Por Milena Reyes
"No sólo es justo, sino también necesario".
"No sólo es justo que la mujer tenga oportunidad de desarrollar su capacidad en beneficio de la sociedad, sino que también es necesario para la sociedad que la mujer encuentre todas las posibilidades de desarrollar plenamente sus capacidades”.
Fidel Castro Ruz
Con los vicios y rezagos de la sociedad feudo - capitalista que nos ha gobernado durante años, hemos aprendido que la participación de la mujer en la lucha política y social, es una bandera por la cuál, todas nosotras nos hemos movido y luchado, con el fin de conquistar y garantizar esos derechos que nos han arrebatado.
En el caso de las guerrilleras de las FARC - EP, al incorporarnos a la organización, de antemano nos hacen saber que tenemos unos deberes que cumplir y unos derechos que exigir; entre esos, la participación política, derecho y deber que defendemos en los diferentes espacios que nos brinda la organización, como las horas culturales, la célula política, los balances e incluso la conferencia Nacional de Guerrilleras y Guerrilleros; espacio donde se toman decisiones tácticas y estratégicas de la vida política y militar de las FARC - EP con base en el análisis de la situación del país.
Para las guerrilleras es una experiencia única, ya que hemos aprendido a reconocernos como mujeres, como luchadoras sociales por el bien común; y sobre todo, aprender a conocer el país que la escuela no nos enseñó a conocer cuando pequeñas; más ahora, que se acerca o se avecina un momento histórico para las organizaciones sociales y revolucionarias: La paz.
En nuestro caso, como combatientes, no es nada fácil tener que prepararnos para un momento como el que se aproxima; asumir la lucha política desde otros escenarios; ya que una cosa es empuñar un fusil, aprender a manejarlo, conocer al enemigo de pies a cabeza, dominar el área que durante años hemos recorrido para sobrevivir y de la que conocemos hasta sus aromas de selva virgen; y otra, será la lucha política en las calles y campos, al lado de nuestro pueblo, teniendo un micrófono en la mano, en vez del fusil.
Ese es el reto y para eso debemos prepararnos; para asumir el papel que nos corresponde como luchadoras dentro de esta sociedad machista y patriarcal.
Vale la pena resaltar que, como mujeres combatientes, tenemos la disposición de asumir ese reto que nos corresponde, nuestro compromiso es con las nuevas generaciones de mujeres y hombres; por legarles un país libre de violaciones a los derechos humanos, en el que tengan sentido palabras tan básicas como: justicia social, seguridad, reconciliación, paz.
En este momento es de suma importancia para todas y cada una de nosotras rescatar y elevar al máximo el papel de la mujer en la lucha, de la obrera, la ama de casa, la estudiante, la indígena, la afro descendiente, junto a ellas estaremos las mujeres combatientes, para hacer realidad esta tarea tan grande.
Desde las montañas y La Habana, las mujeres de las FARC - EP aportamos nuestro modesto esfuerzo, con estudio y trabajo, a la lucha por la solución de las necesidades y problemas que padece la mujer colombiana, que son los problemas y necesidades de todo nuestro pueblo.
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