Raúl Capote compartió con quienes reafirmaron su compromiso
de mantener la independencia de la patria
y la unidad de la mayor organización de masas del país.
Por Pedro Lázaro Rodríguez Gil
Conversar con Raúl Capote Fernández, ex agente “Daniel” de la seguridad del Estado cubano, fue una grata experiencia, pues de primera mano ratificamos ideas de las que no conocemos toda la historia de su génesis.
Recientemente Raúl participó de un recorrido por la provincia de Pinar del Río y accedió a conversar con Tele Pinar. Jovial, espontáneo y muy comunicador, son parte de sus características, lo que facilitó el diálogo.
Nuestra conversación abarcó un tema de mucha actualidad para Cuba: los paquetes de medios audiovisuales.
TP: -¿Qué vinculación tuvo con la creación de los paquetes?
RC: -La génesis de esta idea surge del fracaso de intentar multiplicar el uso de la televisión por cable en Cuba, con lo que se pretendía hacer llegar una televisión a la carta, previamente elaborada por los servicios de inteligencia norteamericanos.
En una reunión de oficiales de la Agencia Central de Inteligencia -CIA por sus siglas en inglés- donde participé, se lanza la idea de estos paquetes que se trasladarían en discos duros aprovechando contrabandistas como mulas, pues se suponía que ya tenían los contactos en Cuba para distribuir de forma rápida la información. A estas personas les convenía pues se les financiaba el viaje y sus equipajes. La CIA quedaba al margen de esta actividad y ello propiciaba que se utilizara como medio de lucro en la Isla.
TP: -¿A qué atribuye su demanda por la población cubana?
RC: -Es importante que se conozca que este paquete parte de un minucioso estudio del consumo cultural de los cubanos, de las tendencias en la preferencia de nuestra población, sobre todo de los audiovisuales. Por supuesto, se trabaja en lograr un balance que esté a tono con todos los gustos y que en apariencia su único objetivo sea el de entretener.
Te puedo comentar que hay shows de grandes cadenas de televisión que se adecuaron a estas nuevas exigencias, e incluso comenzaron a dar preeminencia a la participación de cubanos, ello con el objetivo de reafirmar la valía del american way of life, como mejor opción.
TP: -¿Cuál fue el objetivo primordial que se trazó la CIA con estos paquetes?
RC: -Resulta que con el fracaso de tele y radio Martí, esta sería la nueva vía de influenciar en la forma de pensar de los cubanos. No solo con las series y las películas, que además tienen una fuerte tergiversación de la historia, sino también a través de los videos juegos y las aplicaciones para móviles que son de gran consumo.
Son métodos que ya han probado en otros lugares con resultados según sus planes; ellos mismos dicen que “trabajan en construir al hombre tonto del capitalismo, al hombre frívolo”. Esa es su principal misión, desmantelar y desmotivar al hombre nuevo que creó la Revolución cubana, aunque para ellos es paradójico que los jóvenes defiendan este proyecto, a pesar de las limitaciones y de las carencias materiales.
TP: -¿Cómo se debe convivir con estos paquetes de información?
RC: -Bueno, siempre que hablo de esto me refiero a los cigarros. Los productores siempre reseñan en sus etiquetas “fumar daña la salud”. Se trata de cada día explicar más y mejor a los que consumen el paquete las intenciones reales de su existencia, no es que se prohíba, que se esté persiguiendo a quienes lo ven, sino de que comprendan los riesgos que implica y que tengan claridad de la manipulación que en ellos se hace de la verdad.
Aparejado hay que elevar la factura de los productos audiovisuales nacionales, que estén más efectivamente vinculados a nuestras raíces culturales. No se trata de rescatar, sino de difundir para que se integre de mejor manera en la forma de pensar y de actuar de los cubanos de hoy. Eso nos identifica en el mundo entero y forma parte de la dignidad nacional.
TP: -Sin dudas, esta práctica va dirigida en lo fundamental a las nuevas generaciones de cubanos. ¿Cómo aprecia la participación de este sector poblacional en la construcción de nuestra sociedad?
RC: -Es risorio como hasta eso atacan. Imagina, ellos tratan de poner a los jóvenes cubanos con un cliché de “hombre nuevo”, como si saliera de una producción en serie que no puede tener errores.
Claro, que los cubanos no somos hombres perfectos, pero si tenemos la aspiración de ser cada vez mejores. Pero en lo que no hay dudas es que somos mejores que quienes engendra el capitalismo.
Hay ejemplos muy recientes. Los médicos cubanos en África en la lucha contra el Ébola, fueron allí a jugarse la vida, a salvar a ese continente de esa calamidad y a salvar a la humanidad de sus posibles consecuencias. Llegaban donde nadie más lo hacía, aplicaban experiencias técnicas y humanas que le valieron el reconocimiento del mundo entero y eso de forma gratis. Fueron los únicos que hicieron eso.
Ese es el hombre nuevo del que tanto habló el Che y habla Fidel, el que es capaz de meterse en una favela de Brasil, el que siente orgullo de trabajar por el bien de la sociedad. Ese es el hombre que el socialismo cubano formó, con todas sus virtudes y las tantas cosas que aún nos falta por hacer.
El diálogo con Raúl fue en el monumento a Los Malagones del municipio de Viñales, donde se abanderaron 55 jóvenes como vanguardia de los más de 44 mil miembros de los Comités de Defensa de la Revolución con que cuenta Pinar del Río.
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