Por Norelys Morales Aguilera
Hasta un medio como Cubaencuentro, que se engruesa con el negocio del anticastrismo miamense financiado junto a otras publicaciones por la National Endownment for Democracy (NED) y entidades españolas, se ha dado cuenta del oportunismo y superchería de Guillermo Fariñas:
“En el afán por superar el muro de la disidencia, Fariñas no sabe ya si hacer política u obras de caridad… El mercado de ideas es eso: mercado, y cada cual aprovecha como puede la coyuntura para ir tirando. Allá quien pague porque la oposición siga como hasta ahora: sin camino ni pueblo.”
El periodicucho dice más: “En anteriores visitas a Miami, Fariñas había largado ya desde tener cierta amistad con el tercer hombre del castrismo, Miguel Díaz-Canel, hasta saber por coroneles del MININT que asesores de Raúl Castro aconsejaban que algunos disidentes ocupen escaños en la Asamblea Nacional. Ahora se apea con el movimiento popular de los comedores, que no tienen “connotación política sino humanitaria”, pero ayudarían a encarar con éxito el reto de los disidentes: “capitalizar el disgusto de la gente”.
Pero, lo que en realidad sucede es que Fariñas ha sido llamado al cuartel general de vividores y terroristas de Miami después de la metedura de pata de querer convertirse en el líder unitario para una disidencia en bancarrota crónica, revelando de primera mano la corrupción y las discordias por bajos intereses.
Entre los pretextos que abundan para estos personajes está la presentación de una novela que quedará como una gran estafa como ha publicado el blog Cambios en Cuba, dado que Fariñas nunca estuvo en Angola, ni tiene testigos, ni pruebas para sustentar disparates tales como que inhaló gas paralizante en la antigua URSS.
No es que el hombre mienta, sino que sus patrocinadores pretenden que el público engulla sus embustes creando a otro falso líder que los ridiculiza y muestran una cara supuestamente pacifista que glorifica a teroristas como Posada Carriles o Mas Canosa.
Los comedores que ahora pretende no son más que otro comedero de billetes provenientes de sus proveedores miamenses, que saben sacar lascas y hacer tumbres con el negocio del anticastrismo proveniente de los fondos del contribuyente norteamericano, que el gobieno dilapida.
En cualquier momento alguien serio en aquel país saca cuentas, porque hasta hoy llevan la batuta los corruptos disfrazados de políticos que usan a sujetos inescrupulosos como Guillermo Fariñas.
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