Saludo del Presidente Obama a Alicia Alonso junto al Presidente Raúl Castro
Por Norelys Morales Aguilera
Supongo que entre los consejeros presidenciales, habría algún representante de la parte decadente de la cultura de los cubanos en Miami. El tuit que Obama dirige a Cuba el 20 de marzo lo confirma: "¿Qué bolá?" no pertenece al lenguaje medianamente culto usado en la Isla, lo cual no es propio para un presidente. En el argot nacional ya sabíamos que venía a pintarse, es decir, hacerse el gracioso, que significa total desubicación, entre otros varios sentidos.
¿Que bolá Cuba? Just touched down here, looking forward to meeting and hearing directly from the Cuban people. @POTUS
Pero, el toma y daca de símbolos comenzó cuando se concertó el intercambio de Obama con el humorista cubano Luis Silva que interpreta el personaje Pánfilo, el más popular en estos momentos en Cuba, aunque hay otros muy representativos y excelentes actores como Osvaldo Doimeadios, cuyo manejo del humor con las palabras es emblemático.
Continúo precisamente con las palabras. En dicha conversación -un video muy difundido en las redes- Obama emplea "almendrón" como se alude en la Isla a los automóviles norteamericanos de los años ' 50, que profusamente recorren las calles. Ya los habían ubicado en el Malecón al inaugurar la embajada USA en La Habana: no hay casualidad. Los destinatarios de mensaje también son millones de personas en diversos países. Era un buen símbolo para demostrar que “Cuba quedó en el pasado” y el "valor estadounidense".
Sin embargo, pregunte a un cubano por el significado de "almendrón" y también disparará que es nuestro orgullo e ingenio, la chispa en lenguaje coloquial, la que permite sortear dificultades. A fin de cuentas, si no fuera por eso, muchísimos menos autos andarían.
Pánfilo, también puso lo suyo: “usted no sabe La Bestia que es un Moskovich", el automóvil llegado de la extinta URSS en los años ' 80, también funcionando por inteligencia porque tampoco llegan piezas de repuesto. Símbolo del arreciamiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
Más aún, está claro el ser “pobres, pero dignos”: cuando Pánfilo le brinda su sencilla casa y colchón, riéndonos de nosotros mismos como solo nosotros sabemos hacer. Expuesto sin vergüenzas ni humillaciones. Es lo que tenemos. No apena. Es motivo de regocijo sano aún así haber sobrevivido al embate del Imperio, que Obama representa, y que no tiene ni la más remota idea del costo humano del bloqueo, que se mantiene y pretende rendirnos por hambre y desesperación. Ni lo uno ni lo otro, al fin y al cabo más bien nos dignifica.
Pero, en el discurso pronunciado en el "Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso", quien para símbolo nacional estaba también en un palco, la parafernalia fue asombrosamente estudiada, del telepronter portátil al escenario, de lo cual han hablado varios analistas.
No obstante, la alocución ante la amplia sociedad civil cubana fue muy inteligente a sus fines. Es de reconocer que fue conciliador y que los aplausos mejor ganados fueron aquellos cuando se atribuyó, como una suerte de llamado o consejo -un poco marrullero- lo que los cubanos decimos y sabemos por vivencia y resultado. Incluso, hasta frases del mismo Raúl Castro como “Sí, se puede” dichas hace más de una década, antes de ser el presidente cubano.
Detrás de lo trascendido en medios estadounidense pareciera que hablar él solo a los cubanos, sin preguntas ni respuestas, había el triunfalismo y las prepotencias de quienes han tumbado gobiernos sin disparar un tiro. Pero, es indudable, que las autoridades cubanas no pusieron obstáculo alguno a la petición de la contraparte, y respetuosamente no se inmiscuyeron en lo que iría a decir, como sugirió el enviado de la CNN en la conferencia del canciller Rodríguez Parrilla, una semana antes del arribo de Obama con una numerosa delegación.
Resumen. El discurso duró 33 minutos, Obama mezcló referencias en español de nombres de personalidades y ciudadanos comunes con origen cubano porque también tenía que hablarles a los ultras de Miami. Además pronunció cuatro veces la palabra “embargo”. Todo para seducir a los cubanos y sacar beneficios. En las redes sociales no lo consiguió. En Twitter, por ejemplo Raúl Castro y Palacio de la Revolución fueron tendencias mundiales, nunca Obama ni USA. Algo dice de la decepción mundial que suscitan.
Tanto en lo simbólico como en lo comunicativo, a veces se pretende decir algo y se interpreta lo contrario. Los asesores lo sabían, pero no podían evitar el riesgo. Así que añado simples comentarios a sus frases en español porque aseguro que nadie cuerdo en Cuba lo tomó al pie de la letra, y sería muy extenso hacerlo con las, al menos, 8 frases en español empleadas, prueba de que se tomó su tiempo para elaborar el mensaje, escrito, desde luego. Que cada quien también siga interpretando.
1. "El saludo de paz" Los cubanos llevan muchos años pidiéndolo y nos han castigado por conseguirlo.
2. "Creo en el pueblo cubano". ¿Cuál es su pueblo? Parece que no tenemos la misma definición de pueblo.
3. "El cubano inventa del aire" Eso es cierto, pero hay una pequeña pifia. Es diferente lo que en realidad decimos “El cubano las inventa en el aire” y eso significa ser listo y ágil, fórmula que se ejercitaba cuando el jefe del Imperio hablaba, que ya sabrá que no somos bobos.
4. "El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano". No dijo nada nuevo, por eso ha sucedido todo y Estados Unidos lleva 200 años con otras apetencias e intenciones.
5. "Todos somos americanos" ¡ Error garrafal !: no todos somos americanos. Si se las pasan con todos sus recursos manipulativos regando la propaganda contraria, especialmente contra los inmigrantes en la frontera con México. En sus palabras en el Congreso de su país dijo: "Esto funciona en televisión, pero no en el escenario mundial… "Estados Unidos es la nación más poderosa de la Tierra, no hay nadie ni siquiera cerca". Más claro ni el agua.
6. "Un futuro de esperanzas" ¿Cliché o autoayuda?
7. "Cultivo una rosa blanca" Cultívela y se lo agradeceremos. Pero, el contrapunteo está listo ¿Sabrán Obama, sus asesores cuántos cubanos van a Estados Unidos y regresan diciendo otra frase de José Martí: “Viví en el monstruo y le conozco las entrañas”?
El Martí que nos acompaña dejó una carta inconclusa cuyas palabras resonarán mientras exista un cubano digno, que también cultivará una rosa blanca: "...ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso".
Voy finalizando estas ideas con dos dicharachos cubanos, que se entienden, y que le pueden apagar a Obama la música de los oídos por los aplausos habaneros, no por lo positivo que dejó, sino por querer tumbarnos del palo.
Una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero.
No se puede bailar en la casa del trompo.
Resumen: Necesitamos una real buena vecindad con Estados Unidos y es unánime entre gobierno y pueblo cubano. Obama como persona es una cosas y como gobernante es otra. No necesitamos una defensa "razonada de la democracia liberal".
Pero, ¿Qué si Fidel tiene razón? No lo dude ni por un minuto: "No confío en la política de Estados Unidos ..."
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