2006 - 18 de septiembre - 2007
A un año de la desaparición de Jorge Julio López
La radio de la Red Nacional de Medios Alternativos realizará a partir de las 17 hs una transmisión especial con motivo del aniversario de la desaparición de Jorge Julio López. Con móviles desde la marcha, producciones especiales y análisis de la jornada.
Para escuchar o retransmitir la radio clickear en http://radio. nodo50.org: 8000/mediosalter .mp3
Artistas Plásticos Solidarios
18-9-2007
Julio López continúa desaparecido y ya se han comprobado irregularidades en la investigación, como denuncian organismos de derechos humanos.
No queremos que se silencie la impunidad de ayer y de hoy y reclamamos por la condena a todos los genocidas.
Pedimos solidaridad con todos los testigos amenazados.
El 18 de septiembre a las 17 hs. nos reunimos en la esquina de Luís Sáenz Peña y Avenida de Mayo (en la Plaza del Congreso),
allí distribuiremos pecheras con la imagen de Julio López y la consigna Aparición con Vida de Julio López ya!
para manifestarnos juntos en reclamo por la aparición con vida de Julio López .
LOMAS DE ZAMORA
Acto del 18/9, desde las 12,30hs.
frente al Centro de Recepción de Lomas de Zamora,
Larroque y 12 de octubre
Banfield (a 2 cuadras de Tribunales Camino Negro)
- En apoyo a la lucha que llevan los trabajadores del Centro de Recepción de Menores
- Para Fortalecer el Plan de Lucha de ATE y el conjunto de los estatales de la provincia, en reclamo de aumento salarial y por la derogación del decreto de Solá de ampliación del régimen horario
- Repudio a todos los hechos de represión y de persecución a los que luchan
- Fortalecer la lucha por aparición con vida de Jorge Julio López
COMISIÓN ADMINISTRATIVA DE ATE- SECCIONAL GRAN BS.AS. SUR
MORÓN
A UN AÑO DE LA DESAPARICION DE JULIO LOPEZ
A 31 AÑOS DE LA NOCHE DE LOS LAPICES
LA IMPUNIDAD SIGUE
Martes 18 de septiembre
18 hs: MARCHA DE PLAZA 25 DE MAYO HASTA PLAZA SAN MARTIN-ROSARIO
19 HS.: Escrache al Rock and Feller, convocatoria junto a los estudiantes secundarios por "La noche de los lápices"
LOS JÓVENES LEERÁN SU DOCUMENTO
ACTO CENTRAL EN PLAZA SAN MARTIN (FRENTE A LA CASA DE GOBIERNO)
BAJO LAS CONSIGNAS:
*Exigimos al gobierno la aparición con vida de Jorge Julio Lopez
*Juicio y castigo a todos los responsables
*Libertad a los presos políticos
*Desprocesamiento a los luchadores obreros y populares
*Basta de asesinatos, persecución y represión a los luchadores
*No a la ley antiterrorista
*Juicio y castigo a los asesinos de Fuentealba
* Fuera la gendarmería de Santa Cruz y del hospital francés.
*Solidaridad con la periodista baleada por gendarmes
Convoca: Multisectorial de Rosario
BAHÍA BLANCA
1 año de la desaparición de JORGE JULIO LÓPEZ
2006 18 de septiembre 2007
Lunes 17 de septiembre - 19 hs.
Asociación Judicial Bonaerense (Ing. Luiggi 63)
Charla - debate
Adriana CALVO Miembro de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.
Testigo y querellante en los juicios contra Etchecolatz y Von Wernich
Eduardo HIDALGO Presidente de la APDH Bahía Blanca
Martes 18 de septiembre - 18 hs
Acto y Movilización / Plaza Rivadavia
Exigimos:
· Aparición con vida de Jorge Julio López.
· Nulidad inmediata de los indultos a todos los genocidas.
· Juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de la Triple A.
· Desmantelamiento del aparato represivo.
· Investigación y exoneración a todos los efectivos policiales y militares que actuaron en la dictadura.
· Garantía, por parte del Estado, de la integridad física de los testigos de crímenes de lesa humanidad
· No a la Ley Antiterrorista impuesta por el gobierno de Bush
· Libertad a los presos políticos.
· Juicio y castigo a los responsables del asesinato de Carlos Fuentealba.
· Juicio y castigo a Daniel Varizat.
· Fuera la Gendarmería de Santa Cruz.
Convocan:
Madres de Plaza de Mayo | APDH | Ausencias Presencias | CTA | SUTEBA | ADUNS | AJB | Asoc. Arg. de Actores | Centro de Estudiantes de Humanidades | Tesis XI | FM de la Calle | Mov. Juvenil "No Pasarán" | Encuentro Amplio | PS | PC | FJC | PST | CCC | ARI
BARILOCHE
MASIVO ACTO EN BARILOCHE POR JULIO LÓPEZ
Organizaciones sociales y partidos de izquierda organizan para el martes 18 de septiembre, una concentración y acto masivo, al cumplirse un año de la desaparición de Jorge Julio López (77), y en reclamo de distintos planteos locales.
El Grupo Moreno, el MST, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la Izquierda Socialista, y el Centro de Estudiantes del CRUB, comenzaron ayer a organizar un acto que estiman será multitudinario donde se concentrarán diversas agrupaciones y ciudadanos por el primer aniversario de la desaparición del testigo del juicio contra el represor Miguel Etchecolatz.
La convocatoria será para el martes 18 a las 19 horas en el Centro Cívico de Bariloche,
donde el lema principal es el pedido de aparición con vida de Julio López.
LA RIOJA
18 de septiembre - 20 hs. - Plaza Caudillos Federales
ACTO a 1 Año de la desaparición de Julio López
Convoca Encuentro MV y J (PO, PC, RED Chilecito x Derecho a la Identidad, Asamble por la Recuperación de la Memoria)
-Video Aparición con Vida Julio López
-Solista Local
-Arte Callejero
-Lectura Documento
SANTA FE
A un año de la desaparición de Jorge Julio López
El Foro contra la Impunidad y por la Justicia realizará las siguientes actividades:
- Lunes 17 10 hs Conferencia de Prensa en la Casa de Derechos Humanos situada en Lisandro de la Torre 2643 oficina 1.
- Martes 18 18:30 hs Concentración en Plaza del Soldado y marcha hacia Plaza de Mayo donde se realizará un acto con las siguientes consignas:
* aparición con vida ya! de Jorge Julio López
* juicio y castigo a los culpables
* anulación de los indultos
* cárcel común y efectiva para todos los genocidas
* desmantelamiento del aparato represivo
* protección a los testigos
BASTA DE IMPUNIDAD
BASTA DE AMENAZAS
NI UN DESAPARECIDO MÁS
Convoca: Foro contra la Impunidad y por la Justicia
SANTIAGO DEL ESTERO
Invitamos a la marcha que se realizará el próximoMartes 18 de Septiembre de 2007, a las 20:00 hs.Concentración en Plaza Libertad.
APARICION CON VIDA DE JULIO LOPEZ !!
JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES DE LOS CRIMENES DE AYER Y DE HOY !!
BASTA DE INTIMIDACIONES A LOS TESTIGOS !!
DESMANTELAMIENTO DEL APARATO REPRESIVO AUN VIGENTE EN SANTIAGO DEL ESTERO !!
NO A LA CRIMINALIZACION DE LA PROTESTA SOCIAL !!
JUICIO PUBLICO Y TRANSPARENTE PARA EL DOBLE CRIMEN DE LA DARSENA!!
CARCEL COMUN Y EFECTIVA PARA LOS GENOCIDAS, NI UN CRIMINAL CAMINANDO POR LAS CALLES DE ARGENTINA !!
Convoca: ASOCIACION POR LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA, EX-DETENIDOS POLITICOS Y FAMILIARES DE DESAPARECIDOS - SANTIAGO DEL ESTERO
TUCUMÁN
A UN AÑO DE LA DESAPARICIÓN DE JORGE JULIO LOPEZ
Organizaciones de derechos humanos, politicas, sociales, estudiantiles y gremiales, Convocamos a todos los tucumanos a la marcha que se realizará el día martes 18 de septiembre a las 18 hs. desde plaza Urquiza hasta plaza Independencia, para reclamar por la Aparición con Vida Ya! De Jorge Julio Lopez.
En Plaza Independencia se proyectara un corte cinematográfico que contiene el testimonio de Lopez en el marco del Juicio contra el Genocida Etcheolatz.
Jorge Julio López desapareció por primera vez el 27 de octubre de 1976, durante 5 meses, secuestrado por la dictadura militar y genocida.
Jorge Julio López desapareció por segunda vez el 18 de septiembre de 2006, pero esta vez en democracia. Era querellante y testigo en el juicio contar el genocida Miguel Etchecolatz, uno de los principales culpables de su secuestro y desaparición.
Se cumple un año del reclamo por su aparición con vida y la única respuesta ha sido un silencio ensordecedor de parte del gobierno de Néstor Kirchner y de todas las instituciones del estado, mostrándose ineficaces para investigar y encontrar a los culpables. La falta de medidas claras y firmes ha dado lugar a una sucesión de amenazas de todo tipo contra testigos y querellantes a lo largo del país.
A un año de la desaparición de Julio López queremos gritar bien fuerte que no cesaremos en el reclamo por su aparición con vida, que no vamos a callarnos ni amedrentarnos.
- Aparición con Vida Ya de Julio López! El esclarecimiento de su desaparición, y certezas sobre la investigación.
- Federalizació
- Celeridad en la investigación y la tramitación de las causas por violaciones a los derechos humanos y su unificación por Centro Clandestino de Detención.
- Basta de impunidad. Exigimos el desmantelamiento del aparato represivo.
- Repudiamos y exigimos se investigue el secuestro del cual fue víctima la hija del compañero "Perro" Santillán en la provincia de Jujuy.
- Desprocesamiento y libertad a los luchadores populares. No a la criminalizació
- No a la ley antiterrorista.
- Repudiamos las persecuciones y amenazas a los militantes políticos y sociales.
30.000 COMPAÑEROS DETENIDOS DESAPARECIDOS PRESENTES!!!
AHORA Y SIEMPRE!!!
JUICIO Y CASTIGO YA!!!
CARCEL COMÚN PERPETUA Y EFECTIVA!!!
H.I.J.O.S.- FA.DE.TUC.- APDH- Asociación Madres de Plaza de Mayo- Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad en Tucumán- CCC- PCR- JCR- Sindicato de Municipales de Aguilares- CEPA- CUEPs FJC- PTS- COBA Frente Popular Darío Santillán- Partido Obrero- Polo Obrero- Coordinadora de Estudiantes Secundarios- Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras- Centro de Estudiantes Facultad de Artes- El Andamio Avalancha Norte- MUCYT- ALDE- PC- MST MST Teresa Vive-
FRANCIA
A 1 AÑO DE LA DESAPARICION DE JULIO LOPEZ
CONCENTRACION FRENTE A LA EMBAJADA ARGENTINA EN PARIS
18 SEPTIEMBRE, A LAS 19 HORAS
EXIGIMOS AL GOBIERNO LA APARICION CON VIDA YA ! DE JULIO LOPEZ
CON KIRCHNER SIGUE LA IMPUNIDAD. BASTA DE ENCUBRIMIENTO !
JUICIO Y CASTIGO A TODOS LOS RESPONSABLES !
BASTA DE REPRESION !
Convoca: CALPA - Comité de Solidaridad con las luchas del pueblo argentino
www.exdesaparecidos
"Lo más importante es que mis hijos no me vean derrotada"
Nunca Más: Testimonio de Gustavo Calotti
La historia no oficial de la Noche de los Lápices
La noche de los lápices
A veintinueve años de La Noche de los Lápices
Dos fragmentos del libro "La noche de los lápices"
Los nombres
Veintiocho años después..., Andrea V. Quaranta
Desde los pibes alemanes a la loche de los lápices, Osvaldo Bayer
Emilce Moler tiene 39 años, tres hijos y vive en Mar del Plata desde que los militares la obligaron a dejar La Plata. Allí fue secuestrada el 17 de setiembre de 1976 en la que se conoce como La Noche de los Lápices. Sobrevivió para contarlo y no arrepentirse de su pasado.
La Noche de los Lápices se transformó en el símbolo de la represión militar contra los estudiantes.
Por Victoria Ginzberg
Emilce Moler fue secuestrada en la madrugada del 17 de setiembre de 1976. Tenía 17 años y militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios, agrupación estudiantil de tendencia peronista. Ella, Gustavo Calotti --actualmente radicado en Francia-- y otra chica que vive en La Plata son, junto a Pablo Díaz, los sobreviviente de la llamada Noche de los Lápices. Tiene 39 años, está casada, tiene tres hijos y vive en Mar del Plata desde que los militares la obligaron a dejar La Plata. "Teníamos un proyecto político", dice en relación a que las desapariciones de los secundarios de La Plata no se debieron exclusivamente a la lucha por el boleto estudiantil. Reivindica su militancia y afirma que "la pelea por una sociedad más justa en la que todos tengan dignidad y trabajo sigue absolutamente vigente. Y si seguir pidiendo justicia es un idealismo sigo siendo idealista".
--¿Por qué su nombre no se asocia con La Noche de los Lápices?
--No fue algo deliberado. Fui cuidadosa porque la cosa pública es muy difícil de sostener a lo largo del tiempo. Sabía que tenía que tener otros objetivos en mi vida, pero también fueron historias de desencuentros. Hablé sobre el tema desde el primer momento, pero no estar en La Plata ni en Buenos Aires influyó muchísimo. A lo largo de estos años eso se ha ido modificando.
--¿Cómo era su vida antes del secuestro?
--Estaba en quinto año de Bellas Artes. Era muy alegre, llena de vida, con muchos ideales. En la vida cotidiana estudiaba dibujo, me dedicaba al grabado y me preocupaba por qué carrera iba a seguir.
--¿Estudió algo relacionado con el arte?
--No, soy matemática. La historia me cambió mucho. Salí a los 19 años de la cárcel de Devoto con libertad vigilada y rendí quinto año libre. Me sentía bastante vieja, quería tener una independencia económica y estudiar una carrera de arte me significaba mucha dependencia. Además tenía miedo, pensaba que me podían mirar peor si estudiaba arte. Busqué algo que no tuviera nada que ver con la realidad y elegí matemática.
--¿Cuándo pudo conectarse de vuelta con la realidad?
--Fui siguiendo los pasos que siguió el país. En el '82 estaba en los últimos años de la facultad y ya estaba participando de los incipientes centros de estudiantes. Tuve el aislamiento necesario para protección, nada más. Estuve inmersa en toda la problemática de Malvinas y luchando por la democracia.
--¿Qué se acuerda de la noche del secuestro?
--Desgraciadamente todo. Fue entre las 3 o 4 de la mañana del 17 de setiembre. Llegó una patota grande de hombres fuertemente armados a mi casa y encañonaron a mis padres con armas largas. Buscaban a una estudiante de Bellas Artes. Cuando aparezco yo, que era muy chiquita, parecía menos de 17 años, no me querían llevar. Se iban a llevar también a mi hermana mayor, finalmente, como no había lugar en el auto, a ella la dejaron. Era un plan deliberado pero también jugaba mucho el azar.
--¿Qué pasó después?
--Me encapuchan, me atan, me meten en una auto y me llevan a un lugar que, mucho tiempo después, supe que era el centro clandestino de Arana. Ese es uno de los recuerdos mas dolorosos que tengo porque durante toda la semana recibí torturas y en los momentos en que no me torturaban a mí, escuchaba cómo torturaban a otros. Ahí me encontré con Gustavo Calotti. También pude reconocer los gritos de dolor de Horacio Ungaro y compartía la celda con Claudia Falcone y María Clara Ciochini y con otras personas más. Lo que se puede contar de esos momentos es el horror, la situación límite, la degradación como ser humano, como mujer. Es indescriptible. Después de una semana en Arana me trasladan. A los chicos que hoy están desaparecidos los hacen bajar en otro lugar, los que sobrevivimos continuamos.
--¿Adónde la llevaron?
--A la Brigada de Investigaciones de Quilmes. Allí no recibí tortura física, pero seguía vendada, atada, en calidad de desaparecida. Después pasé a la comisaría 3ra de Valetín Alsina, en Lanús, donde me sacaron las vendas y me desataron, pero todavía estaba ilegal. En enero del 1977 me legalizaron y pasé a la cárcel de Devoto, siendo menor. En Arana era como que no tenía conciencia, no sabía lo que pasaba al minuto siguiente en mi vida. Pero cuando cerraban las rejas de la celda sentía morir. Hasta que recibí las primeras visitas. Como siempre, rescato la solidaridad de los compañeros. Pasé algo más de un año y medio en Devoto hasta que me dieron la libertad vigilada y me dijeron que me vaya de La Plata, debía ser muy peligrosa. Con mi familia decidimos venir a Mar del Plata.
--¿Volvería a vivir en La Plata?
--Me costaría mucho reconstruir mi vida en La Plata. Es una ciudad que me trae mucho dolor porque en cada calle veo las imágenes de los compañeros que hoy no están, que desgraciadamente son muchos más que estos seis chicos que están desaparecidos, y son ausencias que duelen mucho. Tardé veinte años en volver a mi escuela.
--Su padre era comisario inspector ¿cómo vivió el secuestro?
--Fue durísimo. Si bien no sabía lo que estaba pasando porque ya era jubilado, tenía más noción que mi mamá de lo que podía ocurrirme. Nunca fue un policía demasiado convencido, así que desde lo ideológico no fue tan terrible, pero como padre sintió que no podía hacer nada, que su cargo no le servía, que después de una vida íntegra de trabajo tenía que pedir por la vida de su hija y no le daban bolilla. Se puso en el rol de padre, no en el de policía, y luchó conmigo a brazo partido, me comprendió y me apoyó, igual que mi madre, y pienso que eso fue una de mis llaves de salvación.
--¿Qué le cuenta a sus hijos sobre la dictadura?
--Tenemos el tema instalado de una manera natural. Además la mayoría de nuestros amigos vivieron esos años y también aportan. Lo más importante es que no me vean derrotada, abatida, ese sería el principal triunfo de los militares. Me ven íntegra, con ganas de seguir hablando, luchando y sin miedo a participar. Eso es lo que les trato de transmitir.
--¿En qué cambió en estos años?
--No cambié mucho, salvo por los años y las arrugas. Nunca me arrepentí de lo que pensaba. Pelear por una sociedad más justa, que todos tengan dignidad y trabajo, me parece que sigue siendo absolutamente vigente. Y si seguir pidiendo justicia en este país es un idealismo sigo siendo idealista. Cambié en la pasión que ponía en esas cosas y en tomar conciencia de que no vamos a ser protagonistas de ningún cambio importante. Pero bueno, seremos una buena retaguardia.
--¿Qué le pareció la película La Noche de los Lápices?
--Muestra lo que significó la desaparición de los chicos de una manera bastante fidedigna y tiene componentes de película respecto de las historias de alrededor. Hay que rescatar que sirvió para que este hecho se conozca. Ese es un mérito indiscutible, pero hay que recrearlo con verdaderas historias. Creo que con La Noche de los Lápices se hizo un modelo de lo que pasó en nuestro país, que hay que recrearlo con lo que fue dejado de lado y lo que yo y otros podamos aportar no entra en contradicción con lo que se sabe sino que muestra una dimensión más profunda del horror.
--La Noche de los Lápices se asocia a la lucha por el boleto estudiantil pero usted habla de una lucha política más amplia.
--No creo que a mí me detuvieran por el boleto secundario, en esas marchas yo estaba en la última fila. Esa lucha fue en el año '75 y, además, no secuestraron a los miles de estudiantes que participaron en ella. Detuvieron a un grupo que militaba de una agrupación política. Todos los chicos que están desaparecidos pertenecían a la UES, es decir que había un proyecto político, con escasa edad, pero proyecto político al fin.
septiembre 1998
Apellido: Calotti
Nombres: Atilio Gustavo
Fecha de nacimiento: 27 de Septiembre de 1958
Lugar de nacimiento: La Plata, Argentina
Domicilio actual: 10, Place des Géants, 38100-Grenoble, Francia
Profesión: Profesor
Lo que paso ahora a relatar ocurrió hace 22 años, en 1976, cuando yo tenía 17 años y estudiaba en quinto año del Colegio Nacional de La Plata. Vivía con mi madre y su compañero y mi hermanita Gabriela en la calle 43 N° 183 en un apartamento en el quinto piso, en la ciudad de La Plata.
Para entonces yo trabajaba como 'correo' de la oficina Tesorería de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en la Jefatura ubicada en la calle 2 entre 51 y 53 de la ciudad de la Plata. Por la mañana iba al colegio y por la tarde trabajaba. Comencé a trabajar en dicha repartición oficial en el mes de noviembre de 1975. El día 8 d septiembre de 1976, mientras estaba trabajando, fui llamado por mi jefe, el Comisario Ordinas. Cuando entré en su despacho, deberían ser entre las 17 y 17.30 horas, ya se encontraba allí una persona que yo nunca había visto y que se presentó como Comisario Inspector Luis Vides. Este último comenzó a hablarme violentamente y a preguntarme para quién trabajaba, que sabía que yo 'andaba en algo' y que si no hablaba en ese momento de todas maneras 'me iban a masticar todo'. Recuerdo perfectamente el sentimiento de angustia que me invadió en ese momento.
Mi jefe no pronunciaba palabra y creo que la tensión era tal que en toda la oficina reinaba el silencio. Este hombre, Vides continuó vociferando hasta que llamaron a la guardia de la Jefatura y y entre cuatro policías me condujeron hasta la Dirección de investigaciones que estaba en el otro ala del edificio, en la planta baja, como la Tesorería. Ya en una oficina de esta Dirección, cuyo director era el Comisario Etchecolatz, me esposaron y, sentado, me cubrieron con una manta. No sé cuánto tiempo pasé allí sentado, creo que fueron por lo menos dos horas durante las cuales escuché entrar y salir a varias personas. Recuerdo que alguien me dijo que ya todo se iba a aclarar. Al cabo de ese tiempo volvió gente que me llevó hasta un coche que supuse un Torino, por el ruido y porque eran los vehículos utilizados por la Policía. Siempre cubierto anduvimos en ese coche durante un buen rato; los ruidos de la ciudad se alejaron y me di cuenta que ya estábamos en el campo. En un momento determinado el coche abandonó la ruta y, por los ruidos y los bamboleos, deduje que estábamos en un camino, sendero, de tierra en donde el coche se detuvo. Creo que no tuve ni tiempo de tocar el suelo que ya me llevaban a la rastra hasta adentro de un edificio, una casa, en ese momento no supe. Sólo sé que ni bien llegué me ordenaron que me desvistiera. Me ataron tobillos y muñecas, estirado, a una especie de catre y allí permanecí un rato. Alguien me dijo que el 'Coronel' ya iba a llegar. Reconocí la voz de Vides, que horas antes me había gritado y amenazado en la Tesorería. Escuché nombrar a un tal Vargas, que no conozco, y en un momento dado comenzaron a 'picanearme'. Creo que esa sensación es una de las cosas más horribles que sentí en mi vida.
Tengo aún la consciencia de sentir mi propio cuerpo que se retorcía. Yo no dejaba de gritar y ellos no dejaban de torturarme. Me hacían preguntas de todo tipo pero todas estaban centradas en mi actividad laboral: querían saber, sin antes conocer nada sobre mí, quiénes eran mis contactos dentro de la Policía. Querían nombres, querían saber a quién yo 'había entregado de los de ellos'. Querían mi cita y mi responsable, mi organización, todo... Mientras me torturaban uno de ellos ponía sobre mi boca no sé si un trapo o un pedazo de goma espuma y su pie por encima, para no escuchar mis gritos o simplemente para lastimarme aún más. Otro me decía que si quería decir algo abriera y cerrara la mano. Uno de ellos echaba algo sobre mi cuerpo, que después supe era agua para que las descargas eléctricas fuesen más sentidas. Sólo sé que yo abría y cerraba las manos y cuando se detenían con la 'picana' y como yo no les decía nada, con más odio, porque creo, tengo esa impresión de que era odio, me torturaban más violentamente. la picana me la aplicaban en las zonas más sensibles: genitales, boca, ojos, pecho. Al final, en vano abría y cerraba las manos, ellos ya no hacían caso. Tengo la impresión de haberme desmayado varias veces. Alguien siempre decía si podían continuar o no. Pero no podría precisar si se trataba de un médico o no. En todo caso estoy seguro de que uno de los que me torturó fue, sin ninguna duda, en Comisario Inspector Luis Vides. Presumo que esa primera vez fui torturado durante toda la noche.
Cuando cesaron y me ordenaron que me levantara, ya no podía hacerlo, estaba totalmente incapacitado de cualquier movimiento y fueron ellos que me vistieron como pudieron. Tenía los ojos vendados con lo que había sido mi propia camisa, las manos esposadas atrás, las piernas atadas con cuerdas, ya no poseía zapatos, no podía casi hablar porque tenía la boca destrozada por el que apretaba con su pie y no daba caro por mi vida. Me arrastraron hasta una habitación, una celda, en donde había muchas personas. Aprendí a reconocerlos por la voz. Hablábamos pero poco. Por un lado creo que cada uno desconfiaba del otro, por otro, teníamos miedo de ser escuchados. Durante todo el día había un entrar y salir de gente de esta celda. Cada vez que la puerta se abría venían a buscar a uno de nosotros. Y cada vez, sistemáticamente, podíamos escuchar los gritos y las descargas eléctricas de una radio que funcionaba a todo volumen y que constantemente era interferida por las descargas de la picana. Noche y día, era como una fábrica de torturas. A veces, en algunas oportunidades escuché disparos. También reonocía los cambios de guardia. A los pocos días de estar allí logré ubicarme: una o dos veces por día escuchaba pasar un tren y yo sabía que tan pocos trenes, cerca de la ciudad de La Plata no podían ir sino al sur, para la zona de Pipinas. Además a veces se escuchaba despegar y aterrizar aviones. Era evidente que estaba en un descampado que deduje podía ser Arana. Además yo sabía que funcionaba un puesto de Cuatrerismo en la localidad de Arana. Fue allí en donde estuve hasta el 23 de septiembre de 1976. En esa celda éramos casi constantemente una quince personas y la celda no tenía más que una pequeña ventana en altura y unos dos o tres metros por lado. Para dormir, esposados, vendados, cada uno hacía como podía. La comida casi no existía. La higiene tampoco. Cuando éramos torturados yo recuerdo que sentía una sequedad de garganta que era como fuego. Pero no nos daban de beber porque decía que si no uno 'reventaba como sapo'.
Nunca creí que iba a conocer un lugar tan dantesco como aquél. Durante diez días de los quince que permanecí allí, fui torturado. Recuerdo que muchos llegaban y pedían ver al 'traidor' y allí mismo me pegaban. Yo era el traidor y había que hacérmelo sentir físicamente. Las únicas secuelas que conservé de ese período son los recuerdos y algunos dientes que perdí. Pero en ese momento, aparte del dolor, no tengo recuerdos de mi cuerpo porque no podía ni tocarme ni verme; sólo recuerdo ese sentimiento de dolor. Un día que no sabría precisar exactamente, me vinieron a buscar y me llevaron a una oficina. Allí alguien me preguntó algo que ni recuerdo pero yo podía ver por debajo de las vendas y vi sobre el escritorio que había algunas cosas que reconocí enseguida: una toalla, una muda y algunos paquetes de Particulares, que era la marca que yo fumaba. Era evidente que mi madre había logrado moverse y podido enviar eso. La persona que me interrogaba no hizo ninguna alusión a esos objetos ni yo tampoco, pero no me fueron dados.
Estábamos sentados en el suelo y al lado mío había una persona. Con esta chica pude apenas hablar y se trataba de Claudia Falcone, una estudiante de secundario de Bellas Artes. Recuerdo que lloraba. Allí había muchos jóvenes que provenían de diferentes colegios secundarios de La Plata y que eran víctimas de lo que más tarde se llamó La Noche de Los Lápices. Se encontraban Emilce Moler, Horacio Ungaro, Claudio de Acha, Pablo Díaz, Patricia Miranda, Francisco López Muntaner, María Claudia Ciochini, Víctor Treviño, Daniel Alberto Racero.
Reconocí a algunos porque había tenido actividades con ellos, había militado con ellos y con ellos había estado en la coordinadora por el reclamo del medio boleto escolar. Además yo estaba en quinto año del secundario y con varios de ellos seguía encontrándome. Una vez terminado ese recreo en que los cerberos aprovecharon para limpiar las celdas, nos devolvieron cada uno a nuestra celda. Era el día del estudiante. De ellos sólo Emilce Moler, Pablo Díaz y Patricia Miranda sobrevivieron. la celda en donde estaba sería de unos dos metros por tres y si mal no recuerdo llegamos a ser unas quince personas allí dentro. Para dormir, con las manos atadas o esposadas por detrás, cada uno hacía como podía y en el medio de esa celda las piernas se apilaban. Todos estábamos en un estado físico más que deplorable. A una de las personas que más recuerdo es a un hombre de 60 años que se llamaba Santiago Servín. (Utilizo el imperfecto para aquellos de los cuales nunca más supe nada). Este hombre era de una gentileza, de una bondad.... Era el director de un pequeño periódico que se llamaba 'Le Voz de Solano', era de nacionalidad paraguaya y había escrito dos libros. Como pertenecía al Partido Comunista Paraguayo, él vivía como un exilado en la Argentina aunque ignoro si tenía o no ese estatuto y ya había estado preso en el Paraguay hacía muchos años. El había sido detenido con un sobrino del mismo apellido de unos 25 años y otro muchacho de apellido Etelbaum o Epelbaum que trabajaba en ese mismo diario. Con Santiago Servín y su sobrino fuimos trasladados el 23 de septiembre a la Brigada de Investigaciones de Quilmes.
Del otro muchacho Etelbaum, recuerdo que me dijo que a él lo habían llevado a la comisaría 8va de La Plata. Porque fue llevado y traído dos o tres veces. Recuerdo que una vez llaman a este muchacho y a los pocos minutos se escucharon varios disparos de armas. Yo pensé que lo habían fusilado, pero a los días lo trajeron de nuevo a la misma celda. Santiago Servín y su sobrino permanecieron hasta mediados del mes de octubre en Quilmes. Luego fueron 'trasladados' y hoy permanecen desaparecidos. En cuanto a Etelbaum, más tarde supe que estaba en la Unidad Carcelaria N° 9 de La Plata ( U.9) En Arana Estuve con Víctor Treviño, a quien conocía desde la escuela primaria. El también fue torturado y con él me trasladaron también a Quilmes. Víctor tenía apenas algunos meses más que yo. A mediados del mes de octubre también fue 'trasladado'. En general, antes de cada traslado, venían dos guardias y afeitaban y permitían que la persona se higienizara un poco. Por entonces yo pensaba, ingenuo, que iban a ser liberados. De Víctor tampoco supe más nada y permanece desaparecido. En ese traslado del 23 se septiembre íbamos, además de los chicos de La Noche de Los Lápices, los Servín , José María Novielo, que era un estudiante que venía de Ushuaia y que vivía en La Plata y yo. No recuerdo si fuimos más. El traslado debe haber sido bastante impresionante porque se escuchaban sirenas y estábamos por lo menos en dos camiones celulares para el transporte de detenidos. El convoy se detuvo en un lugar en donde bajó la mayoría. Luego supe que ese lugar era la Brigada de Investigaciones de Banfield, cuyo Jefe era el Comisario Arana. Luego seguimos hasta Quilmes en donde quedamos Patricia Miranda, Emilce Moler, Los Servín, Víctor Treviño y yo. Pero en Arana quedaron otros que no fueron trasladados en ese momento: Willy, un estudiante peruano que venía de la ciudad de Piura y cuya familia tenía un hotel del mismo nombre.
Nunca más supe de él. Un señor de apellido Ringa, Giampa, Nora Ungaro, (hermana de Horacio y de quien no recuerdo si fue o no trasladada el 23 ), Ana Teresa Diego, Cristina Doglio, Néstor Silva, la novia de Néstor Silva, un peruano de apellido Icama?, Marlene Katherine Kegler Krug (le decían La Paraguaya y escuché decir a los guardias y a otros detenidos que la habían torturado muchísimo. Ella era estudiante de medicina en La Plata). El día 24 de septiembre por la noche, estando en Quilmes, me vienen a buscar. En coche me llevan a un lugar, después de mucho andar, que reconozco otra vez como Arana. Aparentemente se estaba negociando algo porque me torturan un poco pero creo que ese no era el objetivo. En un momento recuerdo que dejaron de hacerlo y escuché que había caído algo importante del ERP por la zona de Citty Bell, en los alrededores de La Plata. Me devuelven a la celda y allí encuentro de Walter Docters, que me refiere que también estaban en Arana José María Schunk, Walter Samperi, Osvaldo Busetto. Me entero también con posterioridad que estaban dos hermanos que trabajaban en la Policía que se llamaban Julio Aníbal Badell y Esteban Badell, (uno de ellos, dice la crónica policial, se tiró del tercer piso de la Jefatura, y el otro se ahorcó en su celda), también se encontraba Ángela López Martín.
Presumo que se encontraba allí una mujer chilena Acosta Velasco de Badell, esposa de unos de los hermanos y que permanece desaparecida. Esa misma madrugada, así como me habían llevado a Arana, me volvieron a llevar a Quilmes. Para esto tengo que agregar que durante mi estadía anterior en Arana tuve que firmar papeles que nunca supe si estaban en blanco o si era mi sentencia de muerte. No recuerdo con precisión si fue el 27 o el 29 de septiembre, por la tarde, me vienen a buscar y me llevan a una oficina en otro piso. Allí un hombre me levanta brevemente las vendas de los ojos y pude ver sus manos bien cuidadas y un gran anillo de oro. Me presentó un escrito a máquina en donde yo presentaba mi renuncia a la Policía con fecha 2 de septiembre, o sea anterior a mi detención.
Por supuesto firmé. No volvieron a sacarme de allí hasta el mes de diciembre. En este lapso de tiempo conocí a otras personas. El lugar pude identificarlo pocos días después gracias a un detenido que supo reconocerlo por ser él mismo de la localidad de Quilmes. Los coches entraban en un garaje y de allí éramos conducidos por una escalera estrecha hasta un segundo piso. Las celdas estaban repartidas en forma de "L" alrededor de un 'agujero' o vacío. Así supimos que en esa misma posición se encontraban las mujeres desaparecidas, pero en el primer piso. Podíamos entrever el exterior, la calle. Había un edificio antiguo que supimos más tarde que se trataba del Hospital de Quilmes. Creo que en la planta baja había delincuentes comunes. La persona que supo ubicarme era Juan Carlos Fund, que vivía en la calle Monroe al 900 en Quilmes. Permanece desaparecido. Cuando llegué compartí la celda con Santiago Servín y dos personas más, jóvenes y de quien no tengo datos para identificarlas. Fueron trasladados. La vida se hizo un poco más rutinaria. No se escuchaban gritos de torturados aunque no sé si allí se torturaba o no. Por la mañana nos traían mate cocido, al mediodía alguna comida tipo polenta o fideos y por la noche generalmente mate cocido otra vez.
La cantidad de comida variaba según fuéramos muchos o pocos los detenidos. Calculo que cuando llegamos deberíamos encontrarnos allí unos 25 hombres. En algunos momentos fuimos sólo 10 más o menos. Si bien casi todos los días se pasaba un trapo, la higiene personal era lamentable. En tres meses de estar allí sólo me permitieron lavarme dos veces. Cuando llegué, y al saberme lejos de la guardia, menos controlado, comencé a sacarme las esposas o las cuerdas (depende del momento) y las vendas de los ojos. Fue en ese momento que pude observar mi cuerpo. No podía apoyar el pie derecho porque tenía una infección. Las plantas de los pies estaban negras.
La piel había sido completamente quemada. Tenía heridas en los puños por las esposas y desde los senos hasta casi las rodillas había una placa rígida que se había formado con las quemaduras y la sangre coagulada provocado todo por la picana. En Quilmes el remedio milagroso se llamaba Pancután, que es una pomada antiséptica que ayuda a cicatrizar las quemaduras. Sólo con esa pomada fue desapareciendo la infección en la planta del pie derecho. Durante estos tres meses en Quilmes, sumados a los quince días en Arana, perdí mi aspecto humano. Para levantarme debía hacerlo en varias etapas, lentamente, porque varias veces me desmayé. Y cuando estaba de pie debía aferrarme a algo porque por unos instantes se me nublaba la vista y tenía vértigos. Dormía no sé, 16 o 18 horas por día. Cuando salí de la cárcel, casi tres años más tarde, pesaba 58 kilos y estaba bien. Pienso que en Quilmes debo haber pesado bastante menos y cuando me detuvieron pesaba 72 kilos.
En Arana estuve con un hombre de entre 35 a 40 años que era un obrero de la fábrica Rigoleau, que estaba cerca de Quilmes. Este hombre me contó que era español. Le decían por supuesto 'El Gallego'.Más tarde supe que su apellido era Coley. Fue trasladado. Un tiempo después lo trajeron a Walter Docters, a Osvaldo Busetto que estaba herido de bala en piernas y abdómen y que también fue trasladado. Una persona que ya estaba allí desde antes de que yo llegara era Néstor Busso, de La Plata y que recuperó su libertad. También trajeron al peruano Icama ? y que luego estuvo en la U9.. Nora Ungaro, que recuperó la libertad. Angela López Martín, que sigue desaparecida. También pasaron por allí Pablo Díaz, José María Novielo, que recuperaron la libertad. Había tembién un muchacho de apellido Enríquez y con las mujeres estaba su esposa que estaba embarazada, Marta Enríquez. Ella fue 'legalizada', mientras que de él nunca supe más nada ya que me trasladaron a mí primero. Un hachero de Misiones de apellido Galván y su esposa, de los cuales no tengo noticias. Un muchacho a quien llamaban "El Colorado", pelirrojo, de la zona de Quilmes. Un muchacho a quien llamábamos "El zapatero" porque trabajaba en una fábrica de zapatos de la zona de Lomas de Zamora. Me fui antes que él. Creo, sin seguridad, que había una chica que se llamaba Rosa y que tenía unos 15 años. Una familia de La Plata, que tenían su domicilio no recuerdo si en las calles 2 y 44 o 3 y 44. Era un hombre de 65 años, su hijo de unos 30 y la esposa del hombre mayor.
Muchos más pasaron por allí pero sería incapaz de afirmar nada ya que algunos a veces permanecían dos o tres días, incluso menos. Algunos llegaban heridos de bala. Todos torturados. Por ejemplo al peruano Icama una bala le había entrado por detrás, cuando huía, y le había quebrado la clavícula. Sobrevivía quien podía y las heridas se curaban solas generalmente. Durante el período que estuve en Quilmes una vez mi madre pudo venir a verme.
Para mí eso fue como un signo de que todo no estaba perdido, de que tal vez no me mataran . La vi en el mes de diciembre, pocos días antes de que me volvieran a trasladar. Esa fecha coincidió con una serie de fichas que nos hicieron allí mismo, con huellas dactiloscópicas, fotos etc. Cuando mi madre me viene a ver a Quilmes la veo durante unos cinco o diez minutos. Después la volvería a ver más de un mes más tarde. Tengo que precisar aquí algunas informaciones que no relaté precedentemente. Mi madre trabajaba como empleada administrativa en Jefatura de Policía, en la Dirección de Logística. Mi hermana también trabajaba en la Policía como empleada en la Caja de Jubilaciones. Inmediatamente después de mi detención mi casa fue allanada en lo que aparentemente fue un despliegue policial bastante grande. Unas ocho personas entraron en el apartamento mientras que había otros grupos de apoyo en el exterior, incluso tiradores apostados en la terraza del edificio vecino. Mi madre y mi hermana perdieron sus trabajos, fueron echadas. Pero mi madre conocía a mucha gente dentro de Jefatura y creo que a través de alguno de esos conocidos logró hacer llegar a Arana unas prendas y visitarme luego en Quilmes. El 21 de diciembre de 1976, por la mañana vinieron a buscarme. También a Walter Docters.
Nos hicieron bajar por esas escaleras pequeñas y empinadas y ya allí nos instalaron en la caja de una camioneta cerrada. También estaban Emilce Moler, Patricia Miranda y Marta Enríquez. Nos previnieron que a cualquier intento éramos hombres muertos y acostados en esa caja nos cubrieron con mantas. Pienso que la camioneta no tenía distintivos de la policía. Bueno, el hecho es que al cabo de un cierto tiempo que no fue demasiado largo, nos bajan en otro lugar. Durante los primeros días permanecemos atados y los ojos vendados, en unos calabozos obscuros. Un lugar a donde nadie venía ni siquiera para sacarnos al baño. Sí, venía un guardia dos veces por día. Creo que dos o tres días más tarde nos sacan las vendas y una semana después comenzamos a recibir a nuestras familias. Media hora por semana. La razón de todo esto era que ya estábamos a Disposición del Poder Ejecutivo Nacional desde el 28 de diciembre por decreto 3454/76. Este lugar era la comisaría 3ra de Valentín Alsina, en Lanús.
En esta comisaría, cuando llegamos, al otro día las mujeres fueron sacadas y llevadas a otra parte de la comisaría. A Walter Docters y a mí, al cabo de unos diez días nos pusieron en una celda en donde había otros detenidos. Uno de ellos era un estudiante de medicina de la ciudad de La Plata, Rubén Saposnik que había estado secuestrado en Infantería de la Policía en las calles 1 y 60 de La Plata, esposado a una cama metálica durante un mes; un médico residente en el hospital San Martín de La Plata, Néstor....? y un gremialista de la zona de Ezeiza que fue trasladado antes que nosotros, cuyo nombre ignoro y no sabría decir si fue liberado o no. Una semana antes de volver a ser trasladados una vez más llegaron Pablo díaz y José María Novielo. Y el 21 de enero de 1977 fuimos trasladados todos los hombres a la Unidad Carcelaria N° 9 de La Plata.
Aquí termina este relato del tiempo que permanecí secuestrado por las fuerzas de seguridad argentinas.
Como anexo a este trabajo agrego una lista con los nombres de todas las personas que recuerdo haber visto o escuchado e incluso algunas de las cuales sólo supe más tarde que se encontraban allí. Con sentimiento de culpa soy consciente de que olvido nombres, datos, informaciones sobre otras personas y que tal vez hubiesen sido capitales para conocer la suerte que corrieron.
Grenoble 23 de Mayo de 1998
Listas de desaparecidos y de represores.
Cuatrerismo de Arana
Indico con un asterisco a las personas de las cuales supe personalmente, ya sea porque las vi o porque las escuché, o porque escuché hablar de ellos en ese momento como detenidos. Los otros nombres los recogí en diferentes testimonios que fui leyendo, entrecruzando informaciones con otros ex-detenidos desaparecidos y en algunos recortes de diarios que guardé ).
*Santiago Servín D (Director del diario "La Voz de Solano")
*El sobrino de Santiago Servín D
*Etelbaum o Epelbaum ? (Trabajaba con Servín en el mismo diario)
*Víctor Treviño D
*Claudia Falcone D María Clara Ciochini D (Mencionada en el testimonio de Pablo Díaz)
*Emilce Moler L
*Patricia Miranda L
*Horacio Ungaro D
*Claudio de Acha D
*López D
*"Willy" ?
*Ringa ?
*Kegler Krug Marlene Katherine D (escuché sus gemidos y alusiones a ella y de cómo había sido torturada)
*Giampa ?
*Walter Docters
*L Walter Samperi (primo de Walter Docters, recogí su nombre en las declaraciones)
*Osvaldo Bussetto D
*Pablo Díaz L
*Daniel Alberto Racero D
*Nora Ungaro
*L Ana Teresa Diego ? (este nombre lo recogí de la declaración de Nora Ungaro) Cristina Doglio ? (testimonio de Nora Ungaro) José María Schunk D (Testimonio de Pablo Díaz y de Walter Docters) Néstor Silva ? ( Idem ) La novia de Néstor Silva? ( Idem )
*Icama ??? L?( es un peruano que volví a ver en Quilmes y finalmente en la U9, cuando cayó, un tiro le quebró la clavícula, no sé si fue liberado, expulsado...)
*Julio Aníbal Badell Muerto(figura en el testimonio de Walter Docters y creo que mi segundo paso por Arana coincidió con su paso por allí mismo. Lo tiraron del tercer piso de la Jefatura de Policía el 29/9/76)
*Esteban Badell D (idem que el anterior)
*Acosta Velasco de Badell D. Una señora chilena esposa de uno de los dos hermanos.
Fuente: http://www.nuncamas.org/testimon/calotti.htm
La historia no oficial de la noche de los lápices
Entrevista a Emilce Moler
Sabina Crivelli
La Pulseada
La Fogata
Ocurrió hace 29 años. Fue entre el 15 y el 16 de setiembre de 1976: los militares secuestraron y torturaron a varios alumnos secundarios de La Plata... La Noche de los Lápices. Hubo cuatro sobrevivientes. Emilce Moler es una de ellos. Nos da su testimonio y, a diferencia de lo que cuenta la película que hizo conocidos estos hechos, ella no relaciona la detención con la lucha por el boleto estudiantil sino con su militancia en la Unión de Estudiantes Secundarios.
El 16 de setiembre de 1976, Emilce había ido al Bachillerato de Bellas Artes. Cursaba 5to. año y ese día estaba organizando la fiesta de la primavera. En medio de los preparativos, alguien le avisó que la noche anterior se habían llevado a sus dos amigas: Claudia Falcone y María Clara Ciocchini. También habían secuestrado a Claudio de Acha, Daniel Racero, Horacio Ungaro y Francisco Muntaner. Todos compartían la militancia en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Emilce tuvo miedo. Enseguida llamó a su padre que le pidió que escapara. Emilce no quería irse dejando a sus compañeras en esa situación, pero sospechaba que sería la próxima en la lista. Y no se equivocó. Esa misma noche, un grupo de hombres encapuchados y armados irrumpió a los gritos en la casa de la familia Moler. Dijeron que eran del Ejército y que venían a buscar a una estudiante de Bellas Artes. Casi se llevan a su hermana, 5 años mayor. Emilce era bajita, estaba en pijama y parecía una nena. Cuando la identificaron, su madre pidió que la dejaran vestirse. Los militares accedieron. Le pusieron las esposas -que se le salían porque le quedaban grandes- y se la llevaron. En el camino pasaron a buscar a otras dos compañeras. Una no estaba. La segunda era Patricia, otra de los cuatro sobrevivientes. Todas fueron llevadas a un centro clandestino. Con el tiempo sabría que era en Arana. Ahí se encontró con sus dos amigas secuestradas la noche anterior. Tenía los ojos vendados, pero mientras caminaba rumbo al cuarto de tortura reconoció los gritos de otros dos amigos y compañeros de la UES: Gustavo Calotti, que sobrevivió para contarlo, y Horacio Ungaro, uno de los tantos desaparecidos. El 21 de setiembre se sumó a ellos un estudiante de la "legión extranjera" que sería el cuarto sobreviviente: Pablo Díaz. "Supuestamente estuvimos juntos en Arana dos días -recuerda Emilce-, pero nunca supe que estaba. Él no militaba en la UES. Al no conocerlo de antes y no haber hablado con él en ese momento, no supe que estaba ahí". El 23 de setiembre cargaron a todos los estudiantes, maniatados y encapuchados, en un camión. Después de un rato, la marcha se detuvo. Alguien leyó una lista: Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Horacio Ungaro, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Claudio de Acha... Los hicieron bajar y nunca más se supo de ellos. Muchos años más tarde, la que era directora del Bachillerato de Bellas Artes, Elena Makaruk, declaró que se enteró "por comentarios" que los chicos de la "Noche de los Lápices" estaban desaparecidos, pero que la institución no hizo gestiones para buscarlos porque "no se podía considerar verdad un comentario".
Emilce Moler sigue siendo bajita y hoy su vida transcurre en Mar del Plata. Por aquel entonces estaba de novia con Fernando, un joven de 22 años que militaba en la JUP de Agronomía. Ahora es su marido y tienen tres hijos. La chica de Bellas Artes ya tiene 44 años, pero no es difícil imaginarla a los 17. Habla y ríe todo el tiempo con una vitalidad contagiosa que no abandona ni a la hora de recordar los momentos más duros de su vida.
-¿Cómo empezás a militar?
-Yo diría al revés: ¿Cómo no iba a militar? Habría que haber vivido esos años para darse cuenta. Por supuesto que también estaban los que no se enganchaban, pero a la edad que yo tenía, y en Bellas Artes donde todo era libertad, participación y solidaridad, era imposible no militar. La revolución parecía estar ahí nomás. Latinoamérica estallaba por todos lados. Teníamos los modelos socialistas de Chile y Cuba. Yo podía no saber en qué partido, pero que iba a participar no tenía ninguna duda. Había todo un clima en el que estaba muy mal visto aquel que no se comprometía. Decirle a alguien, "sos un teórico", era el peor insulto. Podías discutir, pero si no militabas y no llevabas a la práctica tus ideas, eras lo peor.
De primero a cuarto año participé en todas las actividades de la escuela, pero todavía no lo hacía desde ningún partido. Quería tener un poco más de idea de dónde me iba a meter. Venía de una familia absolutamente anti-peronista. Hice la primaria en un colegio de monjas, en el Eucarístico, y entré a Bellas Artes en el 72. En el 73 todos mis compañeros fueron a buscar a Perón. Yo era re gorila. Poco a poco fui cambiando y me di cuenta de que cualquier cambio en este país venía por el peronismo. Una anécdota es que yo estaba convencida de eso, pero nunca pude cantar la marcha peronista porque no la sabía. ¿Dónde la iba a aprender? Me daba muchísima vergüenza. Cuando me detuvieron, militaba en la peronista UES.
-¿Cuánto tiempo estuviste detenida?
-Casi dos años, más el año de libertad vigilada. Desde enero del 77 hasta abril del 78, estuve en Villa Devoto. Era una presa legal bajo disposición del PEN, siendo menor, con sólo 17 años. Llegar a Devoto fue uno de los peores momentos de mi vida. Cuando entré, una celadora me leyó los cargos en mi contra: asociación ilícita, tenencia de armas y explosivos. Yo lloraba y decía que no era cierto. Sentía una terrible impotencia. Después me encerraron en una celda. Cuando me largan no me dejan volver a La Plata y nos vamos con toda mi familia a Mar del Plata, donde estuve bajo libertad vigilada.
-¿Qué sabés de los demás sobrevivientes?
-Con Gustavo Calotti, sigo siendo amiga. Él vive en Francia, es docente de castellano y está muy bien. Dio su testimonio para el juicio a las juntas militares y ante el juez Baltasar Garzón. Hay otra chica, Patricia, que es muy respetable que nunca haya hablado porque no tenía ninguna relación con la militancia política y le faltaron muchos elementos para comprender lo que le estaba pasando. Tuvo una historia de vida muy dura porque se le murió la mamá estando ella presa. Nunca la dejaron salir a verla y tenía sólo 17 años. Cuando salió, estaba sola y su familia tenía una situación económica complicada. Con ella me comunicaba los primeros años y después fui perdiendo contacto. Ella prefirió callar. Yo la entiendo y la respeto muchísimo.
-¿Cómo vivieron tus padres toda esta situación?
-Fue muy duro. Mi padre era policía, jubilado por suerte. No fue un policía de alma ni mucho menos. Pero fue durísimo para él. Por un lado tenía acceso a montones de lugares para salvarme, pero por el otro recibía todas las humillaciones posibles. Mi mamá lo vivió con mucha vergüenza. Sin embargo los dos, a pesar de que estaban lejos de compartir las cuestiones políticas conmigo, estuvieron firmes ahí desde lo afectivo. No faltaron nunca a las visitas. Mi mamá me escribía semanalmente dos cartas. Eso para mí fue un salvavidas. Yo me sentía muy culpable por lo que vivían mis viejos. Pasaron muchos años para que la sociedad nos reivindicara. En aquellos momentos éramos la lepra. A mi familia más de uno le retiró el saludo. Ellos tenían un proyecto de vida clase media y se encontraron con que en su ciudad los abandonaron. Lo terrible era que nunca sabíamos cuándo se acababa. En diciembre del ´77, según averiguaciones de mi padre, me habían hecho una condena de 5 años más. Los militares hacían como parodias de juicios a algunos compañeros. Eso se llamaba Consejo de Guerra. En ese entonces, en la cárcel, vos no sabías cuánto tiempo ibas a estar, y tampoco sabías cuándo abrían una puerta, te sacaban y te llevaban andá a saber a dónde. Yo ya había pasado por los centros clandestinos y sabía de las torturas Además, venían nuevos compañeros en estado calamitoso y contando historias de terror. Sacaban compañeras de Devoto que nadie sabía a dónde las llevaban. Los de la Masacre de Margarita Belén salieron del penal. Y allí, precisamente mataron a un primo mío. Yo no tenía ni relación con él pero mi mamá se veía con sus primas, que también iban a ver a su hijo a la cárcel y un día, cuando volvió, mi tía le dijo a mi vieja: "Lo mataron". No sabemos por qué, pero por suerte decidieron darme la libertad vigilada.
-¿Qué pasó cuando saliste?
-Fue en el Mundial, en el ´78. Todos festejaban y yo lloraba. Sentía que nunca iba a poder contar lo que me había pasado. "Nunca me van a creer", pensaba... Estaba presente todo eso de "Los argentinos somos derechos y humanos". Cuando escuchaba a los comunicadores en la televisión, lloraba de la bronca. Hoy sigo teniendo terror de que la gente no vea los procesos históricos. Salí bajo libertad vigilada en una ciudad que no conocía. Empecé a rendir libre las materias de 5to. año. En La Plata me declararon alumna libre por "faltas". Mis padres lograron con gran esfuerzo que me dieran los papeles de 4to. año para que pudiera rendir 5to. libre. Tuve que decir que había tenido hepatitis. Para ese entonces ya tenía 19. Me sentía viejísima. Mucho más tarde me di cuenta de la atrocidad que viví en plena adolescencia. Me iban a buscar a determinados lugares, venían a mi casa a vigilarme, controlaban con quién estaba y no podía reunirme con muchas personas a la vez. Pero venía de tal horror que eso no me molestaba. Pensaba que a mí, dentro de todo, no me había pasado nada. Tardé mucho en darme cuenta de que yo también fui víctima.
-¿Cómo empezaste a estudiar Matemáticas?
-Con un permiso especial me dejaron ingresar a la Facultad. No podía pensar en estudiar arte porque me detenían al día siguiente, entonces me anoté en matemáticas. Me seguían y me esperaban en la puerta de la Facultad. Yo seguía de novia con el que hoy es mi marido, Fernando. Él militaba en la JUP y era más grande. Estaba estudiando en La Plata y siempre mantuvo el contacto con mi familia. Eso fue muy importante porque tuve un compañero y amigo al lado mío. Con él podía hablar de todo.
-¿Cómo termina la libertad vigilada?
-Como me vieron tranquila y aburrida -no me hablaba con nadie-, en julio del ´79 me liberaron de todo y no me molestaron más. A partir de entonces, Fernando se vino a vivir a Mar del Plata. En el ´82 nos casamos. Ese año, por primera vez, le conté a una amiga algo de mi historia. Era una compañera de la Facultad; venía a nuestra casa y me sentí en la obligación de hacerlo. Nunca se lo imaginó. Tardó años en entender. Fue la única persona, en ese entonces en Mar del Plata, a la que le contamos nuestra historia. Hoy seguimos siendo amigas, es dirigente gremial y en política la tiene más clara que yo.
-¿Cómo viviste la vuelta de la democracia?
-Empezamos a contactarnos con otra gente que había vivido lo mismo. En el ´85 di mi testimonio al equipo de Antropología Forense y en el ´86, contra Camps, donde también declaró mi padre. Fue el primer policía en testimoniar contra Camps. Ese mismo año me ubicó una radio de Mar del Plata. Si mi primera declaración hubiese sido en Buenos Aires, seguramente los hechos se hubieran contado como fueron. Yo nunca me negué a contar la historia. Sin embargo me pasó con María Seoane que cuando ella me pidió que escribiera mi testimonio yo acepté pero le pedí leer el borrador del libro. Seoane se negó a dármelo y entonces yo y mi padre no escribimos. A partir de ahí viene el castigo en el libro y después en la película. Ni siquiera menciona la existencia de otros sobrevivientes. (N. de la R.: "La Noche de los Lápices", de María Seoane y Héctor Ruiz Núñez, en base al cual se hizo el guión de la película de Héctor Olivera) A mí me interesó salir siempre a decir cómo son los hechos reales y yo siempre los conté así. Éramos estudiantes secundarios y no relaciono nuestra detención con la lucha por el boleto estudiantil, que fue en el ´75, sino con nuestra militancia. Estoy segura de esto. No es una negación de la historia anterior sino es como agregarle algo más, recrearla.
-Sin embargo, todavía es fuerte la versión de que existió sólo un sobreviviente
-Es bastante extraño porque he hablado muchas veces. Estuve en 1998 en el programa de Santo Biasatti. Esto fue tapa de La Nación en el mismo año y Página/12 también lo publicó. Fui a muchas entrevistas radiales y a charlas en muchas ciudades y se vuelve a decir lo mismo. Más de una vez me ocurre que gente que me conoce, cuando tiene que decir lo que fue "La Noche de los Lápices", vuelve a repetir el tema del boleto estudiantil y que hubo un único sobreviviente. Yo convivo con eso y no pongo energía ahí sino en contar lo que fueron los hechos, lo que significaron y en la transmisión de la memoria para los jóvenes de hoy en día.
-¿Tu familia volvió a La Plata?
-Mis padres nunca pudieron volver y a mí me cuesta horrores. Tardé muchos años. Para volver a mí escuela necesité 20 años y fue durísimo, con mucho llanto. Vine para un acto por los desaparecidos. Recién ahí pudimos abrazarnos y llorar entre varios compañeros. Ahora vuelvo un poco más entera. También fui al acto por los 25 años del golpe con mis hijas y vieron toda la parte de la escuela que yo les había contado. Fue algo fuerte pero reparador.
-¿Cómo te acercás al equipo de Antropología Forense?
-Ellos se acercaron primero para tener mi testimonio. A partir de eso tuve conciencia de la importancia del sobreviviente. Creo que las Abuelas, los Hijos, las Madres, todos juegan roles importantes, cada uno desde su lugar. Cuando llevé mi relato al equipo ellos me empiezan a preguntar por el color de la blusa de tal persona que yo había visto, para poder identificar los restos, y yo ahí veo que puedo describirlo. Me di cuenta de que yo tenía información. Además de las personas a las que vi, tenía detalles de marcas, olores, sensaciones y sonidos que no los tiene nadie. Entonces me di cuenta de que iba a ser un rol mío el del relato. Yo recuerdo todo: las palabras de la compañera que no vi nunca más, el apretón de mano, la palabra de aliento. Mucha gente ha olvidado. Cada uno elaboró como pudo. Yo hice el ejercicio de registrar todo porque, inconscientemente, sabía que eso iba a ser importante.
-¿Cómo llegás a trabajar con el equipo?
-Cómo yo recordaba todo con mucha precisión, cada dos por tres el equipo de Antropología Forense me volvía a llamar. Así empezamos a tener una cierta amistad. Después ocurrió una casualidad: ellos empezaron a encontrar documentación, huellas que pertenecían a desaparecidos. Sin embargo los peritos las rechazaban porque no se podían ver bien. Alguien les dijo entonces que en Mar del Plata había una persona que se dedicaba al procesamiento de imágenes... ¡Casualmente era yo! Me vinieron a ver y empezamos a trabajar juntos. Hoy mi proyecto de investigación en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Mar del Plata es la identificación de huellas dactilares para la identificación de desaparecidos. Me he especializado en eso y ya se identificaron varios. Desde un primer momento yo lo institucionalicé. Está aprobado por el Consejo Académico. Por este trabajo obtuve un premio en el año 2000, en Estados Unidos. Mirá qué paradoja dónde me premian. Era la primera vez que alguien de Latinoamérica obtenía un premio así.. Esto es parte de mi trabajo y no lo quiero dejar porque, ¿quién lo va a hacer? Otros cobrarían mucho por esto. Yo lo hago desde otro lugar y es muy reparador.
-¿Cuál es tu lectura de la situación política actual?
-Estoy enloquecida de contenta. En el ´86 parecía que con el juicio a las juntas las cosas empezaban a cerrar, pero después vinieron las leyes de Obediencia Debida y el Punto Final. Entonces lloré. Después vino el indulto, pizza y champagne y mirar para adelante.
-¿De qué cosas te arrepentís y cuáles te marcaron?
-Vi tanta arbitrariedad, por ejemplo con esta chica Patricia que no había estado en nada, que si no me hubiera metido a militar tampoco era seguro que no me pasara nada. Siento que fui coherente con lo que pensé, aunque mi militancia fue muy chiquita. Ojo que ser militante en ese momento, pegar carteles en contra de la dictadura, con ese gobierno militar era muchísimo. Yo no me hubiera bancado la dictadura sin decir nada. Nadie previó una dictadura con tanta represión. Hoy no me podría pensar sin esta experiencia de vida. El silencio y las ausencias de las personas que yo hubiera necesitado que estén al lado mío y de mis padres, me han dolido mucho. Mi objetivo es que mis hijos no se formen con esos valores. Quiero que mis hijos sean solidarios, siempre que puedan y que alguien lo necesite. Me parece que ese es el camino
La Plata - Argentina
16 de setiembre de 1976
Tienen entre 16 y 18 años, con la ternura de la infancia en el rostro y la utopía de la adolescencia en el alma. Con los típicos delantales blancos reclaman el boleto escolar, suprimido por el gobierno militar. Creen que su demanda es justa, especialmente para los chicos pobres. Viven en La Plata y los fines de semana ayudan en las villas miseria.
En esa madrugada son arrancados de sus casas por los hombres del general Camps, jefe de policía, en su plan perverso de eliminar cientos de adolescentes "subversivos".
Pablo Díaz, secuestrado el 21, sobrevive al horror y tiene fuerzas para contar lo vivido en el campo clandestino "Pozo de Banfield", donde permanece cuatro meses con sus compañeros y otros secuestrados. "Estar desaparecido -dice- es recibir picana eléctrica en todo el cuerpo, que nos arranquen las uñas, estar quince días a sólo pan y agua, con una soga al cuello, las manos esposadas, los ojos vendados, los cabellos crecidos, sin bañarse. Las chicas manoseadas y violadas cada noche."
Durante el Juicio a las Juntas, ante la prensa o para la película "La Noche de los Lápices", Pablo reconstruye cada minuto: las ansias de vivir, la certeza de la libertad, las canciones para animarse, la fe militante de María Clara, que invita a rezar en la Nochebuena. Después, el silencio de la desaparición y sus rostros convertidos en bandera de justicia al declararse el 16 de septiembre "Día del Estudiante Secundario".
En la madrugada del 16 de setiembre de 1976 una patota militar secuestró a varios adolescentes en La Plata. A tantos años, los sobrevivientes hablan de la política detrás del boleto estudiantil.
Pablo Díaz piensa que el lado político de lo que le pasó fue dejado de lado por muchos años.
"La sociedad tenía que comprender que, aunque hubiese militado, tenía derechos", explica.
Victoria Ginzberg
El relato mítico de La Noche de los Lápices dice que el 16 de setiembre de 1976, en La Plata, siete adolescentes fueron secuestrados por reclamar por el boleto estudiantil. Lo cierto es que para los militantes secundarios de la década del 70 esa lucha fue parte de otra más grande, que incluía un nuevo proyecto de país. "Yo tenía trece años cuando empecé a militar. Estuve en Ezeiza, en Gaspar Campos, en el sindicato del calzado donde Galimberti lanzó las milicias populares y di la vuelta al cajón de Perón", dice a veinticinco años de su detención Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes de la masacre. Desde que salió de la cárcel, luego de pasar por dos centros clandestinos de detención, Díaz denunció a sus captores pero admite que su compromiso político, como el de sus compañeros, fue dejado en un segundo plano "porque la sociedad tenía que comprender que, aunque hubiese militado, tenía derechos".
Durante los primeros años de la democracia los desaparecidos sufrieron un proceso de despolitización. En ese momento, la prioridad era la condena de quienes habían cometido crímenes horrendos contra hombres, mujeres y niños. Y la pregunta sobre la militancia era la pregunta del "por algo será". Poco a poco, las víctimas fueron recuperando su historia pero los chicos de La Noche de los Lápices tal vez por su edad o por la fuerza con que la sociedad se apropió del relato quedaron cristalizados como los casi niños que fueron secuestrados a causa del boleto estudiantil.
"Hasta el 75 el boleto no tuvo nada que ver. Pero en ese momento había más restricción y surgió buscar un elemento movilizador de todos los estudiantes. Hubo una marcha multitudinaria en La Plata en la que yo iba en la cola pero fue importante porque logró nuclear a un montón de estudiantes independientes y fue un éxito porque se lograron las reivindicaciones. Pero cuando me secuestraron, nunca me preguntaron nada del boleto", asegura Emilce Moler, otra sobreviviente de La Noche de los Lápices. Hoy matemática, Molcer entró al colegio Bellas Artes de La Plata en 1972, en plena efervescencia política. Durante los primeros años de la secundaria participaba de discusiones y charlas, y coqueteaba con las distintas agrupaciones que trataban de "cooptarla". En 1975 la libertad empezó a escasear y con 16 años sintió que era momento de "dar un paso de compromiso". Así entró a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) que respondía a Montoneros. "Para mí el peronismo fue un impacto. Venía de una familia antiperonista y por eso era con quienes más discutía. Quizá por eso de acercarme para discutir me fui aproximando más. También estaban las afinidades de los amigos, que influían mucho. Aunque no llegué a tener un sentimiento peronista, comprendí que no se podía cambiar al país sin el peronismo y que las anécdotas que se contaban en mi casa sobre las joyas de Evita y el luto obligatorio eran eso, anécdotas", narra Moler.
La edad no era un impedimento para tener ideas claras. Cuando Horacio Ungaro tenía trece años, su hermana Marta, que era miembro de la juventud comunista, quiso reclutarlo. Horacio le contestó que pensaba lo mismo que José Ingenieros: "El que sigue un ideal sin entenderlo es un fanático". Y dos años después empezó a militar en la UES. En la madrugada del 16 de setiembre de 1976 un grupo que se identificó como perteneciente al "Ejército y las fuerzas de seguridad" entró a su casa y se lo llevó, junto con Daniel Racero, que se había quedado a dormir allí. Esa noche también desaparecieron Francisco López Montaner, María Clara Ciochini, María Claudia Falcone y Claudio de Acha. Son los seis que no volvieron de la decena de adolescentes que fueron detenidos a mediados de ese setiembre.
Un día antes de su secuestro, Horacio le dijo a su hermana que no pensaba esconder sus libros. En la mesita de luz tenía el diario del Che y un manual de filosofía. El 16, Marta pudo ver desde la persiana a medio levantar del quinto piso en que vivían los libros de Horacio en la vereda.
Pablo Díaz fue expulsado del Colegio Estrada, privado y católico, por participar de la creación del centro de estudiantes. De allí fue directo al España, conocido en La Plata como la "legión extranjera" porque recibía a los chicos con problemas de "conducta" y los repetidores; y Díaz encajaba en ambas categorías. "Yo vivía cerca de plaza Italia, que en La Plata es un lugar histórico del peronismo, de las manifestaciones callejeras del luche y vuelve. Por curiosidad me iba a la plaza con amigos del barrio y empezamos a tomarle el gustito al peronismo, nos entró por los ojos", Díaz. Desde 1972, a los trece años, hasta la muerte de Perón militó en la UES. Luego se fue a la Juventud Guevarista, que respondía al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Allí se aproximó a la militancia clandestina y tomó conciencia de la "seriedad del juego". Díaz afirma que la lucha por el boleto estudiantil es una verdad histórica que sirvió para agrandar las estructuras de las agrupaciones de los secundarios porque "la motivación de los estudiantes al haber ganado implicó un ingreso masivo a las organizaciones políticas" y que los que la encabezaron "pasamos a ser marcadamente peligrosos porque nos convertimos en líderes naturales de estudiantes con la implicancia de tener una ideología que nos confrontaba con el sistema". Díaz asegura que él y muchos de sus compañeros estaban dispuestos a participar en acciones "importantes" pero que los dirigentes no los dejaban. Y que a pesar de eso, no siente que hubiera sido consciente del peligro que corría.
Díaz, quien desde hace años recorre escuelas secundarias dando charlas, cree que los estudiantes de hoy son muy distintos a los de la década del `70: "Los veo productos de una gran soledad. Nosotros no estábamos solos, había gente participando en distintos sectores y teníamos un proyecto de país. Estábamos contenidos y motivados. Ahora hay una descomposición de la ilusión, aunque soy optimista, pero en los centros de estudiantes ahora se hacen trabajos puntuales y se sufre mucho el desgaste".
Página 12
La represión del régimen militar se descargó con especial virulencia sobre el Movimiento estudiantil secundario.
Centenares de adolescentes fueron secuestrados, torturados y asesinados. En la madrugada del 16 de septiembre de 1976, con los secuestros sucesivos de dirigentes secundarios de La Plata, se inició el episodio principal y la referencia inevitable para analizar ese plan represivo. La Noche de los Lápices, de los periodistas María Seoane y Héctor Ruiz Núñez, será editado próximamente por la Editorial Contrapunto, y llevado el cine por Héctor Olivera, con adaptación propia y de Daniel Kon.
Dos fragmentos del capítulo, "La Pesadilla", de La Noche de los Lápices, de María Seoane y Héctor Ruiz Núñez
LA NOCHE DEBAJO "EL DIA".
En la mañana del viernes 17, Pablo repasó las páginas del diario El Día, por segunda vez y ya escasas esperanzas. Sobre la suerte de los chicos, nada. En primera plana, a cinco columnas, la declaración inicial del Consejo Federal de Educación reunido en Tucumán: "El Estado está inserto en un orden cristiano y debe proteger la esencia de la nacionalidad, las instituciones, la paz, el orden, los símbolos nacionales, la moral y la integridad de la familia". De acuerdo a las noticias que había recopilado durante el día anterior, no correspondía al Estado extender esa protección a sus compañeros.
Tenía sólo treinta minutos el día l6. Rosa Matera se acomodaba al sueño leve de sus setenta y ocho años, cuando escuchó los primeros golpes en la puerta, a poco sobre los muebles heredados de sus padres, los pasos duros en el living y las voces extrañas. Encontró fuerzas para salir de su dormitorio y gritó con las entrañas porque sus pulmones estaban enfermos, para impedir que los seis o siete hombres maltrataran a María Clara y a Claudia. La empujaron con las armas hasta su cama, pero se repuso y volvió el escuchar el interrogatorio, las cabezas gachas de las chicas, vendas en sus ojos. Entonces la encerraron y ataron el picaporte. Las frases le llegaron a trozos. Luego, el silencio. Se arrastró hasta la ventana y vio a Claudia y a María Clara forzadas a subir a un camión del Ejército. El living había quedado desierto. Sólo unas láminas y el collage inconcluso sobre la mesa. Apenas llegaron al departamento del sexto piso de la calle 56 N° 586, el doctor Falcone y Nelva Méndez, avisados por el conserje, Rosa se desmayó.
El almirante Rojas había celebrado en el Luna Park otro aniversario de su golpe contra Perón. Más adelante, la página de espectáculos. No era habitual insertar allí noticias sobre detenciones de estudiantes, pero quiso asegurarse. David Niven, en Tigres de papel y Vittorio Gassman en Nos habíamos amado tanto brillaban desde la nómina de sus películas.
En otra ocasión se hubiera detenido a considerar cuándo las vería, le gustaban los filmes románticos. Al costado, la reposición de Yo tengo fe, de Palito Ortega, el programa de televisión y los horarios de las funciones.
Las dos y treinta y cinco. El grupo encapuchado irrumpló en el N° 2539 de la calle 73: "¡Ejército Argentino, entreguen las armas". Se abalanzaron sobre Ignacio Javier de Acha y Olga Koifmann que estaban acostados y los empujaron hacia la pared de la cocina: "Los libros, ¿dónde están los 1ibros y las armas"? "No tenemos armas, y los únicos libros son los de los chicos, de la escuela"; balbuceó Olga.
El pequeño Pablo había quedado hipnotizado por el cañón de una de una de las armas. "Por favor, tengan cuidado, está recién operado del corazón, tiene sólo tres años.
"Señora, no complique las cosas", advirtió uno de los encapuchados. "¿Quién es esta?". Preguntaban por Sonia, de 11 años. "¿Y éste que hace?". "Es Claudio, va al bachillerato, al Colegio Nacional", contestó Ignacio de Acha. "Bien debemos llevarlo por razones de seguridad del Ejército".
Olga, vio cómo lo arrastraban en ropa interior por el pasillo, gritó que lo dejaran alcanzarle un pentalón y lo besó y acarició apenas.
Eran las cinco de la mañana cuando los De Acha atravesaron Plaza Italia, y se detuvieron un segundo para abrazarse y llorar.
¿Qué hacer? Después de lo de la madrugada del 16, sentía miedo de ir al colegió y también de quedarse en su casa. En un momento, se le había ocurrido preguntar por los chicos en las comisarías pero inmediatamente se asustó de su atrevimientos El impulso de acudir a su padre aumentó su inquietud, y lo descartó.
Al anochecer fue a la estación de servicio donde trabajaba uno de sus amigos del barrio, en 13 y 520. Que lo ayudara a pensar cómo sobrevolar esos días hasta que la tormenta amainase.
Las cuatro y cuarenta. Calle 116 N° 542. Olga Fermán de Ungaro pidió tiempo para vestirse a los ocho hombres del Ejército que querían entrar, y se desesperó hasta el cuarto de Daniel y Horacio para avisarles. Los chicos tuvieron tiempo de desprenderse del "arma" que escondían debajo de la almohada: el libro de Politzer voló por la ventana. Prisionera en la cocina, Olga escuchó el interrogatorio y los golpes. Horacio y Daniel repetían que no sabían nombres, que no conocían a las personas por las que preguntaban los encapuchados. Le dijeron: "Los llevamos para Interrogarlos. Más tarde se los devolveremos, señora". Y escuchó cómo los arrastraban desnudos por las escaleras. Cada escalón le desgarraba el pecho, desde el quinto piso baste la planta baja.
Se les ocurrió que la misma estación de servicio podía servir de escondite. Juntos la revisaron de arriba abajo, pero pronto se desanimaron. No había huecos en las paredes, la oficina era de vidrio transparente y el foso para coches démasido peligroso. Tomaron mate por un largo rato, hasta que una idea salvadera les despejó la angustia. ¿Quién sospecharía que dentro de una expendedora de hielo Rolito estaría durmiendo un hombre?.
Pablo tendió la frazada sobre el colchón de diarios, dentro de la expendedora para automovilistas. Acostado, acarició la idea de que estuviera en servicio. Podría copiar a aquellos famosos de Hollywood que pagaban montañas de dólares para ser congelados y revivir luego de años de vida latente. El sólo necesitaba que pasaran esos días.
Ese domingo 19, desde el suplemento de El Día, Horangel vaticinaba: "El país tiene un porvenir muy destacado en 1977 (....) y entra como un balazo en 1980" Pablo no hubiera percibido la trágica literalidad de "como un balazo", porque la muerte en la adolescencia, es ajena. De otra manera, hubiera sentido el tiempo suspenderse y un muro delante de su historia. Sabemos ahora que no leyó la predicción, preocupado por lo que haría al Día siguiente.
Las cinco de la madrugada. Después de rajar a culatazos la puerta del N° 2123 de la calle 17, los seis hombres uniformados con ropa de fajina del Ejército, sólo dos a cara descubierta, le exigieron a gritos a Irma Muntaner de López que los llevara hasta sus hijos. Los precedió encañonada, oor el pasillo lateral de la casa. Cinco autos grandes en la puerta y hombres parapetrados en los tejados. Supo qué buscaban sin precisiones cuando entraron el almacén donde dormían Panchito y Víctor.
"¿Dónde estan las armas?", preguntaron. Panchito negó que las tuvieran, pero insistieron: él debía tener asignada una. El grupo que se había desplazado para revisar el resto de la cesa regresó frustrado: ni armas ni volantes. Como machacaban con la acusación de armas escondidas, Panchito les señaló el ropero que compartía con su hermano. Encontraron un rifle de aire comprimido, viejo y partido en dos, y una pistola de aire comprimido, pero nueva. "¿Nos estás cargando?", grítaron furiosos. "Nos lo tenemos que llevar señora. Cuando conteste lo que queremos saberr se lo devolvemos". Penchito se atrevió: "Es que yo nosé nada". "Entonces, pibe", amenazó uno de ellos, "atenete a las consecuencias"
Irma les rogó que lo dejaron vestirse. Vio cómo sacaban un pullóver y un pantalón azul del ropero. Trató de seguirlos pero la amenazaron con una ametralladora. Apenas desaparecieron corrió a la casa de Luis, su hijo mayor, que era quien más la preocupaba. A Panchito ya se lo devolverían.
¿Cuánto tiempo resistiría sin actividades con la angustia del futuro, visitando sobresaltado a su gente? En la tarde del 20 regresó a su casa y habló con su padre sobre su actividad estudiantil y el secuestro de los chicos. El profesor opinó que nada grave podía pasarle, que permaneciera en casa, que después de todo él no había cometido ningún delito. No logró tranquilizarse.
Hizo una ronda por las casas de sus amigos y terminó cenando en la de Juan Diego Reales. Comió cómo nunca.
-Mirá, bromeó con Diego, Creo que de esta noche no paso así que prefiero estar con la panza llena.
A las cuatro, la rimavera se interrumpió armada en el N° 435 de la calle 10. Daniel Díaz se asomó por la ventana de la planta alta respondiendo a los culatazos sobre el portón de entrada.
- Dejá, le gritó Pablo, me vienen a buscar a mí. Bajaba la escalera en ese momento subiéndose los pantalones.
Los ocho hombres con pasamontañas cubriéndoles la cara vestían ropas diversas algunos bombachas del Ejército. Lo empujaron al suelo y le apoyaron una pistola en la nuca, mientras obligaban al resto de su familia a tirarse a su lado. Lo intimaron a entregar lo que tenía escondido.
- No entiendo, yo no escondo nada, respondió.
Los escuchó identificarse como Ejército Argentino. "Después me dijeron qué habían robado, que se habían llevado un bolso de mi hermana, una cámara fotográfica, unas joyas de mi madre". Al living entró el hombre que daba las órdenes, lamentándose de que en la casa no había nada especial. "Un señor de cuarenta y cinco años, canoso, que posteriormente por fotos yo puedo reconocer como el comisario Vides".
Lo arrastraron hasta la puerta y lo tiraron dentro de uno de los cuatro coches, sobre alguien que ya estaba boca abajo, encapuchado.
Imaginó a los vecinos cerrando sus ventanas y dejándolo solo cuando los secuestradores gritaron: "¡ Bajen las persianas o tiramos ! ", y esa representación ahondó su miedo. "¿ A dónde nos llevan ? ", balbuceó, y recibió un culatazo seco en la espalda.
Cerca de media hora más tarde y una travesía por la ciudad frenaron frente a un portón. "Me mostraron después un croquis y creo reconocer que era Arana. Se decía campo de concentración Arana".
Pablo era el último de los marcados. La jaula de la Noche de los Lápices se había completado. Estaba frío y amanecía.
Martes 21, Día del Estudiante.
LOS PERROS
Gritó como nunca por el pasillo largo mientras lo arrastraban a la pieza mugrienta donde se fundían en un hedor único la perversidad y la carne chamuscada. Otra vez los hombres sobre él. El aliento contenido, la picana perforándole la piel, los músculos, la boca siempre abierta y el dolor en oleadas - No te vas a meter más, pendejo. Ya vas a ver. Y una descarga. Abría y cerraba las manos para que pararan, pero no había nombres. Lo giraban en el catre, arriba, abajo... Olor a mierda. Abría las manos pero no había nombres.
-¿Así que querés jugar, hijo de puta?
Otra descarga.
Como un bramido, escuchó: "Traéme la pinza". Y sintió un tirón brutal en un pie que su grito no pudo cubrir.
-¡Me quiero morir. Me quiero morir ¡ ¡ Por favor, basta, basta.! Y sus alaridos se resolvieron en sollozos. Por favor... ¡ mátenme!.
Se despertó en el calabozo, ensangrentado, y palpó el vacío de su uña arrancada. La vida y la muerte, el delirio y el tormento se mezclaban como una pesadilla.
Al tercer día se enteró sobre otros detenidos. "Por los nombres pude escuchar que ahí estaban Víctor Treviño, Walter Docters, Néstor Eduardo Silva y su novia, a quien decían "la negrita", y José María Schunk, que le decían "Carozo". Había una chica que le decían "la paraguaya", que ellos se jactaban porque había muerto allí. Se jactaban, digo, porque decían: "Se murió, tirala a los perros. Se te murió a vos, dijo uno, enterrará". Pienso que la llevaron al mismo lugar donde me torturaban a mí y ella gritaba. Después vino ése que dijo: "tirala a los perros".
Fue esa noche, o la siguiente, que vino un sacerdote a ajustarle los nudos de la venda y a dedírle que se confesara porque lo iban a fusilar.
-No, padre, que no me maten. Por favor, avise a mi casa, dígales dónde estoy.
-No te hagas el tonto, confesate. ¿En qué andabas?
-Sólo en lo del boleto escolar, en el centro de estudiantes... en serio, por favor, padre.
-No te preocupes, te mandamos a un lugar donde vas a estar mejor que acá.
Lo sacó del calabozo y lo arrastró hacia un muro. Quedó temblando de espaldas al paredón. No estaba solo, había un grupo de chicas que gritaban: "¡Mamá, mamá, me van a matar! ¡Mamá!". Una voz de hombre que repetía: "¡Viva la Patria! ¡Vivan los Móntoneros!".
Sonaron las descargas. ¿De dónde le brotaba la sangre? Lentamente fue recuperando su cuerpo: el pecho, la cabeza, el vientre. No había sangre, no estaba muerto.
El terror había congelado los gemidos. Hasta que una voz quebró el silencio.
-Se cagaron, ¿eh? Esta vez se salvaron... Y a vos, ¿te gusta gritar Montoneros?, ahora te vamos a hacer gritar, hijo de puta.
"Habían pasado, yo calculo, cinco o seis días. Podían haber sido siete, no sé muy bien, pero yo había entrado el 21 de septiembre".
Una noche lo trasladaron. Para entonces ya sabía que el lugar que dejaba era Arana la División Cuatrerismo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en 137 y 640, dependiente de la Comisaría 51 de La Plata. También, que uno de los jefes era un tal subcomisario Nogara.
Referencia
Revista Crisis - Junio1986 - por María Seoane Héctor Ruiz Núñez
http://www.herenciacristiana.com
En la madrugada de ese día, entre las 12:30 y las 5 hs fueron secuestrados de los domicilios donde dormían los estudiantes secundarios y militantes de la UES: Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Claudio de Acha, Daniel Racero, Horacio Ungaro y Francisco López Muntaner. Hoy continúan desaparecidos.
Claudio de Acha, 17 años
Fecha de Nacimiento: 21 de septiembre de 1958, en el barrio Los Plátanos, cerca de la ciudad de La Plata.
Colegio: Colegio Nacional.
María Claudia Falcone, 16 años
Fecha de Nacimiento: 16 de Agosto de 1960, en la ciudad de La Plata.
Colegio: Bellas Artes.
Horacio Ungaro, 17 años
Fecha de Nacimiento: 12 de mayo de 1959. Vivía en Gonnet.
Colegio: Escuela Normal Nº3
Daniel Alberto Racero, 18 años
Fecha de Nacimiento: 28 de Julio de 1958
Colegio: Escuela Normal Nº 3
María Clara Ciocchini, 18 años
Fecha de Nacimiento: 21 de abril de 1958. Vivía en La Plata.
Francisco López Muntaner, 16 años
Fecha de Nacimiento: 7 de Septiembre de 1960
Colegio: Bellas Artes
LA MANO ANONIMA
A mí hija María Claudia, militante de la UES, secuestrada durante "La noche de los lápices''.
Mano anónima aleve y asesina,
con sólo tocarte
ha intentado
macular tu pureza,
tu inocencia,
por cierto, fracasando.
Tu grandeza de alma
es infinita.
Tu generosidad, ilimitada.
Virtudes tales
son inmaculables.
La mano anónima, aleve y asesina,
no ha podido mancharte
por mas que lo intentara.
Y esa pureza
constituye tu triunfo.
TU VICTORIA y su derrota.
Has vencido, hija mía,
y tu victoria ha sido apocalíptica.
Aunque tu estés ausente todavía
yo te lloro y te admiro
al mismo tiempo.
Jorge Ademar Falcone
Andrea Verónica Quaranta
A principios de los ´80 en la escuela nos empezaron a mencionar tres palabras desconocidas. Dos de ellas fueron dictadura y democracia. No teníamos muy en claro de qué se trataban, pero intuíamos, por lo que nos decían y por el tono empleado, que la democracia era algo nuevo y deseable, que había que celebrar y cuidar. Por el contrario, la dictadura era despreciable, pasaban ciertas cosas que "Nunca más" debían ocurrir. Pero ¿de qué se trataban precisamente?
La tercera era la más terrible e inasible: "desaparecidos".
Fue a través de una película, "La noche de los lápices"[1], que comprendí, al igual que muchos de mi generación (tengo 30 años), su atroz y demencial significado. Recuerdo perfectamente la primera vez que la vi. Estaba en la cama de mi mamá y ella, que conocía la historia, encontró excusas para quedarse cerca de mí. Lo bien que hizo...
La película se basa en el libro[2] del mismo nombre, que a su vez, relata un hecho real ocurrido el 16 de septiembre de 1976. Durante la madrugada de ese día fueron secuestrados varios adolescentes, de entre 14 y 18 años, cuyo terrible delito consistió en reclamar por el Boleto Estudiantil Secundario. Para ello, habían realizado una serie de marchas, sentadas, petitorios; acciones que hoy nos parecen normales, o molestas (para algunos sectores) pero a las que jamás castigaríamos con el secuestro, la desaparición, la tortura o la muerte.
En ese momento, fueron motivo de todo ello junto.
No se trató de un hecho aislado, ni del error de un grupo de personas fuera de control. Desde el 24 de marzo de 1976, a partir de la instauración del "Proceso de Reorganización Nacional", "las violaciones a los más elementales derechos humanos que he denunciado no han sido simples excesos o errores metodológicos o estratégicos; tales violaciones respondieron a un minucioso manual doctrinario de represión"[3]
El régimen militar elaboró un plan sistemático de represión y exterminio, enunciado desde el mismo día del "Golpe". En la Proclama publicada al día siguiente en los principales diarios, dejaron en claro que "a par que se continuará combatiendo sin tregua a la delincuencia subversiva, abierta o encubierta, y se desterrará toda demagogia, no se tolerará la corrupción o la venalidad bajo ninguna forma o circunstancia, ni tampoco cualquier trasgresión a la ley u oposición al proceso de reparación que se inicia"[4]
La ciudad de La Plata fue una de las más castigadas. Allí vivían Claudio de Acha, María Claudia Falcone, Horacio Úngaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Francisco López Muntaner y Pablo Díaz.
Claudio tenía 16 años al momento de desaparecer. Estaba enamorado en secreto de Adela. Amaba la lectura, la música... y a Estudiantes.
María Claudia tenía sueños de artista, y por eso se había anotado en el Colegio de Bellas Artes. Apenas alcanzó a disfrutar su noviazgo con Roberto y sus "dulces 16", cuando la alcanzó la pesadilla en medio de la noche.
Horacio detestaba adherir a una idea sin conocerla a fondo y por eso devoraba libros de historia y política mientras escuchaba a Sui Géneris y a Mercedes Sosa.
Daniel era amigo de Horacio. De chico había soñado con ser "El llanero solitario". A los 18 años, sus ambiciones eran más realistas, quería ser tornero o mecánico. Pero tampoco lo dejaron.
María Clara vivió sus 17 años con la guitarra a cuestas. Con su música había llegado a La Plata desde Bahía Blanca, para estudiar Medicina, pocos meses antes de su último viaje, cuyo destino final aún se desconoce.
Francisco tenía apenas 14 años. Era hincha de Gimnasia y el mejor amigo de María Claudia. Estaba peleado con su hermano, porque a los dos les gustaba la misma chica.
Pablo, con sus 18 años, fue el único que vivió para contarlo.
Tenían los mismos gustos y pasiones que cualquier adolescente. También les interesaba la política y militaban en Centros de estudiantes, con la ilusión de una vida mejor para todos. Nada del otro mundo... De otro mundo debería ser lo que les tocó vivir...
En el invierno del ´75 empezaron a reunirse para pedir por la instauración real del Boleto Estudiantil Secundario. Existía por decreto provincial, pero en La Plata no se lo respetaba. Además, desde el mismo momento en que se dispuso el descuento para estudiantes, hubo un aumento en la tarifa general, por lo que la rebaja quedaba bastante desdibujada. Fue eso y no otra cosa, el punto central del petitorio que entregaron a las autoridades luego de una marcha en la que participaron 3000 alumnos.
La lucha por los "Boletos a un peso" llevaba un año cuando algunos perdieron las esperanzas, pero otros continuaron, porque "aunque el boleto no lo consigamos para nosotros, quedará para los futuros estudiantes".[5]
Insistieron hasta la madrugada del 16 de septiembre de 1976.
Apenas comenzó el nuevo día, media hora después de la medianoche, un "grupo de tareas" fue a la casa de María Clara y se la llevaron junto con María Claudia, que se había quedado a dormir.
A las 2.35, encapuchados secuestraron a Claudio.
A las 4.40, el ruido de las botas despertó a Horacio y Daniel. A la madre de Horacio le dijeron que los llevaban un rato para interrogarlos y jamás volvieron.
A las 5, seis hombres con ropas militares capturaron a Francisco.
Una semana después, el día del estudiante y de la primavera, se llevaron a Pablo.
Fueron llevados al Campo de concentración de Arana. Allí conocieron el hambre, el frío, el olor de su propia piel quemada por la picana, los golpes, las vejaciones; allí sabían que había llegado la noche cuando escuchaban los desgarradores gritos de sus amigas mientras eran violadas.
Allí aprendieron a pedir a gritos que por favor los mataran. "La vida y la muerte, el delirio y el tormento se mezclaban como en una pesadilla".[6]
Posteriormente los llevaron al "Pozo de Banfield", al "Pozo de Quilmes", a la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires, a las Comisarías 5°, 8° y 9° de La Plata, la 3° de Valentín Alsina en Lanús, y al Polígono de Tiro de la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires.[7] Cada uno de estos lugares aportó su cuota de perversión.
Mientras tanto, sus familiares y amigos se cansaron de recorrer juzgados y comisarías tratando de saber dónde se encontraban ¿estaban vivos o muertos?, ¿se los podía visitar o, al menos, dar una sepultura digna? El terrorismo del estado elaboró para estas preguntas una respuesta muy peculiar: "... un desaparecido es una incógnita, no tiene entidad, no está ni muerto ni vivo. Está desaparecido." [8]
Sería difícil enumerar la cantidad de leyes, garantías y derechos (los llamados humanos y de los otros) que se violaron durante 7 años. "La noche de los lápices" fue solo un ejemplo entre miles. Se recuerda más que otros, porque conmueven la edad y la inocencia de sus protagonistas. Porque es un ejemplo de la bestialidad de un régimen que no tuvo límites.
28 años después, existen en el país miles de centros de estudiantes o agrupaciones juveniles llamadas "16 de septiembre"o "Claudia Falcone"; hay un Día de los Derechos del Estudiante Secundario, en conmemoración a la Noche de los Lápices[9]; un libro; una película; el excelente alegato final del Fiscal Strassera en el Juicio a las Juntas. Y las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Y los Indultos.
Ante el riesgo que suponen la impunidad y el olvido, los invito a recordar (a volver a pasar por el corazón) y a que desde los lugares que ocupamos, ayudemos a los lápices a seguir escribiendo.
En internet se pueden encontrar los siguientes materiales, para profundizar sobre el tema:
* Libro "Nunca más" on line en www.nuncamas.org
La información acerca de "La noche de los lápices" se encuentra en el Capitulo II. Víctimas
Punto B. Adolescentes Item "Estudiantes secundarios"
http://www.nuncamas.org/investig/articulo/nuncamas/nmas0001.htm
* Imágenes y video de la película: imágenes: http://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi98/CineArgentino/PELICULA/drama/lapizim.htm
videos: http://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi98/CineArgentino/PELICULA/drama/lapizvi.htm
* Poema de Pablo Díaz dedicado a Claudia Falcone en 1985
http://www.carbonell.com.ar/nochelap.htm
[1] Olivera, Héctor, La noche de los lápices, Aries Cinematográfica Argentina S.A., 1986
[2] Seoane, María y Ruíz Núñez, Héctor, La noche de los lápices, Buenos Aires, Grupo Editorial Planeta, 1992.
[3] Hesayne, Miguel E., Cartas por la vida, Buenos Aires, Página 12. pág. 9
[4] La Nación, 25 de marzo de 1976. Tomado de Blaustein, Eduardo y Zubieta, Martín, Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el Proceso, Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1988
[5] Seone, pág.44
[6] Seoane, pág.158.
[7] CONADEP, Nunca más. Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, 18° edición, Buenos Aires, Eudeba, 1994
[8] Gral. Jorge Rafael Videla en un reportaje televisivo.
[9] La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sancionó la Ley N°29 en cuyo art. 1 dispone que "Se establece la fecha del 16 de Septiembre, en conmemoración a "La Noche de los Lápices, como Día de los Derechos del Estudiante Secundario, el cual quedará incorporado al calendario escolar de cada ciclo lectivo".
Por Osvaldo Bayer
Etchecolatz empezó a sentirse mal, estaba en su casa y sintió dolor de cabeza y dijo que era un perseguido político. Sinvergüenzadas argentinas. El peor de los asesinos estaba en su casa y se hace el perseguido. "Político", nada menos. El verdugo más cobarde de nuestra historia se autodenomina político. La política del tiro en la nuca. Lleva siempre la escarapela argentina en la solapa. Azul y blanco. Trasfondo de nuestra filosofía social. Los asesinos están entre nosotros. Es el autor de la acción más alevosa imaginable. La prisión, tortura, muerte y desaparición de los adolescentes de la Noche de los Lápices. De adolescentes. Y lo que todavía no se ha dicho: los militares y uniformados argentinos les ganaron a los nazis. En una acción muy parecida, los argentinos mostramos mucho más poder, autoridad, la más absoluta ilegalidad en la represión.
En febrero de 1943, en plena guerra, un núcleo de estudiantes alemanes de la ciudad de Munich editó volantes contra la guerra. Su moral no les permitía soportar más eso de matarse unos a otros, bombardear ciudades asesinando madres y chicos, con la destrucción absoluta de la vida. Esos volantes los arrojaban desde los pisos de arriba al patio de la universidad. Fueron observados por el portero que los denunció de inmediato. Los estudiantes cinco varones y una chica recién comenzados los veinte años, fueron sometidos a un juicio, encontrados culpables de traición a la patria y guillotinados al tercer día. Todo salió en los diarios, después fueron ejecutados otros estudiantes y también el profesor Huber, quien los había apoyado. Sus bellas cabezas cayeron rodando en un tacho. Habían leído demasiada poesía, habían leído el sufrimiento en los ojos de los demás y en sus propios ojos. La guerra, no podían ni querían seguir siendo bestias. Sus cabezas fueron separadas de sus cuerpos. Pero los nazis oficializaron todo y publicaron todo, hasta el nombre del juez y del verdugo. El juez Roland Freisler quien posteriormente condenó a la horca a los rebeldes del 20 de julio. Todos con su responsabilidad en el crimen.
En La Plata ocurrió algo muy similar. Pero los héroes de la resistencia civil argentina eran más jóvenes, apenas adolescentes. Habían luchado por la rebaja del boleto estudiantil. Para que los que vivían lejos pagaran igual que los que vivían cerca. Justicia, camaradería, solidaridad, la bella palabra. Se reunían y cantaban por la calle: "Luchar, luchar, por el boleto popular", "Eso, eso, eso, boleto de un peso". Cuando llegó la dictadura pasaron a ser sospechosos. Activistas. Terroristas. Fueron secuestrados por la policía comandada por un general de la Nación, el general Camps, un enfermo mental que aplicó con un entusiasmo total las reglas de la muerte argentina: secuestro, robo de las pertenencias, humillación, tortura hasta la aniquilación, hambre, y por fin desaparición. Cada vez peor, cada vez mejor. Destruir al ser humano integralmente. Aplastarlo como a un insecto. Y total silencio ante los familiares y amigos.
En su libro, de precisión jurídica, María Seoane y Héctor Ruiz Núñez establecen que seis jóvenes prisioneras embarazadas fueron arrojadas a los calabozos de los muchachos de La Noche de los Lápices para que éstos las atendieran sin tener elementos ni conocimientos. Aquí sí los argentinos les ganamos a los nazis. Los prisioneros alemanes de Munich, tras seis días de calabozo alimentados con una ración mínima, fueron llevados a la guillotina y ahí ejecutados. Aquí, entre nosotros, fue todo más florido: picana, látigo, hambre, escupitajos, manoseo y violación para María Claudia y Clara, todo mezclado con desconocidas embarazadas humilladas hasta el hartazgo. Es que somos católicos apostólicos romanos. Los representantes de la Iglesia Católica en La Plata les dijeron a los desesperados padres: "No busquen más a sus hijos". "Recen". Monseñor Plaza.
Sophie Scholl, la joven mujer alemana de "La rosa blanca" ese bello nombre tenía la organización antinazi de Munich puebla hoy con su foto todos los rincones universitarios sensibles a su lucha y a su joven muerte.
Poco a poco los jóvenes rostros de los queridos María Chiocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Claudio de Acha, Horacio Angel Ungaro, Daniel Racero y Pablo Alejandro Díaz van surgiendo del horizonte estudiantil y aparecen uno por uno en las aulas de los ámbitos secundarios. La semana pasada me llamaron para hablar de ellos en el patio del Colegio Nacional Pueyrredón. Más que mis palabras se oyeron los aplausos de las manos jóvenes. Hubo lágrimas. Emoción. Dolor. Pensaron en las muertes. De sus compañeros. Desaparecidos. Ese mismo día Etchecolatz se consideró un preso político.
La pregunta es: ¿por qué tanta brutalidad, tanta impunidad? ¿Cuáles fueron los maestros y profesores de nuestros militares y policías? Hoy, salvo los que se jubilaron, siguen siendo los mismos docentes en los colegios militares y policiales. ¿Dónde asimiló Camps el instinto de hacer desaparecer? ¿Dónde aprendió Etchecolatz tanta impunidad y crueldad? Y la cobardía de negar que lo hicieron. ¿La aprendieron o les viene de familia? ¿Buscaron esa profesión porque les calmaba los instintos? La pregunta no es porque sí, viene de estudios que se hicieron sobre los nazis famosos y sus instintos desde la vida familiar.
Los crímenes nazis estaban documentados por ellos mismos. Aquí hasta Videla los niega. Un aspecto del cinismo y la mendacidad que debemos tener en cuenta para medir la personalidad de quienes establecieron la "Muerte argentina", la desaparición. Hasta la Inquisición de la Iglesia Católica quemaba vivas a sus víctimas en plazas públicas y con la presencia de la Cruz. Nuestros verdugos escondieron todo. Esa es su máxima cobardía. Que los dos partidos políticos argentinos siempre reinantes trataron de disimular con las palabras "obediencia debida" y el batacazo del indulto. Pero no es tan fácil esconder la basura debajo de la alfombra. Están los alucinados del coraje, que jamás abandonan la escoba, a pesar de las ametralladoras y las picanas eléctricas
www.diariomardeajo.com.ar
COMUNICADO DE PRENSA
IMPUGNAN A PATTI: El candidato a gobernador bonaerense por RedES -MST-Nueva Izquierda, Carlos Tinnirello impugnará este lunes 17/9 la candidatura de Patti a gobernador de la Pcia de Bs. As.
A las 11 hs. se presentará en La Plata, en la Justicia Electoral de la Pcia, en la calle 51 e/ 7 y 8 escalinatas de la Legislatura Pcial.
Así como hace dos años fue uno de los impulsores de la negativa a que Patti ingresara a la Cámara de Diputados de la Nación, esta vez Carlos Tinnirello, Diputado de Red de Encuentro Social (RedES) y candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por RedES MST- Nueva Izquierda, impugnará este lunes en la ciudad de La Plata la candidatura de Patti a gobernador.
En su impugnación, Tinnirello hace una detallada reseña de las causas que pesan sobre Patti por gravísimas violaciones a los derechos humanos, tales como asesinatos, secuestros, tortura, y desaparición de personas. También, hace un minucioso racconto de las declaraciones públicas del ex Subcomisario, en las que se reivindica como torturador o secuestrador. Tinnirello estará acompañado por los candidatos locales, a intendente de La Plata, Gabriel Giordano y a senador José Rusconi.
"Patti ha demostrado tal desprecio por los más elementales derechos humanos y por la democracia, que sería un verdadero contrasentido quien vulneró la soberanía popular sea habilitado para ejercer cargos públicos por elección popular" sostuvo Tinnirello.
Secretaría de Prensa
Red de Encuentro Social (RedES)
Tel. Fax: 630-7406/15-5334-7576
www.reddeencuentrosocial.blogspot.com
www.carlostinnirello.blogspot.com
---------- Forwarded message ----------
From: Juan Disante
Date: 16-sep-2007 15:01
Subject: FW: RV: LUIS BRUNATI 2
To: undisclosed-recipients
From: "Eladio \"Tate\" Martinez"
To: Juan Disante
Subject: RV: LUIS BRUNATI 2
Date: Sat, 15 Sep 2007 19:34:05 -0300
Enviado el: sábado, 15 de septiembre de 2007 13:24
Para: Eladio "Tate" Martinez
Asunto: LUIS BRUNATI 2
LUIS P BRUNATI
IMPUGNACIÓN DE MI CANDIDATURA
Compañeros y amigos de todo el país y de un amplio espectro político y social están haciendo llegar su adhesión y punto de vista, ante la impugnación a mi candidatura a Gobernador de la Provincia acompañando a Pino Solanas. Ante este hecho emotivo y conmovedor, deseo hacer saber lo que auténticamente siento, a través de las líneas que siguen.
Agradezco sinceramente el gesto, pero constituye un error conceptual que solidarizarse con mi persona. No me importa el cargo y mucho menos la candidatura a un cargo. Se de lo poco que sirve un cargo cuando no está acompañado por pueblo movilizado. Mi trabajo como el de Pino Solanas es aportar a la reconstrucción del protagonismo de nuestro pueblo y esa es una tarea que habrá de demandar tiempo y esfuerzo. Las elecciones del próximo 28 de octubre constituyen solo un hito coyuntural, el trabajo de fondo comienza el 29. Por otro lado si me interesase un cargo iría mejor ubicado en la lista de diputados nacionales. ¿Quién me hubiera negado esa posibilidad siendo además apoderado del Proyecto Sur?
No hay que solidarizarse conmigo. Por mí ya esta haciendo mucho el gobierno nacional con las trabas que esta oponiendo. De no resolverse esto en forma inmediata me habrán colocado en el estatus más alto de la política argentina, el que alguna vez de confirió a Irigoyen y Perón cundo se proscribió su participación.
No hay que solidarizarse con migo, hay que solidarizarse con la democracia argentina que atraviesa uno de sus momentos de más grave atropello en vigencia de las instituciones.
Es suficiente ver el fallido intento de Misiones, el fraude de Córdoba, los hechos de Santa Cruz, los hechos de Neuquén, para advertir la gravedad de este momento.
Pido a mis amigos y compañeros realizar el máximo esfuerzo posible para difundir los hechos que venimos denunciando que no se agotan en la traba a mi candidatura y que hoy afectan exactamente a 156 compañeros sobre un total de 500 en la provincia de Buenos Aires. El autoritarismo político no haya circunscrito a los funcionarios de uniforme. También se comportan en forma autoritaria quienes deciden en contra de la opinión y el legítimo deseo de protagonismo de su propia militancia. Se comportan en forma autoritaria los que de hecho usan las instituciones de la democracia para perpetuar a su familia en el poder, los que digitan candidatos, los que no realizan reuniones de gabinete, los que pretenden asustar con la derecha para producir inmovilidad y otros etc. que no deseo dejar escapar en un momento como este.
Ya no tengo dudas. Cualquier cosa que hagan será en su contra. Con cada acción en contra PINO SOLANAS Y PROYECTO SUR se verán cada vez más fortalecidos.
El 28 de octubre la sociedad se va a llevar una sorpresa. A partir del 29 conversaremos en otros términos.
Luis P Brunati
Moreno, septiembre 15 de 2007. 14:30 hs.-
Informe del Hospital Tornú:
Conclusiones:
Respuesta mayoritaria de asamblea:
SIN NOMBRAMIENTOS INSUMOS NI AUMENTO SALARIAL PERO CON VIOLENCIA:
Directora de ISAL
Instituto para la Seguridad Alimentaria
Creadora de los Proyectos
SES Secretaria de Seguridad Alimentaria de Argentina para America Latina
SERA Sistema de Evaluación de Riesgo Alimentario
para el desarrollo de la Seguridad Alimentaria en Planes Nacionales, Provinciales y Municipales.
Organizadora de S.M.O (Site-Management Organization) y Comites de ética referidos a Seguridad Alimentaria
www.isal.com.ar
mdeluca@isal.com.ar
UNA REUNION URGENTE CON ANIBAL FERNANDEZ Y DE LA FAMILIA!!! EL QUE PUEDA HACER EL NEXO SE LO ROGAMOS !!
Proto Comuna Caballito
Hechos. No palabras
El 20 y 21 de setiembre de 2007 se realizara el 1er Encuentro Ambientalista Nacional.
Se desarrollara en el Auditorio de la Honorable Camara de Diputados de la Nacion, Av. Rivadavia y Riobamba. La Proto Comuna Caballito participara en el panel XV. El viernes 21 a las 10 hs.. Disertaremos sobre los desequilibrios ecologicos del modelo constructivo de la Ciudad de Buenos Aires.
En www.protocomunacaballito.blogspot.com encontraran el programa completo.
En nuestro canal de YOU TUBE http://www.youtube.com/prensacaballito encontraran un video mostrando el nacimiento de las TORRES CANIBALES. que con el paso del tiempo se convirtieron en el simbolo de nuestras protestas.
Un fraternal saludo..
Gustavo Desplats
Coordinador Proto Comuna Caballito
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MERECEMOS UN CABALLITO MEJOR
OTRA BUENOS AIRES ES POSIBLE
ARTEI, Asociacion Argentina Del Teatro IndependienteLas salas que integran ARTEI:Actor S Studio - Andamio 90 - Anfitrión - Absurdo Palermo - Apacheta - Beckett Teatro - Boedo XXI - Cara a Cara - Circuito Cultural Barracas - Crisol Teatro- Corrientes Azul - Del Pasillo - Del Pueblo - Fundacion Teatro Del Sur - De la Fabula - Del Borde - El Astrolabio - El Buho - El Celcit - El Fino - El Colonial - Elkafka "Espacio Teatral"- El Porton de Sanchez - El Galpón Multiespacio - El Camarin de las Musas - El Piccolino - Espacio Callejon - Espacio Aguirre - Espacio Ecléctico - IFT Korinthio Teatro - La Carbonera - La Otra Orilla - La Scala De San Telmo - La Galera - La Rancheria - La Ratonera - Madera De Sueños - ½ Mundo - Noavestruz- Patio de Actores - Payro - Teatro Encuentro -Teatro de Flores - UPB - Timbre 4 - La Tertulia - Abasto Social Club - Entretelones- Sportivo Teatral - Centro Cultural Raices - Belisario -Vera vera.-----------------------------------------------------------------------------------------------------COMUNICADO PARA PRENSALa esquizofrenia de los funcionarios en camino a destruir los teatros IndependientesLos funcionarios que con actitud esquizofrenica se vanaglorian proclamando a Bs As como Capital Iberoamericana del teatro y aprovechan el talento de nuestros creadores y el prestigio de nuestras salas utilizandolas como sedes del Festival Internacional, son los mismos que aplican una política persecutoria en contra de esos espacios.EXIGIMOS:1- Respeto del DNU N 3 cuyo 5 puntos acordados son:(Matafuegos/ botiquín/ espacio para personas con necesidades especiales/circulación y medios de salida)2- Prorroga indefinida del DNU N 1. Ante el incumplimiento de las promesas oficiales para que los teatros puedan adecuarse a la ley de Consolidación.3- Una Ley a futuro que no destruya la tradición del movimiento teatral independiente del cual formamos parte.4- El cese inmediato del hostigamiento y persecución a los que permanentemente son sometidas las salas del teatro independiente.FIRMADO POR:Alfredo AlconNorma AleandroDiego PerettiRafael SpregelburdFito PaezEduardo "Tato"" PavlovskyLaura YusemRuben SzuchmacherRicardo BartisCristina BanegasMauricio KartunRoberto "Tito" CossaJavier DaulteAlejandro TantaniánPino SolanasClaudio TolcachirAlicia BerdaxagarAna AlvaradoJoaquín BonetBoy OlmiCarola ReinaAlberto SegadoValentina Bassi
Claudia Cantero
Gustavo Garzón
Graciela AraujoRodolfo GracianoDora BaretMatias GandolfoJuan PalominoFelisa YeniDiego KoganJuan Carlos GeneCarlos IanniCecilia CenciAlejandro SamekOscar FerrignoMonica GalanUlluaSabastian PajoniHugo UrquijoGabriela LernerJorge GrimbaumSilvia CopelloCarlos PaísNorberto GonzaloJorge SethsonRoberto PerinelliJulieta AlfonsoCarlos NicastroOmar PachecoClara PandoBernardo CareyMarta DegraciaMauricio MinettiRoberto CastroTeresa JackiwLucia LaragioneAnalia CouseiroMaria OnetoLuis MachinRomina PaulaGabriela IzcobichManuel MaccariniHéctor OliboniOsmar NuñezAlfredoRosenbaumMarcelo MangoneBerta GoldenbergMercedes FraileSergio Boris
Jorge Pastorino
Horacio Gonzalez
F. Noé
Carlos DefeoEduardo CogornoCorina CrucianiMaria Esther FernándezCristian DrutFabio RoppiSusana Braun de SantillanMarcelo VelásquezGuillermo CacaceAlejo SambánMariano MandettaRaquel SokolowiczMauroliverXimena TobiCarlosAcostaCarolina AdamovskyJavier AcuñaGaby FerreroJavier Lorenzo.Daisaku IkedaMarcelo SavignoneLuciano CohenAlicia LeloutreGonzalo MartínezCarolina BalbiPercy JiménezMarcelo KatzAlverto Felix AlbertoJorge CapussottiOscar CanterucciSilvia OleksikiwFernando Cipolla
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ANDREA OJEDAValeria CasiellesLiliana weimerCarlos CipolletaDaniel HumaniCarlina BustamanteFernando SnorLorena RugueiroAlejo BeccarBob BarrDaniel Di cocoMiguel VegaDiana ValielaPablo RasuckMarcela MarcolinHugo AlvarezNatan CursnirRuben SantagadaDaniel GenoudEmilio GutierrezLindor BressanHugo PonceMiguel PadillaAna Pampliega de Quiroga.Luisa CalcumilCecilia Cenci,actriz.Luis Ali,Rafael AmorJosefina Racedo.Adolfo Colombres.Ricardo BauleoRamon AyalaDerli PradaAna MaldonadoAlberto ClementinPablo NapoliJorge MacchiEdgardo MocciaMiguel DedovichOmar AitaCarlos GrobaAlberto MastromauroJuan PascarelliDino BalanzinoMaia OrihuelaConztanza ViceconteVirginia GarófaloMaia LopardoMauro VignettaFederico GodfridNahuel RodríguezJunta Interna ATE de la Secretaria de Cultura de la Presidencia de la Nacion ."La Marea ",revista de arte, cultura e ideas.MO.DA.CU.NA (Movimiento de Defensa Activa de la Cultura Nacional).Mariano ArrigoniEnrique FedermanClaudio Martínez BelJulia CalvoAndrés Binetti,
Paula Andrea LópezLeticia MazurSilvia TavcarMariela Castro BalboaGeorgina BarbarossaAlejandra Aristegui
Cecilia PropatoJorge DiezWalter DucheAlejandro ZárateCipe FridamanEnrique PintiJulio BoccaLino PatalanoEleonora CassanoRoberto BisognoAriela ManckeMarcela La SalviaLes LuthiersIvonne FourneryJean Pierre NoherAna HepnerAdriana GaribaldiFederico Barroso LeloucheMercedes TorreHaydee AlvarezGraciela RasioMaría Eugenia UrsiMaria Adela SantulloElena PavlotzkyY siguen las firmas...Para comunicarse con ARTEI:Secretaria: Julieta Alfonso.Tel: 155-4934179. Fax: 4981-5167Domicilio legal: Teatro "Del Pasillo" (Colombres 35).
Lin Yutang
Éste domingo 16 de Septiembre, ustedes no pueden perderse:
QUÉ MÁS NOS PUEDE PASAR
(
Espacio Galardonado con el Premio Tehuelche como mejor programa Periodístico de Opinión.
Otorgado por
Este domingo 16 de Septiembre, Qué Más Nos Puede Pasar, emisión especial
Las luchas aumentan, el programa aumenta
ESTE DOMINGO desde las 19hs hasta las 21hs, por AM 1390, RADIO UNIVERSIDAD NACIONAL DE
El Caos de Caleta Olivia: Las víctimas de la intolerancia kirchnerista, explican en nuestro programa, cómo el gobierno suma más heridos y agredidos a la larga lista que parece no poder, ni querer terminar. En ésta oportunidad han sido trabajadores y una periodista de Caleta Olivia -la ciudad más norteña de Santa Cruz- los que han tenido que sufrir la represión de las fuerzas de seguridad comandadas por el presidente de
Mar del Plata y el Conflicto Pesquero: Trabajadores amenazados por reclamar aumentos salariales. ¿Coincidencia o una repetición de Puerto Deseado?
Trenes: Un informe especial sobre el sucio manejo del transporte de los trabajadores. La situación en que se encuentran, la forestación a la que fueron sometidos, y de la que el gobierno aún, no parece querer rescatar.
No Docentes: En permanente lucha, las bases de
A un año sin Julio López: Nilda Eloy, integrante del colectivo Justicia Ya, explica la gravísima situación de los Derechos Humanos. La falta de voluntad política por parte de los organismos del estado y la actuación de las fuerzas de seguridad, en el caso Jorge Julio López.
Von Wernich: El juicio empieza su fase final. En total, 130 testigos declararon en el juicio oral y público, contra el ex capellán Cristian Von Wernich, acusado de homicidio, privación ilegítima de la libertad y torturas, durante la última dictadura militar.
Todos estos temas, más la actualidad de los todos los trabajadores.
La complicada situación de los periodistas despedidos del diario HOY, y de PERFIL. El Hospital Francés, el nuevo aniversario de
DOMINGO 16 DE SEPTIEMBRE
19:00 21:00
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el programa radial de ALFREDO MOFFATT
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Maria Cristina De los Rey: Magister en Psicología Social
Betty Raiter: Actriz y Directora teatral.
en RADIO NACIONAL AM 870
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LA NOCHE DE LOS LÁPICES--16 / SEPTIEMBRE /1976 | |
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Lápices Sacar punta con un sacapuntas afilado sacar punta hasta que no queden más puntas que sacar no de a uno, sino de a muchos lápices negros, lápices de colores más largos, más pequeños lápices que pintaban lienzos blancos mañanas más venturosos quimeras de adolescencias luchas de septiembres primaveras de sueños Casi no niños despertados de súbito con sacapuntas afilados con bastones marchitos con balas irrisorias con mentiras de muerte. Por las calles diagonales los adoquines ruedan teñidos de sangre | negros de duelo tristes de ausencia los llantos se lloran puertas adentro los asesinos gritan goles a viva voz los cerrojos permanecen cerrados se aguarda en silencio a que amaine la tormenta pero los silencios gritan silencios de vida silencios de pensar para sí silencios de otros silencios abrazos de silencios silencios de besos silencios de palabras memorias de silencio memoria de olvidos memorias de muertes memoria de vida lápices de Memoria. Gonzalo Besteiro |
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