Por el Lic. Julio C. Gambina
Un fuerte discurso de la Presidente de la Argentina en la Asamblea de la ONU en Nueva York denunciando el terrorismo económico y la responsabilidad de la Justicia de EEUU en la impunidad de fondos especulativos constituye el dato relevante por estos días (1).
Aun cuando remitía a la situación de la Argentina y la sentencia del Juez Griesa condenando al país a cancelar el 100% de la deuda más intereses y multas a fondos de inversión estadounidenses denominados “fondos buitres”, el mensaje puede hacerse extensivo al conjunto de las operaciones “normales” de un sistema financiero mundial sustentado en la valorización especulativa y el delito asociado a la compra venta de armas, la trata de personas o drogas, solo por mencionar los hechos más difundidos de la valorización capitalista contemporánea.
Antecedentes
No tiene que sorprender la caracterización realizada cuando la reestructuración regresiva del capitalismo argentino tiene antecedente en la dictadura genocida y terrorista del 1976, inspirada en las similares de Chile y Uruguay de 1973. Sin la violencia terrorista del Estado capitalista no hubiera existido la condición de posibilidad de las privatizaciones realizadas y consolidadas en tiempos constitucionales en la Argentina.
La institucionalidad regresiva del orden neoliberal mundial tiene origen en la violencia estatal de la articulación de los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales de la democracia realmente existente asociada al orden capitalista. Por eso no debe sorprender la política de agresión imperialista contra cualquier país cuyas acciones parezcan limitar el interés de las potencias hegemónicas, en nuestros territorios, en oriente o donde sea.
El terrorismo de Estado favoreció el surgimiento de las políticas neoliberales, hegemónicas luego de cuatro décadas de violación a los derechos humanos en todo el mundo.
Liberalización o liberación
La crisis mundial convoca a discutir el orden capitalista y de hecho, la sociedad mundial está sometida a la presión por la liberalización o la liberación.
Ese programa por la liberalización está sustentado por los capitales hegemónicos, las corporaciones transnacionales, con la legitimidad de la Justicia de los países dominantes y aquella asociada a los organismos internacionales como el CIADI, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones dependiente del Banco Mundial.
Por su parte, la liberación es un proceso en curso, especialmente en los territorios, “nuestro-americanos”, con historia muy rica en luchas sociales, políticas y culturales. En estos años del nuevo Siglo se asociaron a la discusión por una nueva arquitectura financiera, que podría materializarse en la coyuntura, más allá de las fuertes denuncias internacionales y las solidaridades múltiples que recibe la Argentina, con medidas unilaterales como la suspensión de pagos de la deuda, y no solo la referida a los fondos buitres.
Medidas concretas
El nuevo orden mundial contra el terrorismo económico requiere de variadas batallas, entre ellas la modificación de la institucionalidad gestada bajo el terrorismo de Estado, lo que supone denunciar los tratados bilaterales de inversión y el conjunto de la institucionalidad favorable a la liberalización, entre ellas la pertenencia de la Argentina al CIADI.
Junto a ello, se requiere la profundización de la institucionalidad alternativa sugerida en la integración no subordinada que alienta el programa de la soberanía alimentaria contra la dominación de las transnacionales de la alimentación y la biogenética; la soberanía sobre los bienes comunes contra las transnacionales mineras y de hidrocarburos; la soberanía financiera para administrar fondos soberanos y evitar su acumulación en los centros financieros del capitalismo global para el armamentismo y el delito en general.
Es una batalla que Argentina no puede llevar adelante en soledad y que las solidaridades receptadas en estos tiempos indican que existe espacio político, diplomático y social en la región y el mundo para renovar un proyecto de liberación contra la liberalización sostenida desde los sujetos de la dominación, los capitales transaccionales, los principales Estados del capitalismo mundial y los organismos internacionales.
El mundo capitalista en crisis demanda de iniciativas políticas de reorganización de las relaciones socio-económicas globales que pueden emerger del renovado conflicto que suscita el endeudamiento público y especialmente el conflicto de la Argentina con los especuladores y la Justicia y el orden prevalente en EE. UU.
NOTAS:
(1) Son terroristas los que desestabilizan la economía de un país”, aseguró la Presidenta ante la asamblea de las Naciones Unidas. Presidencia de la Nación Argentina. Miércoles, 24 de Septiembre de 2014.
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