La mejor comedia de Jimmy Morales (Crónicas de una Inquilina)

Por Ilka Oliva Corado

@ilkaolivacorado

Hace dos años Jimmy Morales no era más que un comediante mediocre que se aprovechaba del mote de artista para secundar la exclusión, la discriminación racial, la violencia de género y el colonialismo. Es decir; era un come mierda cualquiera. Dos años después sigue siendo un mediocre y eso no va a cambiar nunca, digno representante de arribistas avorazados, el moralejo aprovechó el hueso que le ofreció la oligarquía y la Embajada de Estados Unidos en Guatemala, y tiene ansias de despedazar a ese mismo pueblo del que en jactancia de aprovechado mezquino se burló cuantas veces quiso con su programa Moralejas.

La mejor comedia de Jimmy Morales no ha sido su programa televisivo y tampoco ninguna de sus giras a Estados Unidos, la mejor comedia fue haber logrado que aquellas masas que salieron a manifestaciones sorprendentes que llamaron la atención del mundo entero,   esas masas que salieron a fingir dignidad, lealtad y consecuencia política y humana, le dieran el voto. Fue muy simple, no tuvo que actuar, (no es actor) porque con una sociedad que olvida pronto, que es clasista, misógina, homofóbica, patriarcal y colonial. Con una sociedad que tira la piedra y esconde la mano, que es cachureca y solapadora. Con una sociedad que pulula en analfabetos y fanáticos políticos no hay que seguir libreto alguno, solo hay que darle lo que pide.

Con una sociedad sedienta de doble moral, de apariencias, de avaricia, no hay que imitar, (no es imitador, no tiene ese talento) solo hay que darle lo que pide. Con una sociedad mediocre como la guatemalteca donde los universitarios y egresados siguen negando que hubo Genocidio, pero que conmemoran el Holocausto, que le llaman indio patas rajadas al hermano de distinta etnia porque ellos se sienten europeos. Con una sociedad que carece de identidad y coraje. Con una sociedad tan petulante e inepta, es muy fácil que un arribista sin escrúpulos como lo es Jimmy Morales llegue a la presidencia en un abrir y cerrar de ojos.

Un mediocre zalamero es lo que tenemos de presidente. Un truhán que niega el Genocidio, que está en contra del aborto, que solapa el feminicidio. Un misógino. Una marioneta que entre que se pone a gatas también lustra botas militares y mocasines en la embajada gringa. Un usurpador que con la ayuda de organizaciones “pro Guatemala”   orquestadas por ex agentes de la G-2 y otros arrastrados que velan hueso en el nuevo gabinete, que viven en Estados Unidos, se inventaron el voto simbólico. No hay que ser muy inteligente para saber de la desvergüenza de Conamigua en Estados Unidos y quiénes están a cargo.

Ese voto simbólico fue una fumada tan bien programa por los militares y la mediatización. Los miles de guatemaltecos indocumentados ni se enteraron, (y ni aunque se hubieran enterado) esos pobres con tres turnos al día no tienen tiempo ni de respirar. El voto fue entre las lacras de Conamigua y las organizaciones “culturales” y “sin fines de lucro” que dirigen ex agentes de la G-2. Con eso de que ni a Ríos Montt pudieron meter al bote, ellos aquí bien jampones, a sus anchas…

Se creen caciques cuando llegan a Guatemala a aquellas convenciones de Empresarios Migrantes. ¿De dónde saca el dinero esa gente? Si pues, “sin fines de lucro,” en nombre la “cultura,” estafan en la añoranza a miles de compatriotas a los que el sistema a obligado a migrar.

En Guatemala esas masas que durante meses sirvieron de ejemplo al mundo, que pusieron a Guatemala en la prensa internacional, esas mismas fueron las que sin necesidad de arrearlas se dirigieron campantes al matadero. Un voto idealizado en la presunción, en la continuidad del colonialismo, en la violencia de género, en el patriarcado. Un voto que sigue exportando mano de obra barata a Estados Unidos. Un voto que le sigue dando de hartar a los que ya están empanzados. Un voto que les sigue llenando las cuentas bancarias a los conspiradores. Un voto a un ladrón mediocre (porque hasta para ser ladrón hay que tenerlos bien puestos), a un arrastrado que dice sí señor. Sí patrón, lo que usted mande oligárquico, lo que usted diga anglosajón.

Así son los traidores que por unas cuantas monedas venden a su pueblo. Porque no hay dinero en el mundo que logre lavarle la sangre a un traidor. No hay dinero en el mundo que reviva a tantos niños que mueren de hambruna, a tantos enfermos que mueren en los hospitales por falta de medicamento. No hay dinero que redima a un traidor que por embrocarse es culpable de la continuidad de la violencia de género. De las limpiezas sociales. De los motines en las cárceles, (como cortinas de humo). A ese traidor lo puso en el gobierno una masa traidora.

Los resultados están a la vista, Guatemala se derrumba, la oligarquía y Estados Unidos la siguen devorando. Creemos ingenuamente que lo peor ya lo vivió Guatemala. Creemos ingenuamente que estamos en tiempos de paz. ¿Cuál? Si en tiempos de paz siguen violando niñas, siguen los feminicidios, las limpiezas sociales, los asesinatos de periodistas, de defensores de Derechos Humanos y del Medio Ambiente. ¿Es esa la paz guatemalteca?

¿Así de mediocres somos que es ése el concepto de paz con el que nos conformamos? ¿Cuál será entonces el concepto de progreso, de libertad, de Memoria Histórica, de identidad, de dignidad? ¿Cuál será el concepto de tejido social? ¿Cuál será nuestro concepto de justicia? ¿Cuál significa Guatemala para una sociedad tan mediocre como la que por desgracia la habita?

La mejor comedia de Jimmy Morales ha sido esta, la de darle continuidad a los saqueos y a venta de tierras, darle licencias a las minerías, y darle continuidad a un sistema de aterroriza en nombre de la violencia común, pero que es paramilitar. Darle continuidad a dictadura silenciosa que implementó el ejército.

Yo pregunto, ¿somos tan cagados que nos vamos a seguir dejando? ¿Vamos a seguir dejando que un remedo de artista continúe con el saqueo. ¿Así de come mierdas somos?  ¿Vamos a permitir que un traidor nos escupa en la cara¿ ¡ Qué se vea que no solo boca somos ! ¡ Qué se vean los arrestos de los que hacen alarde, gallitos de pelea ! ¡ Qué se vea  el amor que decimos tenerle a Guatemala !

¿Para cuándo? Tristín. Todo lo malo que le suceda a Guatemala en este gobierno será nuestra culpa, por rajones. Después ya con patadas de ahogados que las manifestaciones contra corrupción que se las crean…  Hay que actuar. La Acción es la diferencia.