El comienzo de un nuevo año lectivo nos encuentra a los docentes con bajos salarios y un proceso inflacionario en pleno desarrollo. Las necesidades de los docentes chocan con la negativa del Gobierno Nacional y de la Ciudad a otorgar aumentos salariales que se correspondan con las exigencias del costo real de vida.
La caída del salario vienen de la mano a diversas problemáticas del docente, entre otras la flexibilización laboral, y las deficiencias estructurales como la falta de inversión que garantice una buena educación para nuestro pueblo.
Toda esta situación enmarcada en una política y un discurso que degrada a los docentes y la Escuela Pública, como posibilidad de cambio social hacia la igualdad. Políticas y discursos que tienden a favorecer los intereses de la escuela privada. El aumento de los subsidios a la misma es un ejemplo en este sentido.
En cuanto a los obstáculos de los docentes para lograr sus demandas, hay que agregar, a las derivadas de las políticas de gobierno, las que provienen de determinadas prácticas sindicales burocráticas que fijan pautas de aumento salarial a espaldas de los trabajadores, tratando de salvar los limites de las Cajas del Estado, condicionadas por la crisis internacional. Limitadas para las necesidades de los docentes pero no para la clase política que recibe para sus diputados aumentos del 100 por ciento, ni para la rentabilidad empresarial.
Existe un proyecto político de acotamiento de lo público a una contención asistencialista que legitime la pobreza.
Los docentes iniciamos este año lectivo con demandas propias que hacen al fortalecimiento de la Escuela Pública. Un aumento salarial que garantice la dignidad del trabajador docente como apuntalamiento del sistema público de enseñanza.
Ademys impulsará las Asambleas Abiertas con Mandatos por Escuela para definir los planes de acción con el conjunto de la docencia de la ciudad.
En lo referente a la recomposición salarial, Ademys reclama un salario inicial de 3500 pesos, la recomposición equivalente para el resto de la escala y la reapertura de la negociación para Junio del presente año. Exigimos también la ampliación de los nombramientos (maestros de apoyo, pareja pedagógica, EOE, asistentes celadores, etc.), la construcción de escuelas en la zona sur, no al cierre de cursos y grados, la derogación del Decreto 1990, el aumento y ejecución del presupuesto de infraestructura, la capacitación en servicio, una nueva relación salarial entre los docentes de los diferentes niveles, la Hora 35, etc.; además de los reclamos nacionales, tales como la eliminación del impuesto a las ganancias para los trabajadores, la plena vigencia de la ley de jubilación docente y la derogación de las leyes de Menem - Cavallo, la universalización de las asignaciones familiares, entre otros.
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