“Del patrimonio de artes plásticas de Cuba no queda nada, todo fue destruido o vendido”.
Por Raúl Antonio Capote.
DESMITIFICANDO:
MITO 13: “Del patrimonio de artes plásticas de Cuba no queda nada, todo fue destruido o vendido”.
REALIDAD: El Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, que en 2013 cumple su Centenario, tenía un solo edificio; actualmente posee tres: el antiguo, dedicado al arte cubano, el Palacio del Centro Asturiano (restaurado) dedicado al arte universal, y un tercer edificio (restauración del antiguo e histórico Cuartel de Milicias) dedicado a funciones administrativas.
El patrimonio del museo comprende unas 48,000 obras que incluyen la mayor y mejor colección de arte cubano del mundo, en permanente crecimiento, y valiosísimas colecciones de escuelas europeas, asiáticas, de Estados Unidos y de América Latina. Posee, además, valiosas colecciones de arte antiguo de Grecia, Roma y Egipto.
El museo posee también una biblioteca de arte con más de 120,000 volúmenes, un teatro, y un ambicioso programa de extensión cultural que mediante exposiciones transitorias, eventos internacionales y el Centro de Información Antonio Rodríguez Morey, lleva el conocimiento y el disfrute del arte a toda la población.
La arquitectura de los edificios, los espacios y la técnica en la exhibición de las piezas nada tienen que envidiar a los mejores museos del mundo, como tampoco la calidad de sus museólogos, curadores, restauradores, y el resto del personal especializado.
Con posterioridad al triunfo revolucionario fueron creados en La Habana el Museo de Artes Decorativas, el Museo de Arte Colonial, y el Museo Napoleónico, entre otros, y una red de museos y escuelas de arte a todo lo largo y ancho del país. Las Tunas, por ejemplo, bajo la dirección de Rita Longa, se convirtió en la capital de la escultura monumental en espacios abiertos.
Valiosas colecciones de arte, abandonadas por la oligarquía criolla en desbandada, pasaron a engrosar los fondos de la institución, que pasaría a llamarse Museo de Bellas Artes, y de los nuevos museos que se inauguraban. Con la ampliación del espacio expositivo, se aumentó en un 50 % el número de obras expuestas de forma permanente.
En 2010, Gilbert Brownstone, ciudadano estadounidense, donó al museo 120 obras maestras del arte mundial, incluyendo obras de Picasso, Marcel Duchamp, Roy Lichtenstein, y muchos otros.
La Revolución Cubana no sólo conservó, a pesar del bloqueo y las dificultades económicas, su patrimonio cultural, sino que lo amplió, lo enriqueció extraordinariamente y, lo que es más importante, lo puso al servicio y disfrute de la nación. Tomando en su conjunto la red de instituciones de artes visuales creadas por la Revolución, no existe nada comparable en todo el Tercer Mundo.
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