ALEJANDRO CABRERA BRITOS
doc nac de identidad 17635095
tel 011566228079 tel fax 01148360064
delegado ATE(ASOCIACION de TRABAJADORES del ESTADO)
de la CTA (CENTRAL de TRABAJADORES ARGENTINOS)
en el SENASA (SERVICIO NACIONAL de SANIDAD y CALIDAD AGROALIMENTARIA)
JUNTA INTERNA DELEGADOS en DILAB (DIRECCION de LABORATORIOS)
av Fleming 1653 (1640) Martinez- Buenos Aires Argentina
Grageas de la actualidad
UNA SOMBRA POR LOS LLANOS
Por Hugo Presman
La foto del diario La Nación del martes 21 de agosto del 2007 refleja su soledad en forma patética. En el living elegante de su casa, Carlos Menem, arrumbado en un sillón está mirando en un televisor de plasma, un partido de fútbol, mientras tiene en su mano derecha el control remoto. A los 77 años, lo único que maneja es el control remoto. Se fue corriendo tanto hacia la derecha que se cayó del escenario. Ha quedado detrás. Fuera de escena. El tres veces gobernador de la Rioja. El dos veces presidente del país y ganador parcial en su postulación para una tercera presidencia. El que se pavoneaba que no conocía la derrota electoral, hoy no gana en su Provincia. Peor aún: es derrotado en Anillaco, la aldea que colocó en el mapa. Ahí donde ahora salió tercero. Donde los alcahuetes compraban terrenos y construían suntuosas casas para estar cerca del que consideraban el "sucesor de Perón". Hoy no ganaría una interna en su propia familia. Es el mismo Menem que fuera alabado por el Poder al que sirvió, elogiado por incendiar el país mientras sus futuras víctimas cobraban migajas del seguro por el siniestro. El que hizo de la mentira un culto, de la entrega una práctica cotidiana, del enriquecimiento de la banda que comandaba un ejercicio de ostentación.
La vejez lo encuentra acompañado de la soledad. Lejos de sus dos mujeres de los cuales de se divorció, con un hijo muerto o asesinado, circunstancia trágica que usó en la campaña del 14 de mayo de 1995. Resulta aún hoy increíble observar la filmación en la cual se retira en un helicóptero del cementerio donde enterró a su hijo, haciendo con los dedos la V de la victoria. El hombre solo, es el mismo que ahora considera públicamente a Nair como hijo después de esquivar su reconocimiento legal durante un cuarto de siglo, posiblemente porque lo necesitaba para luchar por la gobernación de su provincia.
En su abandono político y social, el hombre que en su juventud habló de socialismo y coqueteó con los Montoneros que corrían a Perón con la Patria Socialista, el presidente que mintió con el salariazo y la revolución productiva, el de ramal que para, ramal que cierra, el de las relaciones carnales, el que indultó a los militares criminales y a montoneros vegetarianos que lo apoyaron, es el que hoy dice impertérrito que aún tiene mucho para dar.
Algún irónico podría responderle que en realidad tiene mucho que devolver. Pero no hay que hacerse ilusiones. No dejará la política y no reintegrará nada de lo mucho que ayudó a llevar y de lo que se quedó. Aunque ya sólo sea menos que una sombra. Un fantasma alojado en una pesadilla. Integrante de un museo de cera.
Pero sería bueno reflexionar sobre como esta sombra actual fue votada mayoritariamente en 1995, cuando ya todo estaba claro, cuando aún era considerado rubio, de ojos celestes y hasta un sex simbol.
Hay momentos límites en la historia, donde el que dirige es un espejo del cuerpo social. Cuando el espejo se convierte en sombra es porque el cuerpo social ha encontrado otros caminos. Otros espejos. Y entonces se produce el clivaje. Y la sociedad entierra a su sombra aunque la misma vague solitaria por los llanos de la Rioja. Ahí donde cabalgan también Facundo Quiroga, Ángel Vicente Peñaloza y Felipe Varela. Que lo esperan para correr a quién en algún momento se imaginaron que seguía sus pasos, cuando en realidad transitaba el camino de Bernardino Rivadavia y Bartolomé Mitre.
Con su lenguaje atravesado de lugares comunes reitera que "nadie muere en las vísperas"
Aseveración bíblica tan certera como que nadie se recupera de dos derrotas seguidas, contundentes, en su propia casa. No sólo es una sombra. Es algo más patético: su propia sombra no lo vota.
27-08-2008