Los ferroviarios en su día: 1° de marzo (Villa Crespo Digital) 1º DE MARZO DE 1948 - 2015 DIA DEL FERROVIARIO Por Juan Carlos Cena * Muchacho, el pueblo Recoge todas las botellas que se tiran al agu...

Los ferroviarios en su día: 1° de marzo (Villa Crespo Digital)

ferroviarios en las vias

1º DE MARZO DE 1948 - 2015

DIA DEL FERROVIARIO

Juan Carlos Cena

Por Juan Carlos Cena *

Muchacho, el pueblo
Recoge todas las botellas que se tiran al agua
Con mensajes de naufragio
El Pueblo es una gran memoria colectiva
Que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido
Hay que buscar esas botellas y refrescar la memoria

Leopoldo Marechal - "Rapsodia III. Asedio al Intendente"

El 1º de marzo es el día del ferroviario. Día olvidado, han tratado de borrarlo de todas las formas posibles y no tanto, porque según dicen no hay nada que recordar. El olvido, aún mantiene un cierto campo conquistado sobre la memoria en este simbólico 1º de marzo. Dura lucha es la que han protagonizado, tercamente, los memoriosos ferroviarios, en el intento por hacer retroceder ese vacío, llamado olvido. Primero en la cabeza de los nuevos ferroviarios y luego, en la sociedad. Hoy (ayer) es un día de nostálgica recordación para los ferroviarios veteranos que engrosan el ejército de desocupados y jubilados; 85.000 ferroviarios a la calle y el ferrocarril saqueado, desintegrado, anulado, pasto de comerciantes y corruptos, políticos y gremialistas cipayos. Los espejitos de colores actuales conforman el entramado de una campaña electoral y del posicionamiento de un funcionario para sus apetencias personales. La llamada oposición en un absoluto silencio, nada se dice en defensa de los bienes nacionales.

Es un día triste en esta larga diáspora, a pesar de ello, los ferroviarios, recuerdan lo que fueron y lo que fue el ferrocarril aquel, el deficitario. El recuerdo regresa en ese ¿té acordás? Momento del primer paso dado en busca de la memoria, el primer tranco dado para ganarle al olvido. Una de las características de los ferroviarios fue siempre su terquedad. Dije era, porque hoy algunos ferroviarios disuelven las brumas de la diáspora, otros tratan de rescatar la historia.

IDENTIDAD…

Es dable aclarar que trabajar en el ferrocarril no es lo mismo que ser ferroviario. El ferroviario incorporó a su Ser ese inmenso objeto metálico en movimiento, como su Sujeto: él es el ferrocarril, era de su pertenencia, no como una propiedad privada, sino porque él era parte constitutiva del ferrocarril, no estaba añadido, adosado, sino incluido; el ferrocarril y él constituían un conjunto integrado, armónico. Caminar por las playas de maniobras o recorrer sus rincones, era como recorrer el patio y las comisuras de su casa, de tu hogar.

Somos como nuestros hermanos aborígenes, donde el árbol (objeto) es el sujeto que los contiene y los protege: les da sombra, alimentos, leña y los cantos de los pájaros, sus habitantes. Porque ellos y nosotros somos la naturaleza y no estamos sobre ella. Nosotros los ferroviarios somos el ferrocarril, no estamos sobre él. Eso marca nuestra identidad.

La historia de los ferroviarios es un testimonio de lucha, abnegaciones, sacrificios, rebeldías, muertes y desapariciones. Desde sus inicios, el movimiento obrero ferroviario fue duramente reprimido. Nunca lo doblegaron. Todos los gobiernos de todos los signos trataron de sujetar y domesticar a los trabajadores del riel: los ferrucas.

Desde 1888 a la de 1896 fueron largas peleas, confrontaciones, en 1896: la primera huelga masiva contra los ingleses, o la del 6 de enero de 1912, con 52 días de huelgas. 7.000 ferroviarios enfrentaron a las 17 empresas británicas, y así, hasta el advenimiento del gobierno peronista, donde son movilizados militarmente en 1950, momento en que Eva Perón concurre a los talleres Remedios de Escalada para disuadirlos, no logrando tal cometido.

Muchos de esos compañeros que le dijeron no a Eva, más tarde, en 1955, integraron la Resistencia Peronista. Eran jóvenes peronistas en esa huelga, pero tenían metido dentro de su ser la pertenencia: la de corresponder a la clase obrera. Los conocí...

Más tarde y amanecido oscuro, otro golpe de estado, el del 16 de septiembre de 1955, la represión y la movilización. El Plan Conintes en tiempos de Arturo Frondizi. Dura huelga resistente fue la de 1961, fueron 42 días de paro férreo contra el primer intento de desguace ferroviario de la mano del general Larkín.

La dictadura de Onganía militarizó a los ferroviarios mediante el decreto 5324, todos teníamos grado militar. La repuesta obrera fue la formación de las Comisiones Clandestinas Ferroviarias. Siempre resistiendo todos los intentos represivos.

La dictadura militar de 1976, a través del genocidio, crea un vacío generacional entre los ferroviarios, compañeros desaparecidos por todo el territorio, se instala el terror, a pesar de ello los ferroviarios nunca dejaron de luchar. En octubre de 1977 se realiza el PRIMER PARO NACIONAL FERROVIARIO CONTRA LA DICTADURA MILITAR.

El regreso de las democracias relativas encuentra a la sociedad en su conjunto, al decir de John William Cooke, blanda. Los factores de poder adueñados y consolidados dentro del aparato del Estado ejecutan el desguace del ferrocarril. Primero son los intentos de Alfonsín de la mano del eficiente Terragno y, luego Menem, con toda la iconografía peronista y el embuste, la patraña, la mentira, cierra los ferrocarriles y expulsa a 85.000 ferroviarios más unos 30.000 que trabajaban en las empresas colindantes de Ferrocarriles Argentinos, eran las empresas que abastecían y que al cerrar el ferrocarril dejó a miles también en la calle.

Con el ferrocarril desintegrado, más los ferroviarios expulsados, el sistema comete en un mismo acto un gigantesco FERROCIDIO.

Así las cosas este 1º de marzo del 2015. La realidad es oscura. La Masacre de Once, el asesinato de Mariano Ferreyra, la muerte de cuatro tiros y uno de gracia de LEONARDO ANDRADA. Dura situación social donde los ignotos, los advenedizos, los que ocupan cargos oficiales e intentan dar clases de ferrocarriles, quedan al desnudo ante la mínima realidad…

Como dijera el poeta Roque Daltón: No hay héroes posibles cuando la tempestad ocurre en un oscuro mar de mierda.

Este 1º de marzo del 2015 es un tiempo surcado por las luchas que comenzaron en el siglo XIX. Más de cien años, tiempo que les costó a los explotadores pretender domesticar la rebeldía ferroviaria, no pudieron. Hoy la realidad lo confirma, y nos permite afirmar que todo germina de nuevo, la clase obrera y los ferroviarios en forma particular, que en su dimensión dialéctica, ésta, siempre renace de sus cenizas, demostrando que no hay un fin, sino un recomienzo más dinámico. La clase obrera, la clase más antigua de la humanidad, nunca fue vencida a pesar de las persecuciones, genocidios, represiones y las derrotas temporales. Si bien, debemos sostener que la derrota es dura y larga…

Se van a cumplir 39 años del aniversario del golpe de estado del 24 de marzo de 1976. Los ferroviarios fueron brutamente reprimidos. Tenemos 111 detenidos desaparecidos junto a los ferroportuarios.

Es importante remarcar que inmediatamente de la derrota ferroviaria se llevó adelante el objetivo de destrozar, hacer que se extinguiera toda la cultura obrera, empezando por la palabra. Los ferroviarios vivieron a través de la palabra por todo este tiempo recorriendo el país montados en trenes de palabras. Ella fue y es la transmisora de nuestras ideas, historias, triunfos, derrotas, pero nunca acarreó historias de vencidos, porque siempre se resistió, siempre.

Los ferroviarios nunca se dieron por derrotados ni aún derrotados, porque no estaban vencidos, conservaron la palabra y mientras haya guardapalabras que las cobijen, la vida continúa.

Ellos, los que cercaron la Ciudadela Ferroviaria lo sabían, y se propusieron: ¡ hay que arrebatarle la palabra a los ferroviarios ! para vaciarles el lenguaje aquel. Nunca lo lograron.

Nuestra experiencia, desde el MONAREFA, ha sido la recuperación de medio centenar de propuestas culturales a lo largo y ancho de Argentina que nos ayuda a mantener algo viva ese espíritu que alguna vez fue miles…

Existen fenómenos que ocurren en el seno del pueblo, y hay que divulgarlos, porque están almacenados de por vida.

Durante la dictadura y los gobiernos democráticos serviles, los trabajadores ferroviarios escondieron el fuego sagrado de sus luchas; por ello cobijaron y clandestinizaron la palabra entre los rescoldos de las cenizas de la devastación ferroviaria. Los nuevos compañeros volvieron a soplar la brasa, es lo real maravilloso de la clase obrera, dando nacimiento a nuevos retoños tibios que encarnan la certeza de que la lucha continúa.

"El olvido es una herramienta de la clase dominante. Se ha dicho que hay un momento inicial de la memoria en que el río incontenible de lo vivido es tumultuoso".

"Arrastra todo a su paso, espumante, más allá, el río armoniza su cauce".

"La memoria es un proceso social. No hay un solo memorioso, y si lo hay, es de algún modo arbitrario, porque quien narra elige un orden que jamás será espejo del pasado".

De "El Guardapalabras, memorias de un ferroviario".

*  Miembro fundador del MONAREFA, ex Secretario General del Personal Técnico de Dirección de los FF.AA. (1984 - 1989) y autor de numerosos trabajos y libros como "El Ferrocidio", "Ferroviarios, sinfonía de acero y lucha", "Ferrocarriles Argentinos, destrucción / recuperación, entre otros.

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