Por Norberto Ganci, Director de "El Club de la Pluma"
Hoy no hay editorial, no queremos obligarnos a entregar un sinnúmero de palabras e ideas para abordar lo que ya en diferentes espacios y medios se viene expresando.
Hoy no hay editorial, porque ya son muchos los que intentan reflejar a su manera, lo que ocurre en distintas partes del planeta. Y no queremos ser reiterativos y multiplicar lo que ya se está diciendo, se está opinando.
Hoy no hay editorial porque hay una nueva modalidad, fundamentalmente en las redes sociales, en donde todos y cada uno de los que participan en ellas, van escribiendo extensísimos editoriales con sus opiniones, reflexiones, reclamos y algunos juicios. Eso último tal vez podríamos discutirlo, respecto a esgrimir algún juicio en relación a algo o alguien.
Tal vez el tema del juicio debería de preocuparnos un tanto más, porque entraríamos a jugar un papel que no nos corresponde, según nuestro modesto modo de ver y pensar.
No obstante, hoy no hay editorial.
Todos y cada unos de nosotros, en colectivo, vamos elaborando un compendio editorialista donde depositamos desde el repudio hasta la aprobación, e interactuamos intercambiando miradas.
Ello está constituyendo una nueva forma de comunicación colectiva, nos está dando otra posibilidad de construcción. Abonamos con los datos de aquí, con los aportes de más allá, corroboramos, entre todos, las fuentes y su veracidad y, nos transformamos en editores responsables…
Hoy no hay editorial, porque ya lo están escribiendo carteles como el que rezaba: “…Ayotzinapa & Palestina & Ferguson & Mi Barrio & Tu Barrio…” y al que podríamos ir agregando en la lista & Sahara Occidental & Melilla & Cantuta & Guatemala & Honduras & tantas otras partes de nuestra terráquea geografía, con la que podríamos armar un nuevo mapa reflejando el gran genocidio global.
Que se están produciendo en diferentes partes del planeta estallidos sociales, o revueltas populares, que manifiestan el hartazgo de un sistema que ya no puede impedir su muerte, nadie puede ocultarlo. No obstante y a pesar de su inevitable deceso, con cambio de imagen o color, pretende revivir lo que está condenado a desaparecer.
Tal vez son las redes sociales, los medios de comunicación, la proliferación de plataformas informativas alternativas a monopolios, los que están “permitiendo” una globalizada toma de consciencia sobre todo lo que históricamente ha subsumido a las poblaciones en la desesperación.
Tal vez, pero también son las que están posibilitando nos reinventemos en un mundializado colectivo comunicacional, por ello, hoy no hay editorial…
Porque expresar que el gobierno de México es culpable de genocidio y no sólo por los 43, que el nazi-sionista gobierno israelí es un gobierno genocida que pretende la eliminación del Pueblo Palestino, denunciar las criminales acciones del gobierno marroquí con el Pueblo Saharaui y las revueltas en Grecia, en EE. UU., y tanto más están contenidos en infinidad de notas, denuncias, manifestaciones, críticas, dando a conocer lo que el servilismo comunicacional monopólico pretende ocultar y deformar, por ello también, hoy no hay editorial.
Y hoy no hay editorial porque no queremos mezclarnos en esa virtual compulsa por hacer prevalecer una noticia por sobre otra. Que si la muerte de un actor es más o menos importante que la desaparición de estudiantes; que si ese fallecido actor fue proclive a los gobiernos genocidas de aquí y allá o que los estudiantes desaparecidos constituían el germen de la revolución campesina; o que China avanza sobre nuestro continente como antes lo hacía otra potencia; o que la derecha oprobiosa argentina no descansa por ensayar alguna forma que promueva desestabilización y desesperanza –algo en lo que ha fracasado en todos los intentos posibles, con o sin apoyo de pseudo-izquierdas vinculadas a la oligarquía rapaz-; o los veinticuatro periodistas asesinados en Guatemala; o la inmigración infantil en EE. UU.; o que los intentos golpistas en Venezuela y Ecuador escuálidamente quieren no asumir sus fracasos y tantas situaciones más que compiten en titulares y comentarios, editoriales y denuncias… Por ello, hoy no hay editorial.
Y si para hoy esperaban algunas frases para enmarcar u opiniones para discutir; si aguardaban un extensísimo desarrollo vinculando los diferentes conflictos con los puntos o factores de poder global, ya lo están haciendo ustedes en cada una de sus aportaciones, de sus investigaciones, porque, por esas cosas de las actuales tecnologías, el acceso a la información ya no es privilegio de nadie y es un derecho de todos al que accedemos sin permiso ni consentimiento alguno.
Nos estamos constituyendo en actores y promotores de aquel antes vedado cuarto poder, re-significando el término comunicación en un ida y vuelta vertiginoso, convulsionado, multifacético, multipolar.
Por todo lo expresado y algunas cosas más en las que no nos queremos explayar, hoy no hay editorial.
Sólo aguardamos los aportes de ustedes para fortalecer esta construcción colectiva comunicacional de integración, y así entre todos, diariamente desde cada una de nuestras trincheras, desde cada uno de nuestros lugares, escribir y decir “nuestro editorial”.
Que así sea.
Notas, referencias y material consultado
http://telesurtv.net/multimedia/EE.UU.-El-drama-de-la-migracion-infantil--20141126-0046.html
http://voces.org.sv/2014/11/25/sin-aclarar-asesinatos-de-24-periodistas-en-guatemala/
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