Por Justo Cruz *
Foto: Virgilio Ponce
“Por lo poco que sé de política exterior, recuerdo cuando usted (Barack Obama) para poder ganar las elecciones nos prometió traer de vuelta a casa a nuestras tropas desde Iraq y Afganistán y cerrar Guantánamo. Aquí está ahora usted en la recta final de su mandato, sin haber logrado nada de eso, llevando engañosamente al pueblo estadounidense al fuego ardiente”. Según el portal “The Wire” estas palabras fueron pronunciadas por el periodista estadounidense Steven Joel Sotloff mientras sus verdugos filmaban la decapitación de su coterráneo también periodista, James Foley. Semanas antes Foley también había culpado al presidente de los EE. UU. Barack Obama por su muerte. Días después Sotlof también sería decapitado por los asesinos del Estado Islámico.
El Estado Islámico (EI), conocido también como ISIS por sus siglas en inglés son las milicias de terroristas yihadistas que pretenden construir un imperio Islámico que abarque los territorios de Siria, Iraq, el Líbano, Jordania e Israel. Para lograr sus objetivos están sembrando el caos y el terror en Iraq y Siria con la intención de “limpiar” el Oriente Medio de todo tipo de religión que no pertenezcan al Islam Suní por considerarlos como “oradores del diablo”.
Actualmente controlan amplios territorios en Siria y en Iraq.
El periodista estadounidense Sotlof declaró antes de ser decapitado que su muerte era “el precio que tenía que pagar” por la invasión de los EE. UU. a Iraq. En su elocución también se refirió a los miles de soldados del ejercito que han muerto en una guerra contra el terrorismo que le ha costado millones de dólares al contribuyente estadounidense.
¿En interés de quién se ha reiniciado está guerra?, preguntó.
Es alarmante el hecho que los grandes medios de comunicación “Mainstream” no hayan reparado en estas acusaciones hechas por las propias víctimas estadounidenses, sobre todo si tenemos en cuenta el peligro que está representando el Estado Islámico para la seguridad y la paz mundial.
En los últimos meses han aparecido documentos que corroboran las responsabilidad de los EE. UU. en el surgimiento del Estado Islámico. Hillary Clinton la ex jefa de la diplomacia estadounidense declaró que estos terroristas habían sido una creación de ellos (el gobierno de los EE. UU.) “que se le había ido de la mano”.
Lo más escalofriante en este nuevo escándalo Made in USA son las fotos que han aparecido donde se puede ver al senador republicano John McCain reunido con líderes “rebeldes” durante una visita ilegal que hiciera a Siria en mayo del 2013. Ha sido comprobado que entre esos terroristas disfrazados de rebeldes por los medios farsantes de occidente se encontraba nada menos que el cabecilla del Estado Islámico, Ibrahim Al Badri, más conocido como Abu Bakr Al Bagdadi (alias Abu Du’a).
Sobre la cabeza de este terrorista existe una orden de captura desde octubre del 2011 luego de que el Departamento de Estado lo haya incluido en la lista de los terroristas más peligrosos del mundo (Reward for Justice). (1)
Según la Orden Ejecutiva del Departamento de Estado, se prohíbe proporcionar “apoyo material o de recursos” a los terroristas incluidos en dicha lista.
A su regreso a los EE.UU el senador McCain declaraba que durante su estancia en Siria se había reunido con “ciudadanos sirios que luchan por la libertad... ...rebeldes moderados en los cuales se puede confiar”. (2)
A juzgar por las palabras del senador, hace poco más de un año el actual cabecilla del Estado Islámico Abu Bakr Al Bagdadi era un “rebelde moderado” en el cual se podía confiar.
Ahora es uno de sus terroristas preferidos.
¿No se acuerdan de Osama Bin Laden? Él también había sido un engendro de la CIA antes de que el ex presidente Bush lo convirtiera en el terrorista más peligroso del mundo, por haber ordenado supuestamente los ataques terroristas del 11 de septiembre.
El otrora terrorista más buscado del mundo, además de ser un fiel servidor de la Casa Blanca, fue también amigo personal de la familia del ex presidente estadounidense.
Otro “rebelde” devenido terrorista que también se les fue de las manos.
¿Pura coincidencia?
¿Cómo es posible que el senador McCain no supiera que Ibrahim Al Badri alias Abu Bakr Al Bagdadi no era sirio sino iraquí y que se trataba del mismo terrorista que ellos estaban buscando si en el momento en el que se reunía con estos”rebeldes” su gobierno ofrecía 10 millones de dólares a cambio de información que condujera a su captura o muerte?.
En el año 2004 este sujeto estuvo detenido once meses por las fuerzas estadounidenses que invadieron Iraq. Durante su estancia en el centro de detención Camp Bucca estableció relaciones con ex generales del régimen de Saddam Hussein, los mismos que hoy dirigen las milicias del Estado Islámico que el mismo dirige.
¿Cómo es posible que con estos antecedentes los EE. UU. hayan permitido que este terrorista fuera liberado el mismo año?
¿Cómo es posible que el Departamento de Defensa del país “más poderoso del mundo” y su comunidad de inteligencia cuya tarea es la de espiar el mundo entero incluyendo a sus aliados y marionetas, no se hayan percatado a tiempo del surgimiento del Estado Islámico en el norte de Iraq y Siria?
Bob Graham, senador estadounidense y copresidente de la Comisión sobre la Propagación de las Armas de Destrucción Masiva y Terrorismo y ex presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado declaraba al diario “The Independent” que el presidente Obama estaba repitiendo los mismos errores del pasado en su lucha contra el Estado Islámico. Graham pone como ejemplo el caso de Arabia Saudita que desde hace año está apoyando el extremismo sunita y es uno de los promotores de grupos yihadista como Al Qaeda y Al Nousra.
Según este diario, citando al senador Bob Graham, las investigaciones de los ataques del 11 de septiembre demostraron que muchas de las donaciones privadas a Al Qaeda provinieron precisamente de Arabia Saudita y se lamentaba de que los EE. UU. nunca se había dedicado a investigar la responsabilidad de ese país en este acto terrorista, sobre todo si se tiene en cuenta que 15 de los 19 secuestradores de aviones eran de nacionalidad saudí.
Todo lo contrario, los EE. UU. siguen tratando a Arabia Saudita como su aliado y “continua haciendo la vista gorda ante el apoyo de este país a los extremistas sunnitas”. Los mismos extremistas sunnitas que pretenden limpiar el Oriente Medio de los “oradores del diablo”. (3)
¿No parecen demasiadas las casualidades?
Las relaciones entre los EE. UU., Katar, Arabia Saudita y el yihadismo datan de los tiempos de la ocupación soviética en Afganistán. Existen pruebas irrefutables que demuestran que el yihadismo fue inicialmente un engendro de estos países con el objetivo inicial de combatir a los soviéticos en Afganistán, un engendro que como dijera Hillary Clinton “se les está yendo de la mano”.
En un punto coincidimos todos: Los actos terroristas del 11 de septiembre le dieron la oportunidad a los buscadores de petróleo de la Casa Blanca y a sus satélites europeos de iniciar una guerra contra un supuesto terrorismo que le has permitido deshacerse de gobiernos indeseables como es el caso de Iraq y Libia, para citar dos ejemplos. Con Siria hasta ahora no lo han logrado. En el caso de Ucrania tampoco, aquí si se cogieron el dedo con la puerta porque se las han tenido que ver con Rusia, un país que si puede defenderse.
Cuba y Venezuela están también en la lista de países con gobiernos indeseables a los que hay que eliminar. Desde hace años están empecinados en lograr una “primavera árabe” en La Habana y Caracas. Aquí también les ha salido el tiro por la culata.
Para deshacerse de gobiernos indeseables, los servicios de inteligencia de los países occidentales, con los EE. UU. como guía, han ideado las famosas “primaveras árabes” o “revoluciones de colores” utilizando siempre la misma estrategia. Inventan una oposición que generalmente agrupa a mercenarios a sueldos y seudo luchadores por los derechos humanos. El cuento es siempre el mismo, salir a la calle a exigir los mismos derechos que ellos en sus respectivos países pisotean.
Estas manifestaciones “espontaneas” siguen el mismo libreto, se provoca hasta a la saciedad a las fuerzas del orden y de seguridad para que las mismas se vean obligadas a utilizar la fuerza. Después le toca el turno a los medios “Mainstream” con sus campañas mediáticas desestabilizadoras que asombran cada día más por su absurdo pero que al final casi siempre arrojan los resultados deseados: crear las bases para una intervención militar.
No hay una “primevarea árabe” inventada por estos trogloditas que no haya conducido a los respectivos países a una catástrofe, sembrando siempre el terror y la muerte.
En todos los casos la medicina ha sido peor que la enfermedad.
Y los medios “Mainstream” como siempre jugando su papel, al servicio de los mismos de siempre que no se cansan de hacer como si ganaran guerras pero perdiendo, recurriendo a todo tipo de traquimañas para hacer valer sus intereses imperiales aunque sus actos sigan costando millones de “víctimas colaterales”.
La “primavera árabe” ideada para Siria es el ejemplo más elocuente de hasta que punto son capaces de llegar los EE. UU. y sus lacayos europeos cuando se trata de lograr sus objetivos. Los rebeldes sirios que otrora luchaban con el apoyo de los EE. UU. y Occidente para liberarse del gobierno del “dictador” Bashar al-Assad ahora son los mismos que están cometiendo las fechorías en el Oriente Medio bajo el mando de Abu Bakr Al Bagdadi.
Los aliados de antes son los enemigos de hoy. La historia se repite una y otra vez.
El discurso de los políticos occidentales y especialmente del presidente Barack Obama resulta para muchos además de incoherente y demagogo también contradictorio pero reafirma en gran medida la lógica occidental cuando se trata de defender sus intereses geopolíticos. Desde la invasión a Iraq no han desatado una guerra donde los resultados hayan sido de alguna manera positivos, todo lo contrario.
¿Alguien me pudiera decir cuando los EE. UU. han ganado verdaderamente un conflicto militar?
Es asombroso que los gobiernos occidentales se sigan dejando llevar por los guerreros de la Casa Blanca en este tipo de aventura bélica a sabiendas de que no van a salir victoriosos.
Hace apenas unos días Barack Osama (se me fue, quise decir Obama) se presentó en la ONU como el “Mesías” destinado a salvar a la humanidad del terror de las milicias del Estado Islámico. Para ellos ha ordenado bombardear a otros países violando todas las leyes internacionales habidas y por haber que deben proteger la integridad y la soberanía de las naciones.
Le siguen como siempre sus lacayos europeos, Francia, el Reino Unido y los otros que se sumarán como tontos a la búsqueda de otra victoria pírrica.
¿Para que necesitamos entonces al Consejo de Seguridad de la ONU si tenemos a los EE. UU. como gendarme mundial?
¿Para que necesitamos a Ban Ki-moon si tenemos a Barack Obama?
No nos debe quedar absolutamente ninguna duda de que en el Estado Islámico están reunidos los cuervos que los EE. UU. criaron y que ahora pretenden sacarle los ojos al mundo.
Esa maldita creación que "se les fue de la mano".
* Residente cubano en Alemania, Coordinador de Cuba Si.
NOTAS:
(1) http://www.rewardsforjustice.net/english/most-wanted/middle-east-and-north-africa.html
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