PARO DOCENTE: ENTRE EL DERECHO A ENSEÑAR Y EL DERECHO A APRENDER.
Los paros docentes del 08/11 y del 21 y 22/11 en la Ciudad de Buenos Aires constituyen el comienzo de un reclamo sistemático por parte de los gremios docentes que chocará, más temprano que tarde, con el derecho a la Educación de niños, niñas, adolescentes y adultos que se encuentran en el sistema educativo.
Nadie duda de la oportunidad y de la legitimidad de los viejos reclamos, habida cuenta de una infraestructura escolar que exhibe numerosas y graves falencias que, sin dudas, no tendrán remedio con una Ley de Emergencia Edilicia en la materia, como la que tratará la Legislatura porteña, y de graves deficiencias en la gestión de la actual Ministra, Lic. Ana María Clément. Sin embargo, teniendo en cuenta la próxima asunción del Jefe de Gobierno electo, Ing. Mauricio Macri y del nuevo titular de la cartera, Dr. Mariano Narodowski, es posible que se exacerbe el viejo conflicto entre el derecho de huelga de los trabajadores docentes y el derecho a la Educación de los estudiantes.
Por otro lado, más allá de la coyuntural elección de miembros de Junta de Clasificación Docente, en todas las Áreas y niveles del sistema. y de Junta de Disciplina, empañada por la actividad de una Junta Electoral que fue criticada por ADEMYS, nos encontramos con varias problemáticas docentes que debieran haberse solucionado mediante el diálogo fluido entre los funcionarios y los sindicatos docentes. Entre ellas, nos encontramos con una recomposición salarial, que incluye la solicitud de aumento en los sueldos, la cual se hace urgente habida cuenta del achatamiento de la pirámide y de la inflación reinante, a pesar de los números del INDEC; con la necesaria y urgente revisión de los mecanismos para la sustanciación de los concursos docentes y para la cobertura de cargos interinos o suplentes, pues ellos no contemplan la necesidad de terminar con el profesor taxi (docente que sale de una escuela para trabajar en otra), mediante la concentración horaria en un solo establecimiento al igual que la incorporación de docentes con discapacidad, lo cual no se encuentra incorporado en el Estatuto del Docente Municipal y que debiese ser articulado con la Ley de la Ciudad Nº 1502. Todo esto sin excluir la precariedad de las condiciones laborales, lo cual conspira contra la población docente que no puede tener la tranquilidad de ejercer su profesión en el caso de los interinos y suplentes y ello se incrementa notoriamente en el caso de aquellos que poseen algún tipo de discapacidad, porque sabemos de sus dificultades para su inserción laboral, las cuales son agravadas por la inacción estatal en la materia pese a la manda constitucional del art. 43 de la Constitución de la Ciudad.
Infraestructura, salarios, inestabilidad laboral son las variables que debería tener en cuenta el futuro gobierno en materia educativa. Sin embargo, se prevee el cese de las comisiones de servicio y ello provocará un sensible incremento de la conflictividad existente, por cuanto cesarían alrededor de 3.000 docentes que hoy suplantan a quienes están en dicha condición. En otro orden de cosas, el ideario esbozado por el futuro Ministro de Educación de la Ciudad, en declaraciones efectuadas al Diario La Nación, también contribuirá a ello por cuanto su idea de reducir los cargos docentes, por vía de una reforma curricular sustantiva que, por supuesto, llevará a un nuevo recorte de conocimientos, de 11 a 6 nos indica la posibilidad del cese de alrededor del 45% de la actual planta docente de la Ciudad. Evidentemente, el neoliberalismo educativo recobra sus mejores galas, las cuales se evidencian en la Ley sancionada el jueves pasado, la que incrementa los subsidios a las escuelas privadas con subvención estatal del 75 y 100% para refaccionar su infraestructura.
Seguramente, ante este panorama, también debemos advertir que el derecho de huelga colisionará sensiblemente con el derecho a la Educación de los estudiantes de los diferentes niveles del sistema. Con el último paro, la Ciudad no cumplirá con el objetivo de los 180 días de clase y ello no se solucionará con una prórroga de la actividad educativa. Al igual que en Neuquén, y a partir del próximo ciclo lectivo, nos encontraremos con el impulso de viejas tácticas del sobischismo: las demandas de los padres para que se reanuden las clases y la imposición de docentes por fuera del Estatuto Docente.
Indudablemente, vamos en camino hacia un sendero pedregoso en materia educativa. Por un lado, la voluntad política del macrismo está centrada en la destrucción del Estatuto con la finalidad de imponer una flexibilización laboral destinada a disminuir el costo salarial, sin importarle el derecho adquirido de los docentes como también continuar con la irrelevancia estatal a los docentes con discapacidad, de lo cual dió muestras el actual Gobierno de la Ciudad y por otro, se busca imponer la primacía de la educación privada a cualquier precio en consonancia con el viejo lema de "achicar el Estado es agrandar la Nación". Cualquier coincidencia con los postulados de la dictadura militar no es casualidad...
Entre el derecho a enseñar y el derecho a aprender, estamos ante una encrucijada en la cual no va a estar bueno Buenos Aires porque, otra vez, los aires neoliberales han tomado un fuerte impulso y lamentablemente nos encontraremos ante un escenario en el cual el conflicto sea permanente. Dependerá de quienes han de regir los destinos de la Ciudad, que ello no sea una realidad tangible y que vuelvan sobre sus pasos. Sin embargo, no podemos alentar esperanzas porque el Ing. Macri asume un 9 de diciembre despreciando a los Derechos Humanos que se llevaron la vida de 30.000 argentinos y que continúa con el actual genocidio mediante la desocupación que se perpetúa y el hambre que nos circunda, aún en los barrios céntricos de una Ciudad que debería volver a ser la Reina del Plata y que seguramente terminará siendo la Reina de la Pobreza...
Prof. Juan Carlos Sánchez
Director Editorial GACETILLAS ARGENTINAS.
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