Marta Lucía Ramírez, ex Min. Defensa de Uribe, Enrique Peñalosa y Carlos Fernando Galán
Las elecciones regionales que acaban de suceder este 25 de octubre en Colombia confirman de manera contundente, como única conclusión que se puede sacar de ellas, la afirmación de ANNCOL de que serían utilizadas por la clase dominante para recomponer el Bloque de Poder Contrainsurgente dominante en Colombia.
Dos anuncios sombríos lo anticiparon:
Uno: El documento escrito por los 21 gremios de Colombia y presentado con bombos y platillos al presidente JM Santos dándole un apoyo envenenado al proceso de Paz de la Habana, pero a la vez, presentando un proceso de Paz completamente diferente al actual (ver editorial ANNCOL).
Dos: El mensaje encriptado del presidente Santos, enviado por los medios de comunicación adictos poco ante las elaciones de que; “los alcaldes y gobernadores elegidos serán los encargados de administrar el Post conflicto”
Mensajito que forzó a los políticos, clientelistas y contratistas, interesados en la feria de contratos para la paz (que conlleva la palabra oficial “post conflicto”) a realizar unas elecciones típicas colombianas plagadas de todo tipo de delitos electorales, especialmente la trashumancia de votos, la falsificación de documentos electorales, la compra multimillonaria de votos, y la participación descarada del triunfador electoral Vargas Lleras desde su cargo oficial de Vicepresidente de la República, y quien con la mirada cómplice y complacida del presidente Santos se ha convertido en el árbitro definitivo que ha definido la enconada y larga disputa por el liderazgo dentro de las fracciones del Bloque de Poder dominante, entre Uribe Vélez y el presidente JM Santos.
El ventajismo Llerista, la corrupción, la compra multimillonaria, descarada y cínica de votos (nadie se preguntó de dónde salen todos esos ríos de dinero) la manipulación desvergonzada de encuestas de opinión, más la guerra sucia mediática y la guerra leguleya del sacristán Ordoñez contra la llamada “Izquierda Clara” fueron la norma aceptada por todos.
Todos los elegidos, todos sin excepción, lo son (no por representar un partido moderno con ideas, programas, organización y ética definidas) sino resultado de oscuras maniobras y coaliciones amañadas entre grupúsculos de contratistas, con consignas de taller de reparación de autos como seguridad y cumplimento, eficiencia y servicio, trabajamos para Usted, etcétera, etcétera. Todos ellos interesados en pelechar los raudales de dinero en dólares y Euros que JM Santos ha prometido vendrán de los EE. UU. y Europa una vez “se firme la Paz”.
Según los datos oficiales entregados, Uribe Vélez y su caudal de muchachos buenos y honrados ha quedado reducida a su verdadera expresión en el Casanare y Leticia. Es un respiro.
El Partido de Santos, la U, si bien ha aumentado el número de votos, ha perdido importantes administraciones, quedando sostenido en lo fundamental por los cuestionados y corruptos Ñoños Elías y por la “diva” Dilian Francisca, y por algunas gobernaciones menores, obtenidas en extrañas coaliciones, como Arauca, Vichada, Cesar, o Norte de Santander. La llamada “Izquierda Clara” no pudo o no supo quitarse el lastre de los Garzones cooptados (Lucho y Angelino), los corruptos gurropines Moreno y el Petrismo demagógico y soberbio.
El liberalismo de la mano de Serpa Uribe que trató de presentarse como fuerza autónoma (?), aunque logró imponer al también cuestionado Didier Tavera en la gobernación de Santander y triunfó en gobernaciones periféricas como el sempiterno Verano de la Rosa del Atlántico, en Chocó, Meta, San Andrés, o Caquetá, y alcanzó algunas alcaldías intermedias como Manizales, Pereira o Sincelejo; liquidó en Bogotá su mayor carta estratégica que significaba la alcaldía del ministro de guerra de Cesar Gaviria en 1991, el Gato Pardo.
Los triunfadores son indudablemente Vargas Lleras que imponer su fuerza electoral y su jefatura; se consolida a nivel nacional. Imponiendo en la alcaldía de Bogotá al también cuestionado y corrupto “empresario neoliberal de los Bolardos” Peñalosa (bisagra entre Uribe Vélez, Pastrana - Marta Lucía y J.M Santos) y, el propio Peñalosa que convertido en el caballo de Troya de los gremios y empresarios neoliberales, contando con la mayoría en el concejo de Bogotá, con el pretexto de barrer al ineficiente y populista Petrismo de los cargos públicos, construirá sin lugar a dudas el paraíso neoliberal de los millonarios contratos del Post conflicto, anunciados por el gobierno de Santos, a la vez que, apoyado por los pelechadores de la imagen de Galán Sarmiento, impondrán al derechista y militarista Vargas Lleras como próximo presidente de los colombianos, quien también, sin lugar a dudas, será el encargado de sacar adelante o imponer en Colombia de acuerdo con el US South Command, la visión neoliberal y Trasnacional del post conflicto presentada por los gremios de la producción en su último documento.
¡¡¡¡ Días oscuros nos esperan, Sancho !!!!
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