Santa Fé: Rosario - Carta pública al todavía Gobernador Hermes Binner (Amsafe Rosario).   Corría el mes de septiembre del año 2005, cuando los legisladores de su partido, muchos de los cuales hoy son funcionarios, y entre quiene...

Santa Fé: Rosario - Carta pública al todavía Gobernador Hermes Binner (Amsafe Rosario).

 


Amsafe rosarioCorría el mes de septiembre del año 2005, cuando los legisladores de su partido, muchos de los cuales hoy son funcionarios, y entre quienes se encontraba el electo gobernador Bonfatti, salieron a apoyar la propuesta de jubilación docente que contemplaba la baja de edad y 25 años de aportes (incluso con sólo 20 frente al aula), sin plantear en ningún momento el riesgo de desfinanciamiento de la Caja de jubilaciones.


Entre los argumentos que se utilizaban en ese entonces para fundamentar ese proyecto había un reconocimiento a nuestra tarea, que no sólo incluye el tiempo presencial o frente al aula, sino también el de perfeccionamiento, trabajo institucional, preparación de clases y consultas.


En aquel debate, el diputado Alfredo Cecchi, que actualmente es titular de la Lotería de Santa Fe, señalaba: "El mundo no está para ampliar la edad de los trabajadores para llegar al beneficio jubilatorio. Todo lo contrario: el mundo ha avanzado, está en bajar la edad; por un lado, para que puedan gozar mejor de la vejez y por el otro, para facilitar el acceso al trabajo de los jóvenes".


Hoy, el partido y el Frente al que usted pertenece, dirigen los destinos de la provincia, y por lo tanto, siendo coherentes con este pensamiento que alguna vez expresaron, deberían resolver el conflicto docente atendiendo a nuestro reclamo, que no tiene otro fin que el de recuperar aquellos derechos que las leyes de emergencia nos arrancaron.


Meses antes de la elección provincial, usted nos envió una carta apelando a ganar nuestro voto. En ella se comprometía a mejorar las condiciones de trabajo, acortar la brecha salarial, crear horas y cargos que permitieran al docente concentrar su trabajo en un solo establecimiento, reducir la relación numérica docente - alumno y simplificar la tarea administrativa burocrática reduciendo al máximo el tiempo docente dedicado a esto.


A cuatro años de gestión, tenemos bastante para decir sobre sus promesas y la distancia que media entre la pluma y la realidad.


Acortar la brecha salarial: Con un salario que venía devaluado, los aumentos se han considerado sólo en base a los procesos inflacionarios.


Nosotros decimos que esa brecha se podrá acortar cuando se tomen como parámetros la recaudación fiscal, los beneficios que reportan las exportaciones, los ingresos financieros, las ganancias de las patronales empresariales y la renta agraria. La mayoría de la docencia percibe un salario inferior a los $ 4000, que lejos está de cubrir el costo de vida. Quienes logran alcanzar un ingreso equiparable a la canasta familiar, lo hacen trabajando en dos cargos o llegando al tope de horas cátedra en los niveles Secundario y Superior, trasladándose de un establecimiento a otro, que en muchos casos llegan a ser seis. Por otra parte, de febrero a la fecha se han dado fuertes aumentos de la productos de la canasta familiar, mientras nuestro salario se mantiene en un mismo importe, lo cual en términos matemáticos significa reducción del poder adquisitivo.


La brecha, Señor Gobernador, va en aumento.


Mejorar las condiciones de trabajo: Las realidades por las que atraviesan las escuelas muestran claramente las paupérrimas e injustas condiciones en las que se enseña y se aprende:


- Situaciones de violencia a niveles preocupantes, que tienen su raíz en una problemática social, frente a la cual Estado no da respuestas que apunten a dar soluciones serias.


- Ausencia de equipos interdisciplinarios en cada una de las escuelas.




- Falta de cargos y horas cátedra: especialidades, bibliotecarios, preceptores, secretarios, directivos y docentes.


- Problemas edilicios y falta de construcción de edificios para garantizar la obligatoriedad del nivel Secundario y la universalización del Nivel Inicial.


- Directivas ministeriales autoritarias que se contradicen en tiempo récord y apuntan a culpabilizar a los docentes, vulnerando sus derechos.


El desolador panorama que se describe, no hace otra cosa que demostrar que las condiciones de trabajo no han sido abordadas con la inversión económica y humana que se necesitan.


Crear horas y cargos que permitan al docente concentrar su trabajo en un solo establecimiento: Le preguntamos al señor gobernador si sabe que los docentes de escuelas secundarias siguen deambulando de un establecimiento a otro. Le preguntamos también qué sucedió con las 90.000 horas que prometió crear en la provincia, porque hasta ahora se crearon 15.000, mientras los números, pero sobre todo las necesidades educativas, nos dicen que siguen faltando 75.000.


Nos gustaría saber qué pasó con la promesa de concentración de horas y establecimientos, ya que en el concurso de Secundaria no se privilegió la pertenencia como parte de la reparación histórica.


Reducir la relación numérica docente - alumno: Las prometidas horas institucionales han quedado evidentemente en el olvido. Las escuelas Secundarias y los Jardines siguen teniendo una matrícula elevada por aula, que ha ido en aumento en estos últimos años; con lo cual enseñar y aprender es casi una utopía.


Simplificar la tarea administrativa-burocrática, reduciendo al máximo el tiempo del docente dedicado a esto: Queda en la memoria de muchas compañeras y compañeros el encuentro de directivos que se realizó a pocos de meses de su asunción, en el que desde el Ministerio de Educación se asumió el compromiso de quitarles a los directores la pesada mochila de las tareas burocráticas para que pudieran recuperar como eje la función pedagógica.


Lejos de dar solución a esta problemática, han sobrecargado a los equipos directivos con el SIGAE e innumerables siglas de proyectos impuestos, que significan horas de trabajo vinculadas sólo a lo administrativo.


Hoy, esos equipos directivos que llegaron a sus cargos hace pocos años, sufren un increíble desgaste como producto de la multiplicidad de funciones que deben desempeñar por la falta de cargos, los problemas edilicios y la ausencia de políticas sociales.


La simplificación de las tareas administrativas ha quedado en el camino como una burda proclama, frente a un sistema que no se descentralizó ni se desburocratizó.


Por último, señor Gobernador, venimos a decirle que las autoridades siguen sin cumplir con los acuerdos paritarios; que su “legalidad” es absoluta ilegalidad e irresponsabilidad, en tanto no se han implementado los mecanismos para inscripción a traslados, ingresos y suplencias; ni se ha convocado a concursos de ascenso de supervisores y directivos, tal como lo establece la Ley provincial; ni se ha concretado el funcionamiento de Comités Mixtos de Salud y Seguridad en el Trabajo - también reconocidos por ley-, ni la construcción y adjudicación de viviendas.


Tenemos derechos adquiridos.


Usted apeló a nosotros para ser Gobernador, y entonces su responsabilidad es garantizar que se respeten nuestros derechos.


Mejorar la educación es mejorar nuestras condiciones de trabajo en el más amplio sentido, es mejorar las escuelas y sostener una política de educación coherente con el discurso.


Sabrá entender la paciencia docente luego de este tiempo transcurrido.


La carta de hace 4 años está firmada con su puño y letra. En el tramo final nos están quedando sólo la pluma y palabras que suenan a un intento de balbuceo.

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