Caso Camafreitas: Prisión perpetua para el ex cabo Martín Naredo Después de tres audiencias, que comenzaron el pasado 26 de agosto, en las cuales las declaraciones de testigos y peritos permitieron recons...

Caso Camafreitas: Prisión perpetua para el ex cabo Martín Naredo

Condena Naredo

Después de tres audiencias, que comenzaron el pasado 26 de agosto, en las cuales las declaraciones de testigos y peritos permitieron reconstruir los sucesos de la madrugada del 21 de enero de 2012, en Av. Independencia y Sánchez de Loria, cuando dos policías de la comisaría 8ª comenzaron a perseguir a Jon Camafreitas y Franco Rojas porque les resultaron “sospechosos”, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 23, integrado por los jueces Héctor Mario Magariños, Pablo Jantus y Javier Anzoategui, condenó a prisión perpetua al ex cabo de la PFA Martín Alexis Naredo por el asesinato de Jon Camafreitas mediante un tiro en la cabeza.

Cabe destacar que el ex efectivo de la Federal estuvo en libertad durante todo el proceso y luego fue detenido, al considerarse el hecho como "una grave violación estatal a los DD. HH." como también comprobarse "la participación de la cúpula de la comisaría 8ª en el encubrimiento", lo cual permite presumir que "la fuerza auxilie al condenado en el futuro para eludir la pena".

Los hechos

"Jon Carlos Camafreitas, de 18 años, y Franco Rojas, de 14, volvían a sus casas desde la plaza Boedo, de la que se habían ido para alejarse de una pelea entre dos grupos de jóvenes enfrentados. A los policías les llamó la atención que cruzaron la avenida corriendo, de modo que doblaron de contramano por Sánchez de Loria para detenerlos. Los chicos trataron de eludirlos volviendo hacia Independencia, pero Moreyra y Naredo bajaron del patrullero y les dieron alcance a pie. El oficial Moreyra redujo al niño de 14 años frente al número 3269 de la avenida, y Naredo alcanzó a Jon a pocos metros, frente al número 3275", informó CORREPI mediante un comunicado.

Jon Camafreitas 2De acuerdo a los testimonios y las pericias efectuadas, pudo probarse que, "alrededor de la 1:30, el cabo Naredo tomó a Jon por atrás y lo forzó a agacharse, momento en que colocó su arma reglamentaria, una pistola Browning 9 mm, que empuñaba con bala en recámara, sin seguro y amartillada, sobre su cabeza. El disparo atravesó la cabeza de Jon de atrás hacia adelante, de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo. La bala penetró al cráneo por el occipital derecho (nuca), salió por el temporal izquierdo (sien) y se incrustó en la persiana metálica del local frentista a 49 cm. del suelo, con un ángulo de 15º. Jon agonizó por cuatro días en el hospital Ramos Mejía, y falleció el 25 de enero" como también se comprobó la llegada al lugar del "subcomisario de la comisaría 8ª, Marcelo Brónico, junto a otros efectivos, que detuvieron al niño de 14 años y demoraron varias horas para cumplir la orden judicial de apartarse de la instrucción del sumario y convocar para ello a Gendarmería".

Pero no fue todo. "Cuando llegaron los gendarmes, pasadas las 3:30, los policías les ocultaron la existencia de testigos presenciales, a los que en ese mismo momento interrogaban en la comisaría, así como la detención completamente irregular del chico de 14 años" e inclusive pudo saberse "que el oficial Moreyra, que acompañaba a Naredo, se tomó declaración a sí mismo en la comisaría".

La condena

El jueves 4 del corriente tuvieron lugar los alegatos de las partes, los cuales concluyeron a las 14.30 hs., en donde la querella impulsada por CORREPI, en representación de Delia Castro, la madre del joven asesinado, pidió la prisión perpetua para Naredo "por homicidio agravado por haber sido cometido por un integrante de una fuerza de seguridad" y su inmediata detención para evitar su fuga, tal como ocurrió con el sargento Néstor Adrián González, de la misma dependencia policial del acusado, quien fuese condenado a 15 años de prisión en marzo pasado por el homicidio de Sergio Casal, pero no asistió a la lectura de la sentencia ya que estaba en libertad, y nunca más fue hallado.

“Naredo fusiló a Jon al amparo de un fierro y una chapa, como se canta en la calle, y apretó el gatillo que el Estado puso en sus manos”, precisó la abogada María del Carmen Verdú, tras explicar que los rastros hallados en la gorra que el chico llevaba puesta demostraron que el arma estaba apoyada en su cabeza, con el policía detrás de Jon, que lo forzó a agacharse antes de disparar.

El fiscal Ariel Yapur acompañó el pedido de la querella tanto con la pena a perpetuidad como con el reclamo de la detención, lo cual obligo a que los jueces debieran emitir veredicto en el día, reteniendo en la secretaría al policía imputado para garantizar el resultado del proceso.

Cerca de las 18.00 hs., en la sala B de la planta baja del edificio de Comodoro Py 2002, decenas de militantes de CORREPI, en su mayoría familiares de víctimas de la represión estatal, esperaban que los jueces Héctor Mario Magariños, Pablo Jantus y Javier Anzoategui bajaran de su despacho, donde deliberaban tras los alegatos.

"Con los votos de los jueces Magariños y Jantus, y la disidencia del vocal Anzoátegui, el tribunal anunció, ante la sala repleta, la condena a prisión perpetua, con inhabilitación para ejercer cargos públicos y para portar armas, del ex policía, que sólo fue exonerado por el ministerio de Seguridad ya iniciado el debate, y que estaba trabajando ahora en la Municipalidad de La Matanza", informó CORREPI.

Por otra parte, el presidente del Tribunal, el juez Magariños, explicó que habían decidido ordenar la inmediata detención del condenado, aún cuando la sentencia no está firme, porque el hecho constituye “una grave violación a los DD. HH. por un funcionario estatal” y porque se constató la complicidad de otros policías de la comisaría 8ª, como el comisario Barrios, el subcomisario Brónico y el oficial Chamorro, a quienes mandaron investigar por su participación en el encubrimiento, lo que permite la firme presunción acerca de la fuga de Naredo si continuaba libre, por cuanto recibiría ayuda institucional para ello.

Delia - mama Jon Camafreitas"Delia Castro, que presenció todo el debate con la foto de su hijo en el regazo, señaló que esta condena no hubiera sido posible ' sin la lucha que mi familia encaró organizada en CORREPI, sin confiar en las promesas que nos hacían desde el gobierno. Nos mintieron desde el primer momento, me dijeron en 2012 que habían echado a Naredo de la policía, y durante el juicio supimos que recién lo exoneraron ahora en agosto, por la presión de la movilización ' ”, concluyó la organización antirrepresiva.

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