Por Yadián Pérez *
Señor presidente, soy de los que piensa que algunos conceptos de la llamada “libertad de expresión” no son más que faltas de respeto. Ofender un presidente u otra autoridad, creo yo, es faltar al respeto pero no soy nadie para cambiar eso. Soy un cubano residente en EE. UU., desde sus comienzos aposté por usted, ví en su rostro y el de su esposa personas sencillas y de buen corazón.
Aunque no le niego, al pasar de los años pensé haberme equivocado. En su primera campaña presidencial logré 12 votos para usted, eso no representa nada, pero me sentí feliz de haber juntado esos votos. Tan feliz como cuando le mandé mis primeros $ 100 a mi madre, usted no sabe quizás que significa eso, mi mamá si, ella que ha vivido toda su vida bajo el bloqueo de la primera potencia del mundo. Ay Señor Presidente, como duele vivir acá y que tu familia esté viviendo bajo este bloqueo, duele y mucho señor presidente.
En el 2012 logré 36 votos para usted, de esos pagué dos naturalización por la simple razón que votaran por usted. Yo soy un simple trabajador, pero seguí viendo en usted un lado noble, aún lo veo, lo veo en su esposa. Señor presidente, le invito ir a Cuba con su familia, permanecer en la isla dos semanas, pero que viva como un cubano más, como vive la familia cubana y entonces usted entenderá lo que significa el bloqueo.
Podrá conocer al cubano y sus bellas costumbres, verá como el cubano duerme en un sofá y le brinda su cama, no por ser usted presidente, puede ir cualquiera y se dará cuenta lo maravilloso que es el cubano. Haga todo lo que esté en tus manos y levante el bloqueo, queda poco tiempo. Confíe en el pueblo cubano y su nobleza, escuche también a su pueblo, la mayoría de los ciudadanos de este país también quiere y admira al pueblo cubano.
Seamos buenos vecinos, respetémonos, ya es hora que ese odio desaparezca. Sería hermoso ver como ambas naciones tiendan su mano, se ayuden, cooperen. Piense en sus dos hijas si fueran o vivieran en un pequeño país bloqueado por una potencia, escuche su corazón, yo creo en su buena voluntad de ayudar al pueblo cubano.
Señor presidente, en Cuba viven personas que necesitan que pongan fin a este inhumano bloqueo. Cuba no es, ni será una amenaza para ningún país de este mundo. Cuba es amor al prójimo. No más sufrimientos a la familia cubana.
Confío en usted y su buena voluntad. Gracias señor presidente.
* Cubano que reside en Tampa, Florida, pero como él mismo señala nació en Pinar del Río, la tierra del mejor tabaco del mundo.
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