Makrilandia La Argentina de hoy no es casualidad. Ni por asomo. Resulta ser una coyuntura planificada al milímetro para la continuación del plan impue...

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Macri-CFK

Director Editorial 2013

La Argentina de hoy no es casualidad. Ni por asomo. Resulta ser una coyuntura planificada al milímetro para la continuación del plan impuesto por la dictadura cívico, militar y religiosa iniciada en 1976. Se vuelve a repetir la historia, de otra forma, de los ' 70 y los ' 90.

La continuación del proyecto burgués

Históricamente, hay un hilo conductor en nuestra historia que, con matices, no se pudo romper aunque tuvo su oportunidad en el 2001. Y es precisamente la complicidad de la burguesía local con el imperialismo de turno. Hasta 1945, sirvió al inglés y luego de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, al norteamericano. Luego, con la Guerra Fría, el imperialismo yanqui jugaría estratégicamente para la dominación de Latinoamérica y nuestro país no fue la excepción.

El surgimiento del peronismo provocó la inquietud de viejos y nuevos terratenientes como también de los primeros industriales, surgidos del proceso de sustitución de importaciones durante el período 1914 - 1938, al dar participación política a las y los trabajadores. Por otra parte, implementó los proyectos de legislación laboral del Diputado Alfredo L. Palacios para beneficiarlos y ello renovó el encono con la burguesía. Sin embargo, no conviene olvidar que arrasó con aquellos socialistas y anarquistas de las primeras décadas del siglo XX para poder imponer su doctrina y crear un Estado con algunas similitudes al fascismo de Mussolini. De allí que la izquierda no anidara con fuerza en nuestro país, salvo el Partido Socialista y el Partido Comunista, lo que luego fue reforzado por la injerencia norteamericana en años posteriores.

Si bien el proceso injerencista comenzó a fines de la década del ' 50 del siglo pasado, cobró fuerza durante los ' 60 y ' 70. La dictadura genocida de 1976 sentó las bases del actual proyecto de país, siendo luego continuado por el menemismo en los ' 90; el delarruismo, en el 2000; el duhaldismo, después de 2001 y el kirchnerismo desde 2003, retomando el rol establecido para la Argentina durante el siglo XIX con pequeños matices.

El discurso pronunciado el 2 de abril de 1976 por el extinto José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía de la dictadura genocida, daba cuenta de los cimientos de la economía argentina y ello puede complementarse con las expresiones del ex presidente Menem al promulgar la Ley de Reforma del Estado y la reforma al Código de Minería; ésta última fue la que permitió el inicio de la megaminería, otorgando enormes facilidades que luego continuarían durante los posteriores gobiernos. Ambos pueden considerarse como las bases actuales de nuestra economía, aunque con el maquillaje kirchnerista de los planes compensatorios tales como la Asignación Universal por Hijo o la Asignación para las Mujeres Embarazadas.

De Cristina a Mauricio

El gobierno kirchnerista tuvo dos etapas claramente definidas. La primera, con el extinto Néstor Kirchner, en donde se completó el proceso de restauración de la democracia burguesa iniciada por el ex presidente Eduardo Duhalde y comenzaba una política económica destinada a contener a los sectores populares que todavía estaban fuera del sistema capitalista y la segunda, con Cristina Fernández, que expandió el sojalismo y el extractivismo junto con medidas de corte populistas para balancear la cantidad de pobres que podría sustentar el capitalismo argentino.

El conflicto con el campo, debido a la mentada Resolución 125, abrió un frente que no se cerraría al igual que con el Grupo Clarín, al sancionarse y reglamentarse la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El primero llevó, con la implementación de las retenciones al trigo, maíz y soja, a la falta de liquidación de exportaciones que, a su vez, provocó la falta de dólares en el mercado cambiario, el que también fue regulado mediante el conocido "cepo" mientras que lo segundo significó abrir la puerta a un combate abierto con un agente imperialista integrante del Grupo Prisa.

Más tarde, el juicio de los fondos buitres en Nueva York, con el fallo del juez Griesa, terminaría de minar el camino del kirchnerismo mientras pegaba el manotazo de ahogado con una devaluación, que sería el principio del fin en materia financiera.

No obstante, la ex presidente finalizó el mandato con un alto grado de aprobación por parte de la ciudadanía. Las políticas compensatorias como la Asignación Universal por Hijo, la Asignación a la Mujer Embarazada, la Jubilación a las Amas de Casa y la moratoria previsional, previstas por el capitalismo para regular la pobreza, constituyeron meros parches que no solucionaron los problemas de fondo en materia económica y social de la Argentina.

El 2015 fue año electoral, con elecciones generales, donde se renovarían las autoridades a nivel nacional, provincial y municipal. Pero el ego pudo más y Cristina Fernández decidió perder las presidenciales. Para las PASO, ordenó bajarse de su postulación a Florencio Randazzo, entonces ministro del Interior y Transporte, y sostuvo la de Daniel Scioli, quien era gobernador de la provincia de Buenos Aires. Sabía lo que hacía. Ningún gobernador de dicha provincia pudo ser elegido Presidente de la Nación por la vía electoral (1) y que el elegido era aceptado por el establishment.

Era evidente que no quería cargar con el lastre del ajuste que se venía; más aún, cuando Mauricio Macri y sus adláteres ya hablaban de una devaluación cercana al 50%. La burguesía no perdió tiempo y progresivamente, como siempre ocurre, fue armando su colchón mediante incrementos de precios. Otra vez estaba cerca la victoria, porque la soberbia y la falta de autocrítica ya molestaba al medio pelo argentino, como bien definió Jauretche a la clase media.

Llegaron las presidenciales y la ex presidente hizo poco o nada por sostener a su candidato. Ya había elegido que Mauricio Macri iba a hacer el trabajo sucio. En rigor de verdad, una estrategia muy perversa que infló, a su vez, el ego del entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Con un voto bronca, por parte de la pequeña y gran burguesía como también trabajadores, el líder del PRO fue electo como Presidente de la Nación. Pero bronca por esa pedantería y la cantidad de cadenas nacionales que caracterizó el último tramo del mandato de la ex presidente.

Como siempre, el FIT alcanzó a llegar a la primera vuelta pero perdió bastantes votos en comparación con la elección legislativa anterior en 2013. Las disputas entre el PO y el PTS eran evidentes. Para peor, se hicieron públicas y jamás hablaron de socialismo. El resto de la izquierda estaba a la deriva, en diáspora permanente. Se convocó al voto en blanco, cuya cantidad podría haber sido un condicionante para el nuevo mandatario, pero muchas y muchos optaron por el mal menor o el "cambio".

¿Pacto de Olivos II?

Luego de las elecciones, tuvo lugar una reunión entre Cristina Fernández de Kirchner y el presidente electo en Olivos. Duró 20 minutos. Pero allí se sentaron las bases de la nueva etapa que se iniciaría el 10 de diciembre del año pasado.

La burguesía celebraba alegre el triunfo amarillo y se aprestaba a tomar el poder. Y se aceleraron los tiempos. Una chicana jurídica permitió "recortar" el mandato a la ex presidente hasta el día 9 y asumió provisoriamente Pinedo, presidente provisional del Senado, quien le entregaría la banda y el bastón a Mauricio Macri. Esperaban lo que se había prometido: devaluación y liberación del cepo cambiario. Y cumplió.

Ahora bien, intentando responder al interrogante, podemos afirmar que sí lo hubo. Sobran hechos que así lo confirman, más allá de los despidos masivos en el Estado y la conformación de un gabinete de ceócratas. El silencio de la ex presidente es notorio y se viene postergando su regreso a la arena política. Primero, iba a ser en enero; luego, en febrero; más tarde, en marzo y ahora se habla que podría ser el mes próximo.

La perversidad no podía ser mayor. El macrismo en el poder aprovechó para despedir a la mayoría de los trabajadores incorporados por el kirchnerismo, los cuales estaban precarizados y avanzar en el recorte en materia social. La burguesía aprovechó para imitar al Estado y comenzó a despedir sin miramientos para volver a la rentabilidad de los ' 90. Por otro lado, se devaluó en un 50% y se eliminaron las retenciones al maíz y al trigo aunque apenas se redujo la correspondiente a la soja, como también empezaron los tarifazos con el incremento del precio de la electricidad que, con seguridad, se ampliarán al gas, al teléfono y al transporte. Sin dudas, una brutal transferencia de ingresos a la clase dominante y a las transnacionales.

¿Si hubiese ganado Scioli hubiese hecho lo mismo?. Tal vez con una mayor progresividad, era inevitable el ajuste y uno de los economistas del sciolismo, Miguel Bein lo explicaba: “Lo mejor es tender a sacar y bajar controles, pero con gran responsabilidad. Los que están diciendo de sacarlo de un día para el otro, no te están diciendo a qué precio” (…) “no podés tener gente que hable pavadas como si estuviera dando clases en un universidad” (con respecto al cepo cambiario); “Estamos sembando trigo solo porque forma parte de la rotación y lo tenés que hacer para defender la calidad de tu campo, pero (la ecuación económica) no da”. “No puede ser que la Argentina no exporte carne”. (con respecto a la situación del agro) y para rematarla: “Hay subsidios que están muy bien (pero también) hay gente con buena capacidad adquisitiva y de pronto paga 35 pesos de luz por mes. Lo que tenés que hacer es poner una tarifa que empiece a tener que ver con el costo de producir electricidad y tener (además) una tarifa social, como hizo el gobierno con las garrafas”. (2) Cualquier similitud con lo realizado por el actual Gobierno Nacional no es casualidad.

Mario Blejer, otro viejo conocido de la economía argentina y también asesor económico del ex candidato del Frente para la Victoria, afirmó que "Scioli hubiera hecho otras cosas, pero no tan distintas en algunos aspectos. Por ejemplo, en la idea de que es fundamental atraer inversión al país, mejorar las condiciones para los negocios, que se mejore el ambiente de inversión tanto externa como interna: eso era un elemento común" como también que "había que simplificar o eliminar directamente las restricciones cambiarias. Hubiéramos hecho la reforma, lo cierto es que la idea del cepo estaba (interfiriendo) entre las inversiones y el país" (3)

Tanto Macri como Scioli piensan exactamente lo mismo. Por eso, muchas y muchos convocamos al voto en blanco para cortar esta perversión que no es más que esperar la ejecución del ajuste por parte del macrismo para que la ex presidente vuelva a erigirse en "salvadora de la Patria". ¿Podrá?. Es la pregunta del millón, cuando Diego Bossio, ex Director Ejecutivo del ANSES, armó su propio bloque con otros 14 Diputados Nacionales, dejó sin mayoría parlamentaria al Frente para la Victoria en Diputados y Miguel Pichetto, con enormes raíces menemistas, alinea al bloque para aprobar todo lo que pretende el macrismo.

La resistencia

En diciembre y enero nadie alcanzaba a reaccionar. Como en el ' 76, el shock de las medidas económicas y de los Decretos de Necesidad y Urgencia provocó una inacción que no se comprendía. Pero Macri estaba tranquilo con las CGT. Ya se había acordado la designación de Luis Scervino, director médico de la Obra Social de Obras y Servicios Sanitarios y un técnico de confianza del jefe de ese sindicato, José Luis Lingeri, quien también fue titular de la ex Administración Nacional del Seguro de Salud (Anssal) en el Gobierno de Carlos Menem. Y no fue casual: el precio del silencio de Caló, Moyano y Barrionuevo fue de 26.000 millones de pesos que provienen del Fondo Solidario de Redistribución, con el cual se equilibran las cápitas de las Obras Sociales Sindicales y se atienden las prestaciones derivadas del cumplimiento de la Ley Nº 24.901 para las personas con discapacidad, fue la primera medida que dispuso el funcionario designado (4).

De a poco, el kirchnerismo buscó contener a su pequeña burguesía con actos en plazas y parques, donde participaron ex funcionarios como Axel Kicilloff y Martín Sabbatella. Otras variantes militantes fueron denominadas "Resistencia con aguante". Fue la táctica para conservar la base electoral en la clase mierda.

Pero faltaba la voz de los trabajadores. Silenciadas las tres CGT, el 24 de febrero tuvo lugar un paro y movilización de ATE contra la precarización laboral y los despidos masivos que ni siquiera lo pudo parar el protocolo antipiquetes acordado por Patricia Bullrich, la ministro de Seguridad, con las provincias. La CTA todavía espera. Y algunos trabajadores del sector privado comenzaron a hacer piquetes en defensa de sus compañeros despedidos.

Sin embargo, no falta mucho tiempo para que la pequeña burguesía salga a la calle. Entre el tarifazo eléctrico -de hecho se están organizando en algunos barrios y ciudades- y el incremento de las tasas de interés para quienes compraron o renovaron su vivienda propia verán estrellarse el sueño del "Cambiemos". Y no tendrán otra salida que protestar cuanto antes.

El escenario que Cristina espera no está lejos. Pero las contradicciones matan. El protocolo antipiquetes y la represión indiscriminada es habitual en aquellas localidades y provincias donde gobierna el mismo Frente para la Victoria.

Pero la verdadera lucha está en resistir las medidas del macrismo y evitar que el kirchnerismo vuelva por las suyas. Es necesario romper el círculo vicioso que perdura desde el siglo XIX, con una verdadera resistencia anticapitalista y antiimperialista. Parafraseando a Nora Cortiñas, si este pueblo aguantó y resistió la dictadura cívico, militar y religiosa, el menemismo y la crisis de 2001, hay esperanza en que lo vuelva a hacer con más fuerza pero con una unidad del campo popular, incluída la izquierda dispersa, para crear ese socialismo que soñaron nuestros 30.000 compañeras y compañeros detenidos - desaparecidos.

NOTAS:

(1) Conviene leer "El orden conservador", de Natalio Botana, en donde puede advertirse como las elites políticas y económicas hicieron su juego durante buena parte del siglo XIX y XX; entre otras cuestiones, con el intercambio de candidaturas entre senadores, diputados y gobernadores.

(2) "10 ideas de Bein, el elegido de Scioli para la economía" (Cronista.com) - http://www.cronista.com/elecciones2015/10-ideas-de-Bein-el-elegido-de-Scioli-para-la-economia-20150902-0079.html

Otro artículo revelador es la nota "Miguel Bein: ' Para pagar los costos de la electricidad, hay que multiplicar las tarifas cinco o seis veces ' ", publicada en Infobae - Ver en http://www.infobae.com/2015/11/17/1770324-miguel-bein-para-pagar-los-costos-la-electricidad-hay-que-multiplicar-las-tarifas-cinco-o-seis-veces

(3) Ver: "Un asesor de Daniel Scioli admitió que hubiera aplicado las mismas políticas económicas de Mauricio Macri" (Infobae) - http://www.infobae.com/2016/01/14/1783091-un-asesor-daniel-scioli-admitio-que-hubiera-aplicado-las-mismas-politicas-economicas-mauricio-macri

(4) Ver: "Confirman $26 mil millones para los gremios" (Política Argentina) - http://www.politicargentina.com/notas/201512/10739-confirman-26-mil-millones-para-los-gremios.html

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