Mariano Ferreyra: Un alegato medido. El pasado martes, la fiscal María Luz Jalbert comenzó el alegato de la fiscalía haciendo una aclaración que oscureció el panorama por cuanto...

Mariano Ferreyra: Un alegato medido.

Mariano Ferreyra 2El pasado martes, la fiscal María Luz Jalbert comenzó el alegato de la fiscalía haciendo una aclaración que oscureció el panorama por cuanto sostuvo que nunca se unificaron las causas; es decir, la correspondiente al accionar de la patota de Pedraza y la de la complicidad policial, que lo permitió mediante una zona liberada. Sin dudas, es una posición tomada acerca de la conceptualización de lo ocurrido el pasado 20 de octubre de 2010 en Barracas que acompaña la misma línea argumental de la instrucción basada en la existencia de un plan criminal cuyo único actor fue la burocracia sindical.


Según lo afirmado por CORREPI en el blog donde publica las alternativas del juicio oral, se tratará de resguardar a la empresa y al Estado, con una acusación contra varios de los policías involucrados aunque por fuera del plan mencionado anteriormente.


"El objetivo era impedir el corte de la vía", aseguró Jalbert, asumiendo el discurso de las defensas y dejando de lado, el argumento de las querellas por las cuales la verdadera motivación "era dar una lección definitiva a los trabajadores que se organizaban sin responder a la conducción burocrática del pedracismo" poniendo en riesgo los negocios comunes.





Sin embargo, las pruebas en la causa pudieron más y la fiscal tuvo que concluír en que "entre el 19 y el 20 de octubre de 2010, José Pedraza ordenó y consecuentemente determinó a Juan Carlos Fernández para que el día 20 se convocara a trabajadores del Roca para que se hicieran presentes y echaran por la fuerza y con el uso de armas de fuego a los tercerizados. Esa orden se cumplió con el resultado de la muerte de Mariano Ferreyra y las heridas de los demás querellantes. Fernández ordenó y determinó a Pablo Díaz para que cumpliera la orden de Pedraza, quedando a su cargo los detalles del plan. Díaz, para llevar a cabo la orden, convocó a los trabajadores de los Talleres de Escalada a través de los delegados de la UF, y a Favale, Sánchez y por lo menos un tercer hombre para que concurrieran armados y los determinó para disparar hacia los manifestantes. Una vez en el lugar, Díaz ordenó el avance del grupo para que, con su cobertura, los imputados Favale, Sánchez y al menos otro dispararan, resultando la muerte y las lesiones. Favale y Sánchez (y al menos otra persona más no identificada), en cumplimiento de lo acordado con Díaz, concluyeron el plan causando la muerte de mariano y las lesiones. González y Pipitó realizaron un aporte esencial al plan, que consistió en amenazar y amedrentar a los periodistas de C5N Carchak, Polito y Farías para que no registraran las imágenes del ataque. Gustavo Alcorcel colaboró con Díaz, dando un aporte esencial para el cumplimiento del plan e instó, arengando, a que los ferroviarios se agruparan y avanzaran".


Posteriormente, el Dr. Gamallo, fiscal coadyuvante designado por la Procuración General, explicó la calificación de homicidio calificado, y no de un homicidio en riña, un homicidio simple o un exceso en la legítima defensa, mediante el recurso de la ejemplificación de la relación entre la Unión Ferroviaria y la Cooperativa Unión del Mercosur como las dos caras de un imaginario títere de mano llamado "Perversus", recordando la escena del bautismo del hijo de Michael Corleone en la película El Padrino, comparándola con Pedraza de anfitrión en el congreso de latin Rieles al tiempo que se ejecutaba el crimen.


Con respecto a González y Pipitó, el fiscal concluyó que éstos no fueron partícipes del homicidio calificado y los homicidios calificados en grado de tentativa, sino de un homicidio simple y ello permite anticipar que la pena que se solicitará para ambos será mucho menor que la del resto de los acusados.


Al finalizar el largo primer alegato, la Fiscal Jalbert explicó que la fiscalía no encontró manera de acusar a Uño y Pérez, los encargados de sacar las armas del lugar, solicitando su absolución y ello motivó el inmediato reclamo de excarcelación por sus defensores, lo que fue concedido por el tribunal tras explicar que el pedido de pena de las querellas no era suficiente para mantenerlos detenidos, por cuanto solamente puede ser requerido por la fiscalía, constituyendo ello el primer triunfo de la patota en el juicio.


Este viernes, continuará el alegato con los pedidos de pena para Pedraza y Fernández, sindicados como instigadores; para Díaz, Sánchez y Favale, como coautores y para los partícipes en distinto grado, como Alcorcel, en calidad de partícipe secundario del homicidio calificado y González y Pipitó como partícipes necesarios de un homicidio simple, al igual que el desarrollo de su postura con respecto a la participación policial en el plan criminal.

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