EDITORIAL - ARGENTINA - 04/01/08 - PRIMERA EDICIÓN

 

GACETILLAS ARGENTINAS                                                                  www.gacetillasargentinas.blogspot.com

 

Buenos Aires - Argentina

 

Director Editorial: Prof. Juan Carlos Sánchez                          gacetillasargentinas.direccion@gmail.com

 

Redacción: gacetillasargentinas.redaccion@gmail.com

 

 

¡ LIBERTAD A LOS CINCO !

 

JORGE JULIO LÓPEZ Y CARLOS FUENTEALBA ¡ PRESENTES !!!!

 

¡¡ NO AL CIERRE DEL BAUEN !!

 

EDITORIAL - ARGENTINA - 04/01/08 - PRIMERA EDICIÓN

 

SUSCRIPCIÓN: gacetillas-argentinas-subscribe@gruposyahoo.com.ar

 

POR FAVOR, SUSCRIBIRSE AL GRUPO PARA RECIBIR EL NEWSLETTER... ¡ MUCHAS GRACIAS !!!!.

 

 

 

I - ENTRE LA PULSEADA Y EL GENOCIDIO

 

 

El despido de 2.400 contratados del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con la consecuente protesta de SUTECBA y, en menor medida, de ATE, junto con la intervención de OBSBA constituyen un escenario que era previsible durante los primeros días del gobierno macrista, el que apuesta a la realización del ajuste subido al caballo del beneplácito electoral pero ello se ha convertido en una pulseada significativa que puede llevar al conflicto permanente y a un genocidio laboral, tal como lo calificara Hugo Moyano, continuador del existente.

 

Sin dudas, Mauricio Macri eligió la confrontación y ello puede jugarle en contra, habida cuenta del manejo de los resortes administrativos por parte de los trabajadores municipales. No podemos olvidar el intento de Telerman, al intentar despedir a parte del personal de la Dirección General de Sistemas de Información, que provocó la parálisis del Gobierno de la Ciudad por la caída de su sistema informático que incluyó a la página web.

 

Por otro lado, el SUTECBA, de la mano de Amadeo Genta y de Patricio Datarmini, viejos aliados del fallecido Lorenzo Miguel, apuesta a llevar adelante una protesta justa a pesar del profundo descrédito que existe entre los trabajadores y la sociedad acerca de su institución sindical.

 

En un escenario donde confluye la justicia del reclamo de los contratados despedidos, tanto los del Decreto Nº 948 como los de la Resolución Nº 959, por su despido en el medio de las tradicionales Fiestas de Fin de Año, con las necesidades políticas de un gobierno más afín a las topadoras de Cacciatore y al neoliberalismo menemista, nos encontramos con una pulseada que sacudió la modorra porteña pero no debemos engañarnos: todavía falta el ajuste educativo, con el despido de 3.000 docentes que se encuentran suplantando a los que quedarán cesantes en su comisión de servicio durante el mes de febrero. Por supuesto, sin contar con la famosa revisión de los 18.000 contratos que se realizará hasta marzo del corriente año y que, casi seguro, provocará un despido de, al menos, la mitad de ellos.

 

Ahora bien, ¿cómo se llegó a una planta tan elevada de contratados?. Conviene recordar que el menemismo fomentó la contratación mediante la figura de la locación de servicios o de obra para evitar los aportes patronales, como también recortar derechos a los trabajadores, lo cual subsiste en el actual Gobierno Nacional a pesar del blanqueo parcial realizado durante el año pasado. Esta modalidad se comenzó a implantar con el congelamiento de las vacantes, el mismo argumento con el cual deniegan la incorporación de personas con discapacidad dentro del cupo laboral del 4% en la Administración Pública Nacional y del 5% en la Administración Pública de la Ciudad de Buenos Aires, pero nunca se estableció el cese a partir del momento de la renuncia o finalización del mandato de quien los había contratado. No obstante, la realidad de la actividad administrativa llevó a la sucesiva renovación de los contratos, algunos de los cuales tienen más de cinco años o más de antigüedad.

 

Lo cierto es que la mayoría de los contratados cumple tareas específicas en cada uno de los sectores del Gobierno de la Ciudad, mientras no se realizan concursos para el ingreso a la planta permanente porque le resulta más barato establecer relaciones laborales de este modo. Lo que existe, hoy día, es una nueva caza de brujas en la cual están inmersos todos los contratados pese al cumplimiento de las tareas y lo que se está propugnando desde el Ejecutivo, en la praxis, es el viejo lema "achicar el Estado para agrandar la Nación", lo cual es una falacia que todos conocemos.

 

Desde luego, no se podía esperar menos de los sindicalistas porteños, los que actuaron rápidamente al convocar a paros y a la movilización de hoy. Está en juego su supervivencia política y ello no lo descuidan. Pero el Jefe de Gobierno sabe cual es su punto débil: la caja de la Obra Social que, en rigor de verdad y hay que admitirlo, no presta los servicios como debiera. Y en esta pulseada, apretó en donde más le duele a SUTECBA: intervino a OBSBA.

 

Así, entre la pulseada por el poder y el previsible genocidio laboral (no descubrió nada Moyano) comienzan los primeros días de una relación tirante entre Macri y los gremios, pero lo peor de todo es que las trabajadoras y los trabajadores contratados están sufriendo sus consecuencias aunque no tienen la culpa de lo realizado por las gestiones de De la Rúa, Ibarra y Telerman.

 

¿Este es el cambio que prometió?. Si es así, por más alergia que le tenga a los sindicatos, Macri equivocó el rumbo y cada día que insista en él, profundizará su divorcio con quienes debe trabajar, con quienes realmente mueven el gigante como lo es el Gobierno de la Ciudad. Y es posible que, a medida que pasen los días, se erosione el capital político obtenido en las elecciones, sobre todo si ello lo profundiza en el ámbito educativo, donde los concursos son una parodia y en donde también piensa en un ajuste similar al actual.

 

Ya hay 9.600 bocas que se quedarán sin comer, ¿cuántas más le hacen falta a este Gobierno? ¿80.000, tal vez?. Eso es lo realmente preocupante en épocas donde el trabajo es un bien para pocos y más aún, cuando los trabajadores no tienen la culpa de los desatinos de las gestiones anteriores y por supuesto, ni hablar de las personas con discapacidad que jamás accederán al cupo laboral aunque recurran a la Justicia porque, como bien sabemos, siempre evaden su acción.

 

Y por supuesto que hay genocidio. En realidad, nunca dejó de existir porque continúa por otras vías y con otras armas, sin balas y sin bombas. La desocupación es el instrumento del capitalismo para bajar el valor de la mano de obra y para el exterminio de quienes sobran para la actividad productiva. Lo que ejecuta el ingeniero no es más que la continuidad de lo iniciado por la dictadura militar y continuado en democracia por el menemismo y sus sucesores.

 

Entre la pulseada y el genocidio, se vienen tiempos oscuros para una ciudad que brillaba y que hoy oscurece lánguidamente en el medio de la noche macrista...

 

              Prof. Juan Carlos Sánchez
Director Editorial GACETILLAS ARGENTINAS