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Sent: Saturday, September 06, 2008 3:12 PM
To: GACETILLAS ARGENTINAS - REDACCIÓN
Subject: DEL CLUB DE PARÍS A CASTELAR Y MERLO, POR PARTIDO REVOLUCIONARIO (MARXISTA - LENINISTA)
Declaración
Estallido de bronca popular
Del Club de París a Castelar y Merlo
Lo que fatalmente tenía que suceder ocurrió. El maltrato cotidiano que padecen diariamente centenares de miles de usuarios de los trenes pasó, como tantas veces, de la resignada tolerancia al estallido de bronca.
Ahora, el gobierno nacional y el concesionario privado, en manipulación repetida y para tapar sus chanchullos pretenden descargar en las organizaciones políticas y sociales de izquierda sus responsabilidades principales.
Esta verdadera asociación ilícita, al mejor estilo menemista, entre el gobierno y el Grupo Cirigliano - TBA, Plaza, Ecotrans, Emfer, Tatsa - es la causa central de la destrucción y vaciamiento del principal medio de transporte público para los trabajadores y estudiantes de las barriadas del oeste del Gran Buenos Aires.
La complicidad entre el gobierno K y el gran capital privado, este modus operandis de encubrimiento mutuo, se repite ya se trate de energía, un recurso natural o un servicio público como los trenes o Aerolíneas.
Al día de hoy permanecen detenidos siete compañeros, mientras los Cirigliano, los directivos de Marsans y el secretario Jaime mienten y roban con absoluta impunidad. Reclamamos la inmediata libertad de todos los detenidos en Castelar y Merlo.
En este presente, tras el anunciado pago al Club de París y los sucesos de Castelar y Merlo, los contrastes no podían ser tan dramáticos.
Las reservas del Banco Central, 47000 millones de dólares intocables a la hora de aumentar los salarios docentes, las jubilaciones o los miserables 150 pesos de subsidio a los desocupados, de la noche a la mañana están disponibles para desembolsar 6706 millones de dólares que van a los bolsillos del Club de París, en pago de una deuda que no soportaría una mínima investigación.
En los últimos días, los reclamos de diversos sectores populares por salarios, por presupuesto educativo o por un lugar para vivir dignamente se sucedieron diariamente. Sin embargo chocaron con la negativa intransigente de los gobiernos, cuando no con la intimidación o la amenaza. En cambio, los reclamos de la abundancia de banqueros y monopolios, encuentran rápida y satisfactoria respuesta.
La decisión de la presidenta Cristina Fernández, en dirección contraria a su reiterado ‘discurso’ acerca de la ‘distribución de la riqueza’, ratifica las prioridades de su gobierno: antes que nada están los intereses del gran capital financiero, industrial y agrario, de adentro y de afuera. No se trata de un retroceso ante “el avance de la restauración conservadora” ni de desarmar el discurso de los fundamentalistas del ‘mercado’, de un redivivo neoliberalismo, se trata de una declaración de identidad política, de los intereses de clase que representa este gobierno: el gran capital monopolista.
Los apologistas del kirchnerismo que durante el conflicto agrario marcaron a fuego a la “puta oligarquía” en defensa cerrada del gobierno, qué dirán ante la conjunción de complacidos con la medida. En primera fila se encuentran ambas asociaciones de bancos privados, ABA y ADEBA, la Unión Industrial Argentina (UIA), la Asociación Empresaria Argentina con Arcor y Techint a la cabeza, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) un puntal del ‘librecomercio’ y ....la Sociedad Rural y la CRA.
Si por este camino el gobierno busca aliviar las presiones de los países imperialistas y aceitar las posibilidades de financiamiento externo, por el contrario, lo que crecerán serán sus demandas. Aun con reservas superiores a cuando se pagó al FMI, lejos de expresar mayor fortaleza, en el marco del profundo agravamiento de la situación financiera internacional actual, las presiones para forzar una devaluación del peso y su consiguiente confiscación salarial aumentarán, tras el pago al Club de París.
Así, hipócritamente, bajo el lema de “desendeudamiento, desarrollo y crecimiento”, el gobierno K reactualiza las políticas ecónomicas que sin solución de continuidad empujaron a la crisis del 2001. Detrás de un envoltorio ´popular’ las mismas recetas de ajuste contra el pueblo y ganancias para los de arriba: contención del gasto fiscal con recortes a los presupuestos de salud, educación y de la obra pública, un torniquete a los salarios y jubilaciones estatales y congelamiento de los subsidios y su reemplazo paulatino por la suba en las tarifas de los servicios públicos.
Por ello, ratificamos la necesaria confluencia combativa de las múltiples luchas en curso por salarios y jubilaciones, por presupuesto, contra los despidos y contra las peores manifestaciones de la miseria que han reaparecido en las barriadas humildes.
En este marco reiteramos la necesidad de la unidad de los trabajadores ocupados y desocupados, de los estudiantes y padres, de los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad, de la intelectualidad revolucionaria, empujando desde abajo hacia un paro activo que acerque la hora de una nueva rebelión popular que complete y mejore la de diciembre del 2001, con la formación de un gobierno provisional popular, antimperialista y revolucionario, que garantice un programa mínimo que contemple:
· aumento salarial acorde con el costo de la canasta familiar. Por una política de pleno empleo, por el 82% móvil de jubilaciones y pensiones. Por la democracia sindical y la recuperación de los gremios para los luchadores.
· una salud y educación estatales, públicas y gratuitas, con presupuestos que garanticen edificios, recursos materiales adecuados y salarios justos para sus trabajadores.
· una producción industrial y agraria planificada al servicio de la alimentación y el bienestar popular.
· la estatización del comercio exterior, la banca, los recursos energéticos y de nuestro suelo, y la totalidad de los servicios públicos.
· libertad a todos los presos políticos populares, plena vigencia de las libertades políticas, desprocesamiento a los luchadores y respeto al derecho de asilo a los compañeros paraguayos.
PR(ml)
Partido Revolucionario (marxista-leninista)
POR LA UNIDAD DE LOS REVOLUCIONARIOS
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