SUMARIO
1 - ARGENTINA, CHUBUT: OPINIÓN - UN MES SIN BETO APABLAZA: "¿DEBEMOS CONFIAR EN LA JUSTICIA Y LA POLICÍA DEL CHUBUT?", POR BERNARDITA BIELSA (PUERTA E).
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Un mes sin Beto Apablaza: “¿Debemos confiar en la justicia y la policía del Chubut?”
Por Bernardita Bielsa *
Afiche: Diego Colinamun
En referencia a la desaparición de Alberto “Beto” Apablaza y en respuesta a comunicado de prensa emitido por el Concejo Deliberante de Epuyén.
¿Debemos confiar en la justicia y la policía del Chubut?
La última vez que se tienen noticias ciertas de Beto Apablaza, es del 25 de septiembre pasado. Muy tardíamente el Concejo Deliberante de Epuyén, (lugar de donde Beto es oriundo) se pone al frente de su búsqueda. De la lectura del comunicado de prensa emitido el 24 de octubre, se desprenden varias cuestiones que no son menores, por las que me he visto en la obligación de aclarar varias de ellas.
No somos nosotros sus familiares, amigos o vecinos, quienes “mal informamos a la comunidad”, o tratamos el caso con cierto “amarillismo”.
Ninguna línea de investigación hubo de llevar adelante la justicia, porque nunca hizo investigación alguna, ni actuó en forma contundente, salvo cuando se vio presionada por la comunidad internacional. Parece que los llamados por teléfono desde el exterior pidiendo explicaciones, mueven a estos funcionarios, más que cualquier otra cosa.
Es claro que los únicos desinformados son estos organismos que tienen a su cargo investigar. No quiero ser reiterativa en esto, pero las circunstancias me obligan; han sido ellos – la justicia, la policía, el fiscal a cargo, los únicos desinformados, porque jamás hubo investigación sobre el caso que nos ocupa, salvo cuando hubo presión “desde afuera”, desde el otro lado del charco.
Llama mucho la atención que el propio Concejo admita tan banalmente que los casos de asesinados y desparecidos del noroeste nunca hayan sido ni esclarecidos ni resueltos, como así también buscar infundir en la comunidad conceptos de confianza hacia la justicia y la policía de la provincia.
¿En cual justicia y en cuál policía podemos fiarnos los ciudadanos del Chubut?
¿En la que detuvo y desapareció a Iván Torres en octubre de 2003 en Comodoro Rivadavia, y no puso en resguardo la vida de sus dos principales testigos, los que fueron asesinados en cárceles o alcaldías?
¿En la que detuvo y asesinó a Gumersindo Vergara en la Comisaría de El Hoyo el 5 de septiembre de 2003? ¿En el fiscal que vino a encubrir el crimen?
La lista es muy larga y extensa. Allí están ·Cacho” Espinosa, el periodista Ricardo Gangeme, “Pinturita” Hernández Flores, Motoco Cárdenas, Corina Hermosilla, Fabián Bregonzi, Verónica Retamal, “Poninoni” Silva, David Hayes, Alejandro Vera, Manuel Alejandro Cerda, Mónica Elizabeth Acuña, Hermenegildo Rivera, Antonio Dzikowicki, etc., etc., sin olvidar que fue por el ámbito del Concejo Deliberante de Epuyén que pasó la decisión de la venta del campo del 1.000 ha del conocido doble crimen de Puerto Patriada, donde perdieran la vida Verónica Schuttoff (por entonces de 70 años) y su hijo Esteban Cseh (de 41). Cada uno de ellos pidiendo justicia, asesinados y desaparecidos en un país supuestamente en democracia.
Desde el 84 en adelante, jueces y fiscales del Chubut han entorpecido las investigaciones, en connivencia con la policía, el poder político local, en algunos casos interviniendo en forma directa médicos de hospitales públicos, escribanías, etc. Podemos atestiguar fehacientemente que han sido ellos los que de forma reiterada y como “modus operandi”, han “plantado” pruebas, “armado” escenarios, perdido o cambiado expedientes y evidencias, aportado pistas falsas, falsificado firmas, entregado cadáveres a cajón cerrado, montado operativos de búsqueda hasta infantiles y grotescas.
Es por demás lamentable que en un mundo que se dice “civilizado” tengamos todavía hoy desaparecidos. A nivel nacional se suman casos testigos como la desaparición de Julio López y más recientemente Sofía Herrera. Los cambios no se logran bajando la edad de la criminalidad, poniendo más personal policial en las calles, o propiciando la generación de empleos a través de agencias de seguridad privada. La única posibilidad que nos cabe como sociedad es la solidaridad, la aceptación del otro dentro de las diferencias, la comprensión.
A la necesidad de pedir “aparición con vida”, le debemos sumar las obligaciones morales, y es la propia comunidad quien debe aportar las soluciones precisas, no importando el signo o creencia religiosa de cada uno, ayudando de todas las formas posibles a las familias afectadas (económicamente, contención, acompañamiento), y fundamentalmente creyendo en el que viene a denunciar.
Seguimos esperando respuestas oficiales porque nunca las hubo, y seguimos reclamamos aparición con vida de Beto Apablaza, pero por experiencia no delegamos nuestra responsabilidad en una provincia como la del Chubut por demás insegura, que poco y nada le importa la vida de las personas, y que no pasa un solo examen en derechos humanos.
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