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¡ LIBERTAD A LOS CINCO !
JORGE JULIO LÓPEZ Y CARLOS FUENTEALBA ¡ PRESENTES !!!!
¡¡ NO AL CIERRE DEL BAUEN !!
EDITORIAL - INTERNACIONALES - 16/01/08 - PRIMERA EDICIÓN
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I - COLOMBIA: ENTRE LA PAZ Y LA VIOLENCIA.
Mientras las fumigaciones con glifosato surcan las fronteras con Ecuador, se suceden otros actos de violencia estatal en el Cauca, provocando el progresivo exterminio de los indígenas a favor de los terratenientes, de la mano de las Águilas Negras y otros grupos paramilitares, al igual que en otros departamentos por ese empecinamiento de arrasar a las FARC - EP para continuar dando vida a la predicción de Jorge Eliécer Gaitán antes de su asesinato.
La vida no es la misma desde que la oligarquía fomentó la narco-para-política que hoy conocemos, gracias a las confesiones de los Castaño. Desde 1948, con el asesinato del líder a quien se intenta seguir ninguneando, la violencia fue y es la moneda corriente que recibe el pueblo colombiano, cuya gran mayoría está sumergida en la pobreza y en la indigencia como el resto de los pueblos latinoamericanos. Hoy, Álvaro Uribe sigue siendo el perro fiel del Imperio, pero también de los terratenientes a los cuales representa, para intentar imponerse a sangre y fuego. Sin embargo, hombres, mujeres y niños continúan esperando el cese de toda violencia, pero la primera que debe cesar es la estatal.
Desde la falta de cobertura a las personas con discapacidad a la vulneración sistemática de los derechos de los trabajadores, el Estado colombiano viene obrando para privilegiar a una clase que mora en las afueras de Bogotá o en la misma Medellín, en lugar de proveer al interés de su pueblo. Cada acto en contra de la población es un acto de violencia estatal que supone la violación de los Derechos Humanos de los ciudadanos y habitantes de un Estado. No es solamente la represión explícita a manos de las fuerzas de seguridad o de las fuerzas irregulares, financiadas por el narcotráfico alentado por el Imperio, sino también cada una de las normas que se disponen para sostener los privilegios de unos pocos en detrimento de las grandes mayorías.
La Operación Emmanuel, con su saga entre la hipocresía del mandatario colombiano y el esfuerzo de Hugo Chávez y la senadora Piedad Córdoba, es posible que constituya un punto de inflexión a partir del cual puedan construirse los cimientos para la pacificación definitiva. De todas maneras, no es conveniente alentar esperanzas en un gobierno que sigue calificando de "terroristas" a las FARC - EP y que continúa atento a las indicaciones de la Embajada norteamericana.
Hoy, Clara Rojas está junto a su hijo y Consuelo González de Perdomo, con su familia. Ha ganado la vida ante la muerte, abre la esperanza para la liberación de Ingrid Betancourt, lo cual operaría para una construcción política tendiente a terminar con la masacre que sacude las tierras colombianas desde hace 50 años. A ello, en realidad, le tiene miedo el uribismo porque significaría la construcción de un verdadero Polo, en conjunción con el resto de la oposición colombiana, que permitiría edificar la paz ansiada.
Entre la paz y la violencia, Colombia sigue buscando su destino para encontrar la salida que permita la atención de las legítimas demandas sociales que hoy posterga un gobierno a todo un pueblo. Mientras la artillería multimedial sigue tratando de descalificar al grupo insurgente, lo cierto es que se han convertido en la resistencia a la opresión, en la resistencia a las ambiciones desmedidas de los aliados imperiales, de esa élite que busca perpetuar sus privilegios.
La hipocresía del uribismo y sus aliados se evidenció en Villavicencio, en ocasión de la reunión con la Comisión de Garantes, lo cual constituye una prueba irrefutable de su conducta pero también fue el incentivo para la obra del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y de la senadora colombiana. Ambos alimentaron las esperanzas para una realidad que hoy vemos por los multimedios, pero también para la construcción de la salida negociada pese a las bravuconadas de Uribe.
Pero también le toca jugar la próxima partida a las FARC, lo cual no será una rendición incondicional como se pretende, sino la búsqueda del reconocimiento como una fuerza política profundamente arraigada entre la población de la selva colombiana, tal como lo viene demostrando. No existe, ni existirá operación militar o policial que pueda destruir la convicción de un pueblo que sólo sabe recibir violencia desde el Estado.
Entre la paz y la violencia, con Clara, Emmanuel y Consuelo, para esperar las condiciones propicias para la distensión que genere ese bien tan preciado, esa pacificación tan justa como necesaria aunque ella signifique redoblar los esfuerzos de todos las y los latinoamericanos para hacerla tangible. No es poca cosa en estos tiempos tan volátiles que nos impone el deseo imperial.
Prof. Juan Carlos Sánchez
Director Editorial GACETILLAS ARGENTINAS
Director Editorial GACETILLAS ARGENTINAS
GACETILLAS ARGENTINAS celebra la liberación de Clara Rojas y de Consuelo González de Perdomo, haciendo votos por el cese de la retención de Ingrid Betancourt.
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