fraude, pues una gran mayoría de la población no participó en las llamadas “elecciones libres” y por lo tanto los elegidos distan mucho de representar los intereses de la mayoría de la población.
El abstencionismo era de esperarse, no solamente la situación económica es peor para grandes segmentos de la población, entiéndase negros y latinos, sino que las esperanzas de que esta mejore cada día se perciben más remotas. En una situación como esa, no vale la pena molestarse en votar.
La administración Obama ha tenido un historial funesto para los estadounidenses que viven por debajo de la línea de la pobreza. El financiamiento a los grandes Bancos y Conglomerados Industriales, en vez de financiar a los ciudadanos necesitados. El envío nuevamente de tropas a Iraq, a una guerra que ya dos presidentes, uno de ellos él, dieron por terminada. La no solución de la cárcel de Guantánamo y el maltrato a los que allí se encuentran. El aumento de las penurias económicas, la disminución del nivel de vida de los jóvenes y las dificultades que estos encuentran para lograr trabajo, son parte de dicho historial.
Obama tendrá algunas dificultades con el nuevo Congreso, pero en algunos asuntos, la comunidad de intereses dentro del “establishment” le facilitará la continuidad de sus planes.
No debe tener muchos problemas para continuar con le concertación de los acuerdos de libre comercio en Asia y Europa, los llamados Acuerdos Trans Pacífico, donde se consolida la relación con China.
Junto con el Congreso promoverá el bajar los impuestos a las grandes empresas, que ya pagan bastante poco por cierto. El objetivo de esto es buscar que las mismas nuevamente inviertan en Estados Unidos en vez de dejar su dinero en santuarios fiscales de otros países.
Todo aquello que implique incremento de utilidades a las empresas del Complejo Militar Industrial será aprobado. Aquí podemos incluir la continuación de la guerra en Iraq, el conflicto contra el mencionado “estado Islámico”, para lo cual ya había solicitado 500 millones y ahora realizó una segunda solicitud de 1,300.
Pudiera surgir algún problema en América Latina que requiera la acción “pacificadora” de Estados Unidos, en estos momentos México está en el embrión de lo que pudiera ser ese tipo de situación.
No existirá problema alguno en continuar la política agresiva contra Irán, mantener las hostilidades en Ucrania y las presiones sobre Rusia, especialmente en el campo económico.
Existirán asuntos conflictivos, como el Obamacare, donde seguramente tratarán de eliminar algunas partes del mismo, en especial las que se refieren a la subvención de los pobres y la contribución de los empleados al programa. El problema original se mantiene, si usted no tiene empleo, no podrá sufragar la póliza correspondiente y el estado tendrá que subvencionarlo, o dejarlo sin cobertura médica.
Otros asuntos conflictivos serán los relacionados con los abortos, los homosexuales, la tenencia de armas, las mujeres y la discusión del techo de la deuda nacional, esto último en crisis, que debe analizarse a fines de diciembre.
En relación con Cuba, considero que en términos generales se mantendrá la política agresiva, bajo el velo de los que la administración Obama ha denominado “soft power” o poder inteligente.
No debe haber afectaciones en cuanto a los viajes a Cuba de cubanos y el envío de remesas. En cuanto a los viajes de estadounidenses, debe haber un aumento, como parte de la aplicación de la política Pueblo a Pueblo, que permite realizar influencia política directa sobre los cubanos, e inclusive de vez en cuando enviar algún oficial de la CIA, dentro de los grupos, para que realice sus actividades.
Las sanciones a bancos y empresas que comercien con Cuba continuarán. Esto es parte fundamental del bloqueo y además de la estrategia encaminada a que la isla cada vez tenga mayores dificultades para realizar sus operaciones financieras.
Obama, aunque está facultado para hacerlo, no solucionará la situación de Alan Gross y de los tres héroes en cárceles estadounidenses.
Cuba continuará incluida en cuantas listas confeccione el gobierno estadounidense. Esto es parte del bloqueo, pues estando en las listas existen elementos legales para que el gobierno, algunos organismos internacionales y las empresas, no le puedan otorgar créditos.
La administración Obama no tendrá dificultad alguna en continuar con muchas de sus políticas más reaccionarias.
Algunos analistas han planteado que como resultado de estas elecciones la derecha va a avanzar, pero es imposible, pues la derecha ya está en la presidencia.
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