Tras la mención del caso Marela como antecedente de lo sucedido con Candela Sol Rodríguez, el Dr. Javier Garín aclaró las circunstancias por haber sido el letrado patrocinante del padre de Marela y de la madre de Mónica Vega.
FUI ABOGADO DE LOS PADRES DE MARELA Y ESE CASO NO FUE UN AJUSTE DE CUENTAS SINO UN DELITO SEXUAL
Por el Dr. Javier Garín
Fuí abogado de Víctor Martinez, el padre de Marela, y de la madre de Mónica Vega, ambas niñas asesinadas por el Nene Sánchez. Desde que apareció el cadáver de Candela, varios periodistas lo equipararon con el caso Marela, sosteniendo equivocadamente que éste habría sido también un ajuste de cuentas entre delincuentes. Nada más alejado de la realidad.
Marela fue secuestrada con el exclusivo fin de violarla y asesinarla inmediatamente. No fue un secuestro extorsivo ni una venganza. Así quedó demostrado en el juicio. El Nene Sánchez era un delincuente sexual, un psicópata perverso y violador serial, según lo definieron los psiquiatras forenses. Había purgado una condena de ocho años por una violacion anterior. También surgió de las averiguaciones hechas por nosotros (y no por la fiscalía) el caso de Delia Guillén, una joven que fue violada por el Nene y a la que quiso estrangular con un cable. Como el Nene Sánchez y su hermano tenían negocios de piratería del asfalto con ciertos efectivos de la policía de Avellaneda primera, ésta fue remisa en investigarlos y no allanó su domicilio por cuatro meses, pese a los reclamos de los padres que, desde un primer momento, lo señalaron como sospechoso porque una vecina había visto por última vez a Marela entrando en la casa del Nene.
Debido a ello, este violador serial cometió una nueva violación y asesinato en la persona de Mónica Vega, una niña de trece años, cuya muerte podría haberse evitado si la fiscalia y la policía hubieran actuado bien. Fue el asesinato de Mónica Vega el que permitió allanar la casa de los Sánchez y descubrir el cadáver de Marela en una cisterna. Por lo tanto, nada tuvo que ver el ajuste de cuentas, pues se trató de un delito sexual.
Tambien debe señalarse que el fiscal que esclareció el caso no fue Devoto, como dijeron algunos periodistas, sino Hassan. Devoto era el fiscal que intervenía originariamente, pero no obtuvo ningún resultado. Durante cuatro meses, las autoridades se dedicaron a echar sospechas sobre el padre de Marela en lugar de investigar a los Sánchez.
Esta aclaración es necesaria a fin de evitar los errores en que incurren, por ejemplo, los cronistas de Página 12, poniendo el caso Marela como antecedente de un supuesto ajuste de cuentas que, al menos en ese caso, no fue tal.
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