Durante los alegatos, tal como lo informáramos en el artículo Caso Camafreitas: Prisión perpetua para el ex cabo Martín Naredo, la abogada María del Carmen Verdú alertaba sobre la posibilidad de la fuga del ex cabo Martín Naredo, teniendo en cuenta lo ocurrido con el sargento González, asesino de Sergio "Checho" Casal, quien revistaba en la misma dependencia policial y que, tras la condena a 15 años de prisión, adujo que se sentía mal y que iba a ir al hospital: todavía lo están buscando...
Algo similar aconteció con el asesino de Jon Camafreitas. El Tribunal autorizó a Naredo, quien alegó no estar en “condiciones anímicas” de presenciar la lectura de la sentencia, para retirarse a su casa antes de la lectura de la sentencia, la cual fue informada a las policías Federal y Bonaerense, Gendarmería, Prefectura y Migraciones, y a la Municipalidad de La Matanza, donde trabajaba.
Aún con el antecedente de González, el Tribunal había resuelto rechazar el pedido de detención inmediata solicitada por la querella.
Sucede que ahora no lo pueden encontrar. Según informó CORREPI, el viernes 5 del corriente enviaron a un gendarme a tocar timbre en su casa pero el ex cabo ya no estaba: “Fue a pasar el fin de semana en la casa de la novia en Lanús”, afirmó la madre del ex policía sin dar mayores detalles y posteriormente, lo fueron a buscar en la Secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad de La Matanza, donde trabajaba, en donde constataron que no concurrió a trabajar ese mismo viernes, como tampoco el lunes 8 y el martes 9 del corriente.
Su defensor presentó un pedido de eximición de prisión, el cual fue rechazado. El Tribunal debió decretar la rebeldía y ordenar la captura por no haberlo detenido, pero la organización antirrepresiva indicó un detalle que no es menor a los jueces y que surge del legajo de personalidad del condenado: una de sus hermanas trabaja en la Dirección Nacional de Migraciones en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Según destacó CORREPI, "es el segundo policía de la misma comisaría que se escapa este año" y recordó que el policía condenado, al igual que el sargento González, estuvo excarcelado durante todo el proceso. Otra vez, tocata y fuga...
Nada extraño cuando todo el aparato estatal implementa la represión como política de Estado y estas fugas son la mejor muestra de los grandes beneficios que reciben los uniformados cuando son juzgados y con excarcelaciones a las cuales ninguna persona que afronte cargos similares puede acceder.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario