Por Matías Aldecoa
El resultado más importante del ciclo 34 de los Diálogos de La Habana es el diseño general del plan piloto de descontaminación de explosivos y municiones sin explotar, en el cual se acordaron tres estructuras formales y se definieron los departamentos de Meta y Antioquia, para iniciar su puesta en práctica.
La trascendencia de este acuerdo humanitario radica en que, por primera vez, en los 50 años de confrontación armada entre la insurgencia colombiana y la Fuerza Pública, se logra una concertación entre guerrilleros y militares para adelantar una labor que los compromete a ambos con la paz. En todas las fases y equipos de coordinación del proyecto estará presente personal tanto del Ejército como de las FARC - EP y de APN, que es quien lidera y coordina la ejecución del proyecto.
Además del alivio que representa para las comunidades, su éxito contribuirá a generar la confianza necesaria entre las partes enfrentadas militarmente, en momentos en que se aborda el tema del cese al fuego bilateral y el eventual cumplimiento de un armisticio.
Por otra parte, la segunda ronda de trabajo de la Subcomisión Técnica fue clausurada el viernes 27 de marzo por el Comandante Carlos Antonio Lozada, jefe de la Subcomisión Técnica de las FARC - EP, quien resaltó los avances alcanzados y apuntó que: “va llegando el momento de alistar solamente las armas de nuestras ideas, de nuestra inteligencia y creatividad para dar la más dura y difícil de todas las batallas: la de unirnos para derrotar para siempre la confrontación entre hermanos”.
Dos días antes, el jefe insurgente había expresado el beneplácito de las FARC - EP por la declaración que hiciera en Bogotá el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, en apoyo a los esfuerzos de paz que tienen como sede La Habana.
Los voceros de la organización insurgente han manifestado, en documentos y en ruedas de prensa, la disposición de reunirse con representantes de los gobiernos que les motive apoyar los esfuerzos de paz, tal como se está haciendo con el Comisionado del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Bernard Aronson. Los apoyos internacionales fortalecen los diálogos y contribuyen significativamente a la reconciliación de los colombianos.
26 de marzo: Día del Derecho a la Rebelión Armada
La Delegación de Paz de las FARC - EP rindió homenaje a Manuel Marulanda Vélez, quien fuera jefe máximo de esta organización guerrillera desde que ayudó a fundarla en 1964 hasta su muerte el 26 de marzo de 2008. El Comandante Iván Márquez, miembro del Secretariado, recordó en su disertación que un año después del fallecimiento natural de Manuel Marulanda fue instituida la fecha del 26 de marzo como “Día del Derecho Universal de los Pueblos a la Rebelión Armada”.
El recurso de la rebelión al que han acudido históricamente los pueblos ha sido reconocido como derecho “en el preámbulo mismo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por la ONU en 1948, se consagra y legitima además […] en la historia del constitucionalismo mundial, desde la Declaración de Filadelfia de independencia de los Estados Unidos”.
El tema del derecho a la rebelión ha sido reiteradamente expuesto por las FARC - EP durante la discusión del punto 5, Víctimas, del Acuerdo General. En un eventual acuerdo de paz, el estatus de rebeldes de los alzados en armas debe ser amparado con la amnistía o el indulto.
“Temas urgentes para la mesa”
Ya en el cierre del ciclo 34, el jefe de la Delegación de Paz de las FARC llamó la atención sobre cuatro temas cardinales para llevar las conversaciones a buen puerto, y en los que hay disenso con los negociadores del gobierno.
En primer término está la necesidad de tomar la paz como un derecho que sintetiza los demás derechos, colocándola por encima de cualquier otra consideración. Ello debe partir de que el Estado acepte la responsabilidad que le asiste en el conflicto a lo largo de estos sesenta años de confrontación. Dicha responsabilidad está plenamente demostrada y ampliamente fundamentada en el informe de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas (CHCV).
Resolviendo en la práctica este primer miramiento, se allanaría el camino para dar solución a las otras tres preocupaciones expresadas por el Comandante guerrillero. Son ellas: “La justicia como un todo, sin excluir los problemas de la jurisdicción”. Se señala aquí que en el marco de un acuerdo de paz, el fuero militar que defiende el gobierno de Santos aparentemente exculpa pero no garantiza que en el futuro sea utilizado por los determinadores de la guerra para lavarse las manos, mandando a muchos militares a las cárceles como chivos expiatorios.
La actual crisis de la rama judicial -“La justicia está sub júdice”- abarca la totalidad de la institucionalidad; el Estado de Derecho se soporta en la justicia y ahora los magistrados de las altas cortes están siendo investigados porque a la rama judicial se la tomó la corrupción y las mafias. Santos ha salido al paso con el anuncio de una nueva reforma a la justicia, reforma que harán las mismas instituciones corroídas. Desde La Habana se dice que esa medida no resuelve una crisis que involucra a toda la institucionalidad. La situación demanda una solución de raíz a partir de una Asamblea Nacional Constituyente.
La tercera precisión hecha por el Comandante Iván Márquez consiste en la “No utilización de la paz en las próximas elecciones de octubre”. El Presidente se propone aprovechar las próximas elecciones para hacer una refrendación parcial de los acuerdos logrados en La Habana, desconociendo que aún no se ha llegado a la discusión del punto de Refrendación.
Finalmente Iván Márquez instó -una vez más- a la delegación del gobierno, en cabeza de Humberto De La Calle, a empezar a redactar los acuerdos sobre la reparación de las víctimas del conflicto, tarea que el gobierno ha dejado relegada.
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