Por Carlos Del Frade
(APe).- Resulta difícil explicar por qué mucha gente todavía piensa que es posible que haya democracia en una institución que maneja las voluntades y pasiones de millones de personas a través de solamente 75 dirigentes. Varias veces, desde estas mismas columnas, insistimos en decir que el fútbol es la más clara expresión del capitalismo: las muchedumbres manejadas por las minorías.
El sueño de miles de pibes que juegan en las inferiores de llegar a primera solamente es cumplido por el 4% de ellos. Sin embargo, durante semanas, se insiste en hablar de la democracia en el fútbol. Tozuda negación de la realidad. Luego de los 76 votos sobre 75 personas, la sobreactuación de la sorpresa por muchos actores sociales y políticos, por muchos sectores del pueblo futbolero. “¿¡Cómo puede ser!?”, se repite en clave de indignación.
Puede ser porque solamente una minoría maneja millones voluntades y millones de dólares. Imposible que haya democracia, imposible que haya transparencia. Por eso el viaje histórico es casi una explicación. El origen de los clubes de los dirigentes que hoy quieren ser el presidente de la AFA derivó en este presente, en esta AFA, en estafa porque, quizás, la traición al origen es la que explica la naturaleza de los días que se viven.
“A principio del siglo XX, un grupo de jóvenes del barrio de Villa Crespo, imbuido de ideas socialistas e inspirados en los sucesos del 1° de mayo que dieron lugar al día universal del trabajador, bautizaron a su equipo barrial de fútbol Mártires de Chicago”, explica Hugo Frasso, en la página oficial del Club Atlético Argentinos Juniors, cuyo actual titular, Luis Segura, quiere ser el presidente de la AFA.
“Ya en 1904, en ocasión de disputarse un partido contra otro equipo del barrio en la cancha en la que habitualmente lo hacían, en Gaona y Anasco, nace la idea de fundar un club. El partido se juega el 14 de agosto de ese ano y triunfa «Mártires de Chicago» por 3 a 1 contra «Sol de la Victoria».
Invitan a sus vencidos a sumarse a la iniciativa y así, al día siguiente, 15 de agosto de 1904, se lleva a cabo el acto de fundación en una obra en construcción sita en Araoz y Corrientes. Se le da al flamante club el nombre de Asociación Atlética y Futbolística Argentinos Unidos de Villa Crespo siendo su primer Presidente, aclamado por unanimidad, Leandro Ravera Bianchi.
A los pocos días, cuando se encarga el sello, el propio fabricante sugiere acortar el nombre ya que el sello, además de caro, era de difícil confección. Nace entonces el definitivo Asociación Atlética Argentinos Juniors. La secretaria se instala en Araoz 450, la casa de los hermanos Agostini, se adoptan como colores identificatorios el rojo con vivos blancos en reemplazo del blanco y verde utilizados hasta entonces, fieles a sus principios socialistas, pues ese año el Partido Socialista coloca su primer diputado en el Congreso de la Nación, que es el doctor Alfredo Palacios”, sostiene Frasso.
Maravillosa historia que explica el sentido social del fútbol por aquellos viejos socialistas, aquellos anarquistas de principios del siglo veinte que vivían de acuerdo a los valores de la solidaridad y justicia social, que recordaban con orgullo y amor a los mártires de Chicago.
Marcelo Tinelli, en tanto, hereda la historia de San Lorenzo de Almagro. Dice el portal web del club que “la llegada al Barrio del Padre Salesiano Lorenzo Bartolomé Martín Massa fue determinante la hora de la fundación de San Lorenzo de Almagro, su visión social para sacar a los pibes de los peligros de la calle, fue fundamental para que aquellos chicos del lugar creyeran en ese noble cura joven que les abría su corazón y las puertas del Oratorio San Antonio para que mostraran su fútbol, a partir de la fundación del Club que pasó a llamarse a partir del 1º de Abril de 1908, San Lorenzo de Almagro”, sostiene la página oficial de la institución azulgrana.
Una vez más la presencia del fútbol en su sentido lúdico y de inclusión social, de portador de valores para los pibes errantes de las calles de principios del siglo veinte.
Luis Segura y Marcelo Tinelli no tienen nada que ver con aquellos orígenes de sus propios clubes.
Son resultados de la traición a esos principios, hijos directos del fenomenal negocio del fútbol que desplazó, hace décadas, aquellos valores individuales y colectivos que buscaban una sociedad mejor donde ganadores y perdedores se juntaban para fundar y compartir una esperanza.
De aquellos orígenes a esta AFA, de aquellos principios a la estafa.
Fuentes: Páginas oficiales de Argentinos Juniors y San Lorenzo de Almagro, “La ciudad goleada. Fútbol, lavado de dinero y poder”, tomos I y II, del autor de esta nota.
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