Por Norelys Morales Aguilera
Se sabe que como en la antigua Grecia, la palabra olimpo significa, en castellano, lo más alto entre lo más alto. Y, allá se ha subido Barack Obama en apenas una semanita. Todo un récord inimitable por un largo tiempo.
Que tenga la frontera invadida de niños, que las reformas migratorias estén relegadas y la responsabilidad sea del poco funcional Congreso de “América”, que el tema de los seguros médicos haya sido un fracaso, que no cumpliera promesa electoral alguna, que el principal violador de los derechos humanos en el mundo, EE.UU., sea el gran defensor de los mismos o que las armas proliferen entre sus connacionales como una epidemia, eso son menudencias, gracias a la magia de la industria del entretenimiento, los medios al servicio del gran capital transnacional y las afinadas técnicas de manipulación de masas y represión. Lo de Ferguson no vale la mención. Repito, menudencias.
Pero, para Obama ya era un gran paso ser el genio del Club Bilderberg, del Complejo Militar Industrial, por cierto, es el mejor vendedor de armas del mundo, o de Walt Street o todos juntos. Confirmada la genialidad llegando a ser el primer ciberpresidente creador del smart power, que lavaría la cara del Imperio.
Su Premio Nobel de la Paz ha sido otra colosal prueba de que iba rumbo al olimpo quien indulta más pavos que condenados injustamente, en el país de la mayor población penal del mundo.
Otro paso lo dio rindiendo a sus pies a la vieja Europa y metiéndola en el saco de la OTAN para frotar el efrit de lámpara de donde sacar a Rusia para avanzar a una nueva Guerra Fría. Más armas para que avance la economía estadounidense.
Pero, lo definitivo, lo que no va a superar en el resto de su mandato, lo ha conseguido en apenas una semana.
- Anunció que construiría más de una docena de centros médicos en Liberia y enviará unos 3.000 soldados para ayudar con el ébola en Africa. Eso sí ninguno de los militares estará cerca de un nativo, lo tendrá a la distancia de un tiro. Que otros manden más médicos, como Cuba que hace "diplomacia médica".
- Desencadenó el ataque de la coalición que creó para ir contra los terroristas del Estado Islámico que por casualidad los norteamericanos y sus socios armaron y negocian con ellos. Nadie duda que con el asuntito tratará de matar dos pájaros de un tiro con Siria.
- Aceptó, por fin algún jefe del Imperio lo hizo, que su país es el gran contaminador del mundo en el conferencia de la ONU sobre el clima, que no es poca cosa, si con ello seguirán sin cumplir acuerdos internacionales como el llevado y traído Protocolo de Kyoto, solo por acudir a un escenario.
- Con horas de diferencia, este 23 de septiembre de 2014, anunció bajo el título "Stand with Civil Society" una serie de medidas de apoyo a grupos de la sociedad civil, entre ellas un memorándum para darles seguimiento, la creación de centros de innovación en todo el mundo y facilidades para su financiación. Crear los nuevos “líderes” que sostengan el caos del capitalismo mundial, para lo cual asignó unos cuantos milloncitos del contribuyente estadounidense.
- Y, remató la extenuante jornada en la sesión plenaria de la Iniciativa Global Clinton con una defensa del venezolano Leopoldo López y la cubana Berta Soler, unos pobres perseguidos. Aquel no es terrorista ni esta, una corrupta antidemocrática como dicen las maldicientes de su grupo, que de esas hay en todas partes. Si esto es una pequeña pifia para alguien tan encumbrado es culpa de sus asesores.
Ahora sí, que sí, Obama alcanzó el olimpo.
Lo ha explicado mejor que nadie, un indito de nombre Evo Morales, que no usa corbata y para gobernar un pobrísimo país que se ha levantado y echado a andar, camina junto al pueblo:
“Yo sigo convencido. Nuestras naciones no pueden ser gobernadas por banqueros ni por transnacionales. Es el gran problema que tienen algunas naciones. EE. UU., aquí no gobierna el presidente Obama, aquí gobierna el sistema capitalista”.
Si lo echan del olimpo no será Barack Obama el responsable.
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