Por Oscar Castelnovo
(APL) Que Macri es la derecha recalcitrante, lo sabemos muchos de nosotros, desde los tiempos de la dictadura y aún antes. Pero el territorio del oportunismo de los dirigentes “K”, otra derecha, es una comarca, sin fronteras, plagada de impostura. Ellos, responsables de los asesinatos de miles, y miles, y miles de Lucianos y de Chinas Cuellar, ascendieron a sus asesinos y/o los jubilaron con tranquila prosperidad. Fueron socios generosos de Monsanto, la Barrick y Chevron que envenenaron y mataron seres humanos y naturaleza con glifosato, cianuro y combustible. Y si todo esto fuera poco, aprobaron 7 leyes antiterroristas y las llamadas “Leyes Blumberg, siendo que el ex ingeniero nunca fue legislador. En realidad, son Leyes Kirchner que impusieron penas draconianas a los pobres habitantes del encierro, con mayoría “K” en ambas cámaras. Y además, se impostaron como la continuidad de los revolucionarios, usurparon nuestras palabras, se apropiaron de lxs campanerxs caídxs, manipularon la historia y banalizaron el presente para poner fin a los sueños y eliminar la idea de Revolución e instalar que al único modo de vida posible es naturalizar la muerte de los más vulnerables, robar para la corona y mantener el escarnio capitalista.
Por su parte, Néstor Kirchner pagó al contado, cash, diez mil millones de dólares, sacados de las reservas, al FMI, que era la totalidad de la deuda con esa banda internacional. Luego, Cristina Fernández pagaría la totalidad de la deuda al Club de París, más punitorios. Más tarde, acordaron el pago con el 92 por ciento de los buitres y tuvieron discrepancias, con el 8 por ciento de los caranchos POR LOS TIEMPOS Y LOS PORCENTAJES, NUNCA ESTUVO EN DISCUSIÓN EL NO PAGO. El kirchnerismo fue un pagador serial y mantuvo a asesinos seriales bajo su mando cuando fue gobierno. Pero ellos son los que ahora dicen “Patria o buitres”.
JAMÁS HICIERON UNA AUTOCRÍTICA ni siquiera del tamaño de una minúscula hoja de comino, por el contrario, Cristina sostuvo que teníamos “Un servicio penitenciario ejemplar”, cuando muere un preso o una cautiva, como “La China”, cada 37 horas. El candidato “K”, Daniel Scioli, nombró ministro de Seguridad a Alejandro Granados, un impulsor de los escuadrones de la muerte en la zona sur del Gran Buenos Aires. ¿Y cuál su primer medida? Reponer en funciones a los 8 policías que estaban en disponibilidad por el crimen de Luciano. ESE ERA EL MAL MENOR QUE DEBÍAMOS VOTAR, PARA QUE AHORA NO NOS INSULTEN CON TODAS LAS INJURIAS POSIBLES A QUIENES NO FUIMOS A SUFRAGAR O A LOS QUE LO HICIERON EN BLANCO. O sea, nos extorsionaban para que votemos al asesino un tanto menos malo. En otras palabras, debíamos elegir cuántos pibes nuestros iban a ser asesinados. Curioso gobierno popular.
“El macrismo, etapa superior del kirchnerismo”
La soberbia kirchnerista, el canibalismo interno y el desastre en la gestión los llevaron a la derrota electoral. Y así abrieron el paso a la derecha recalcitrante. Por eso Alfredo Grande dijo con razón que el “macrismo es la etapa superior del kirchnerismo”.
Por todas estas razones no marcharemos con ningún dirigente “K”, porque luego de la masacre, el latrocinio y la impunidad, ahora, encima, quieren ser los “jefes de la resistencia”.
A veces me interrogué por qué los encumbrados dirigentes “K”, tan nacionales y populares, no pidieron perdón, por caso, a la madre de Luciano y a las miles, y miles y miles de otras madres de otros Lucianos. Y me respondí que para ese gobierno Luciano no era importante cuando estaba vivo, hostigado y torturado, a los 16 años, por sus uniformados. Tampoco fue importante en el momento de su asesinato, por el contrario, el poder gestó el encubrimiento y la impunidad. Y TAMPOCO LO ES AHORA, instancia en la que podrían reflexionar y asumir los crímenes.
El por qué de los genocidios
Los pueblos originarios no encajaban en la sociedad diseñada por Roca. Los revolucionarios no encajaban en el neoliberalismo iniciado bajo el terrorismo de estado de Isabel Perón y de la dictadura cívico militar. Y los Lucianos y las Chinas no encajan en esta sociedad con millones de excluidos. Por eso fueron blancos del Remington, la desaparición forzada o el gatillo fácil, entre otros, respectivamente.
Cristina, Alicia y Néstor fueron menemistas de la primera hasta la última hora. Fueron parte sustantiva de los ' 90, pero nunca mostraron arrepentimiento alguno, no hacen referencia al tema. Critican a los ' 90 como si hubieron sido observadores de la ONU o hubiesen estado en Saturno.
El kirchnerismo, una versión del peronismo, es contundente expresión de la derrota que sufrimos en los ' 70, la que se profundizó con Menem y se coronó con los “K”. Ellos instalaron que “esto es lo posible” y nada más. Como dijo Menen “siempre habrá pobres”, menos su familia y su banda, claro. El kirchnerismo nos expresa, de muchos modos, que siempre morirán nuestrxs pibxs, que es parte de la “violencia institucional”. Formatearon las conciencias y sustituyeron los valores. O sea que ya no es posible la Revolución y tampoco hay que defender la vida y la libertad, porque eso es hacerle el juego a la derecha. Y no podemos denunciar la corrupción, por idéntica razón.
Con plata dulce y cargos promisorios compraron políticos, periodistas, artistas y hasta organismos de Derechos Humanos que no defienden la vida de los más humildes masacrados. Curiosas entidades humanitarias. Al que le quepa el sayo que se lo ponga.
Veredas
Algunos, seguimos parados en la vereda izquierda del mundo. ¿Qué somos pocos? Sí, rotundamente cierto. Aún así sostenemos que torturar y masacrar a jóvenes vulnerables es un acto profundamente disvalioso. Afirmamos que robar al pueblo también lo es, lo perpetre el PT de Brasil o los dirigentes “K”. Nuestros sueños no ingresan a la miseria moral del ideario “K”, tan parecido al del Viejo Vizcacha. Nos provoca odio que estos personajes usurpen nuestras palabras y manipulen nuestra historia. A la vez, nos causa odio que Macri y su séquito, avancen y perfeccionen la catástrofe social con los votos ganados en un momento de crisis de valores gigantesca. Se sabe, que sin odiar no puede amar ni construir. Por eso, Guevara fue contundente cuando sentenció: “Un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal”.
Por todas estas razones, marcharemos con y por Memoria, Verdad y Justicia cuando conmemoremos el inicio de la dictadura cívico - militar. No podríamos hacerlo con los asesinos del pueblo más humilde, sean de la derecha recalcitrante de Macri o de la derecha peronista quien hegemoniza al movimiento desde los ' 70, cuando masacraron a su propia juventud revolucionaria, tarea que completó la tiranía que repudiaremos el 24 de Marzo. Y siempre.
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