Por Andrés Sarlengo *
Hacer periodismo en tiempos de extractivismo: tarea nada fácil en el sur santafesino rodeado de sojalismo y transnacionales. De eso queremos escribir: por lo tanto más de cinco preguntas (las 5 “w” que la academia enseña para ejercer profesionalmente) son fundamentales.
Aquí, en plena pampa húmeda, las noticias huelen a glifosato y boom inmobiliario. La agenda de los medios tienen contenidos precisos: por voluntad propia o ¿inconscientemente? el poder empresarial y los dirigentes políticos - judiciales son inscriptos en la labor periodística con sus intereses y aspiraciones.
Mientras los informes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario señalan que sobrevivimos atravesados por la “química” de los agronegocios, “guerra química” diría la médica Elisa Sementuch, por nuestra “sangre” circulan agrótoxicos y plusvalía explotadora. Desde el gobernador M. Lifschitz y sus ministros hasta la Secretaría de Producción de la ciudad aplauden a la Sociedad Rural, las semilleras y sus biotecnologías, las industrias agroindustriales y sus derivados, los biocombustibles… Desde Ricardo Spinozzi hasta Monsanto, los Clusters de Semillas hasta Lorenzo Pérez: el sojalismo nos conforma. Las capas medias del sur de Santa Fe optaron por el amarillo oligarca macrista; no tan distante, sin embargo, de las políticas K que facilitaban los buenos negocios del “campo”.
El periodismo venadense no les da aire, imágenes ni papel a las miradas críticas contra el extractivismo. A lo sumo aparece la disputa de cuántos metros debe haber entre las pulverizaciones con agroquímicos y los seres humanos o el ecosistema. Puede más la publicidad y la chatura, lo inmediato que lo importante. Para el periodismo venadense pareciera que nosotros -los pobladores de la región- somos “biologías” y no sujetos producidos por un orden socio-histórico. La doble relación sojalismo - hombres (y los hombres “mediados” por el sojalismo) solo emerge en los medios locales en los “boom de cosechas y los avances científicos de las semilleras”: son las noticias - representación de la clase poseedora de la zona.
De ahí que desde Contrapuntos queremos darle aire y aliento a las voces y prácticas rebeldes de la región y el país. Éticamente no acordamos con el silencio cómplice: hacemos radio y entrevistas -cuasi un lenguaje materno que acaricia a los escucha estimulándolos a liberarse- contra el patriarcado señorial de los burgueses sojeros - mineros - petroleros - átomo nucleares. Hacemos periodismo para darle voz activa a quienes resisten contra (por ejemplo) las “12 empresas que facturan 217.144.000.000 de pesos y no pagan ingresos brutos en Santa Fe”.
Hacemos de Contrapuntos una labor pedagógica llevando a formato radial lo pensado por María Teresa Nidelcoff: “El maestro pueblo debe ayudar a descubrir la situación de opresión”. Todo lo contrario a los decires de Claudia Balagué, ministra de Educación de la provincia, que alienta la alianza entre “educación y producción” sustrayendo o abstrayendo que vivimos bajo la “producción” extractivista transnacional. La web oficial sentencia: “Por tercer año consecutivo, el Gobierno de Santa Fe impulsa el encuentro entre empresarios, docentes y estudiantes de escuelas técnicas. Se realizará en las cinco regiones provinciales y enfoca la implementación de las prácticas profesionalizantes (Setiembre de 2015)”.
¿Qué hacen los medios colegas frente a ese breve párrafo gubernamental? Lo mismo que la funcionaria: abstraerlo de las relaciones sociales y de poder.
Nadie discute que la historia del hombre es trabajo y producción… pero si el trabajo no es libre y solidario, solo hacemos de nosotros lo mismo que con la naturaleza: la convertimos en mercancía, la matamos, le quitamos la vida…
El extractivismo y sus noticias nos asesinan y contaminan.
Nosotros desde Contrapuntos, desde hace diez años, como una piedra en los mocasines de los burgueses, queremos hacer radio para darle aliento a las activas resistencias contra la opresión.
Desde hace 520 sábados, emitimos desde las 13 horas por www.fmnostalgia.com.ar mucho de lo que el sojalismo económico y político no quiere escuchar ni que se sepa.
Hay que multiplicar los Contrapuntos rebeldes…
* Conductor de Contrapuntos. La presente nota corresponde al editorial del programa emitido el 21/12/15
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