La Fiscalía de EE. UU. negó el permiso a René.

Según lo informado por Cubadebate, el Departamento de Justicia yanqui negó el regreso temporal a Cuba solicitado por René González con el fin de visitar a su hermano gravemente enfermo.

Un documento publicado por la Corte de Miami daba cuenta de la respuesta de la Fiscalía a la moción presentada por los abogados del Héroe: “Los Estados Unidos reconocen el carácter humanitario de la solicitud hecha por René González, pero se opone a esta solicitud basándose en preocupaciones de seguridad del FBI“.

No obstante, dentro de los términos para la libertad condicional otorgada a René, quien salió de prisión el 7 de octubre pasado, la propia Fiscalía había admitido la posibilidad de concederle una dispensa por razones humanitarias, la cual ahora mismo ha negado, probando una vez más su mala fe.

El Héroe cubano, después de permanecer durante 13 años preso en Estados Unidos tras un juicio lleno de irregularidades, se encuentra en régimen de libertad condicional por tres años, no pudiendo regresar a la Isla, pese a que toda su familia se encuentra en Cuba, incluido su hermano, el abogado Roberto González, quien se encuentra en grave estado como producto de un cáncer.

Según informaron, luego de esta respuesta de la Fiscalía, la jueza Joan Lenard deberá tomar próximamente una decisión definitiva sobre lo solicitado; es decir, la visita a la Isla por dos semanas.

Por otra parte, según indicaron, el documento presentado por la Fiscalía advierte que, en caso de ser permitida la visita por la magistrada, se deberán imponer varias condiciones, tales como el itinerario detallado de su viaje, con número de vuelo, ruta e información acerca de su ubicación; prohibición de reuniones, consultas o comunicaciones con oficiales de inteligencia cubanos; la información telefónica acerca de su estadía a su oficial de probatoria en la Florida; el permiso solamente será con respecto a su libertad supervisada, debiendo solicitar el permiso para viajar de acuerdo a las leyes norteamericanas que rigen los viajes entre Cuba y EE. UU., y la obligación de regresar a territorio norteamericano dentro del plazo concedido, con la finalidad de no violar los términos de su libertad supervisada, la cual se mantiene sin cambios.