Por Dick Emanuelsson
Diez militares profesionales muertos y una veintena heridos. Es el saldo trágico después que tropas de la brigada móvil 17 de la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército Nacional entraran en choque desde medianoche con tropas guerrilleras de las FARC.
Según el general Mario Valencia, comandante de la Tercera División del Ejército, las tropas regulares “realizaban operaciones de control territorial” cuando los uniformados fueron atacados con “artefactos explosivos, granadas y armas de fuego” por la cuarta comisión de la columna móvil ‘Miller Perdomo’ de las FARC sobre las 11:30 de la noche del martes.
El presidente Juan Manuel Santos publicó un Twitter en donde lamentó la muerte de los soldados en Cauca. “Esta es precisamente la guerra que queremos terminar”, dijo el mandatario.
Guerra declarada unilateralmente por parte del Estado Colombiano
Las FARC declararon hace más de cuatro meses un cese al fuego indefinido. Han hecho repetidas propuestas al gobierno de entrar en un cese al fuego bilateral para salvar las vidas de los militares y guerrilleros. La sociedad colombiana ha dado un contundente respaldo a la propuesta para silenciar a los fusiles.
Tanto el presidente Santos como parte de la cúpula militar han rechazado la propuesta de un cese al fuego. Pero la presión masiva hizo que Santos decretara no más bombardeos a los campamentos de las FARC por un mes. Es decir, la guerra terrestre con más de medio millón de soldados y policías está en plena acción de guerra. Y anoche (el) martes, las tropas de la brigada móvil 17 de la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército, sintieron las consecuencias de la guerra declarada, ahora solo por el Estado, cuando las fuerzas guerrilleras no tenían más remedio que defenderse contra los operativos ofensivos del Ejército.
La orden del Secretariado de las FARC es evitar a lo más posible choques con el Ejército. Pero si no hay posibilidades de evitar las tropas estatales en su avance, pues la orden es defenderse con todo.
Hasta ahora, todos los reportes por parte de los diferentes organismos colombianos e internacionales han indicado que la guerrilla ha mantenido el cese al fuego, pese a múltiples bombardeos y ataques por parte de la Contraguerrilla y los Comandos Junglas que son desembarcados de los helicópteros Black&Hawk, entregados por EE. UU. en el Plan Colombia. Estos aparatos siguen sus operaciones ofensivas contra la guerrilla.
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