NEWSLETTER - COLOMBIA - 09/04/08 GACETILLAS ARGENTINAS Buenos Aires - Argentina                                                                                            ...

NEWSLETTER - COLOMBIA - 09/04/08

GACETILLAS ARGENTINAS

Buenos Aires - Argentina                                                                                                           www.gacetillasargentinas.blogspot.com

Director Editorial: Prof. Juan Carlos Sánchez                                                                gacetillasargentinas.direccion@gmail.com

Redacción: gacetillasargentinas.redaccion@gmail.com

                                                                    ¡ LIBERTAD A LOS CINCO !

                              JORGE JULIO LÓPEZ Y CARLOS FUENTEALBA ¡ PRESENTES !!!!

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SUMARIO

  1 - EL BOGOTAZO CONTINÚA...

  2 - IMPEDID, SEÑOR PRESIDENTE, LA VIOLENCIA. QUEREMOS LA DEFENSA DE LA VIDA HUMANA - GENTILEZA SIMÓN BOLÍVAR Y DIFUNDIR BAIRES (ARGENTINA).

  3 - CAMPAÑA INTERNACIONAL CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO EN COLOMBIA - GENTILEZA INGRID STORGEN (COLOMBIA) / ADHESIÓN DE GACETILLAS ARGENTINAS.

 


1

Jorge Gaitan

EL BOGOTAZO CONTINÚA...

A 60 años del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, continúan los ecos del levantamiento popular pero también su voz firme en la búsqueda de una paz permanente para su pueblo y para su país.

Hoy podemos decir que la tragedia iniciada en 1948 prosigue en forma sistemática, para responder a los deseos y ambiciones de una oligarquía aliada al Imperio y en detrimento de las grandes mayorías sumergidas como los campesinos y los indígenas. Asesinatos, desapariciones y desplazamientos humanos son la constante que ahora perpetúa el conservadurismo de la mano de Álvaro Uribe Vélez, quien no trepida, junto a su Ministro de Defensa, José Santos, en método alguno para exterminar a quienes se opongan a su paso.

Es indudable que el pensamiento del líder liberal continúa vigente, a pesar de los mil y un intentos por callar esa voz que emerge a cada instante. No hubo ni habrá Plan Colombia, Plan Patriota que pueda acallarla. Y eso lo saben todos aquellos que insisten en continuar una guerra que desangra a una tierra tan noble como la colombiana.

Hoy como ayer, nos sigue indicando el camino hacia la búsqueda de la paz. A pesar de las bravuconadas de un Presidente, servil títere del Emperador Bush, todo un pueblo acongojado por sus pérdidas y hastiado de las eternas mentiras continúa marchando. Porque la Marcha del Silencio también se ha perpetuado a través de la denuncia permanente de los organismos de Derechos Humanos que dan cuenta de las atrocidades de los paramilitares y de la narcopolítica, cuyas víctimas son estudiantes, obreros, indígenas y todo aquel que supongan o estimen opositor a los designios del poder económico encaramado en el poder.

Pero la peligrosidad de esta oligarquía ha aumentado. El asesinato de Raúl Reyes en territorio ecuatoriano marca a las claras que no trepidará en ir más allá de sus fronteras y que, en caso necesario, volverá a repetir la misma acción. No nos engañemos. Gaitán sabía perfectamente al monstruo que se enfrentaba, pues conocía de sus lazos imperiales, en cada una de sus actividades políticas en la Colombia de su tiempo. Su visión es la que debemos tener en cuenta para las futuras acciones en pos de una paz verdadera y no, la de los cementerios como propone un Gobierno envuelto en el mar del narcotráfico y del paramilitarismo.

Sin embargo, se hace imperioso que todas y todos pongamos ese granito de arena para condenar la tragedia que vive todo un pueblo. A pesar de los obstáculos impuestos a Gloria, su hija, con respecto a la Casa Museo y a buena parte de la ciudadanía colombiana sumergida en el lodo de la pobreza y de la indigencia, Gaitán sigue vivo en los corazones revolucionarios de toda América Latina. Una vez más, se requiere colaborar para que lo humanitario supere al espíritu guerrero vigente acompañando a las víctimas de una dominación que no conoce de límites: niños, niñas, jóvenes, adultos, ancianos... Se impone gritar para el cese de una impunidad ante acciones repudiables y ello nos debe llevar a otra Marcha del Silencio en este nuevo siglo.

Pese a la genuflexión de los gobernantes, el pueblo colombiano sigue de pié y será acompañado por todos los pueblos latinoamericanos. Esta compañía y apoyo es el mejor homenaje que se le puede hacer a un líder de la paz, es lo mejor que podemos hacer para que cese un conflicto, cuyo fuego es avivado por los terratenientes adictos al Imperio a través del poder político, que también cumple 60 años...

                Prof. Juan Carlos Sánchez

Director Editorial GACETILLAS ARGENTINAS


2

De: DIFUNDIR BAIRES

Fecha: Miércoles, 09 de Abril de 2008 05:01 a.m.

Para: simon bolivar

CC: Gacetillas Populares - Dirección Editorial

Asunto: IMPEDID, SEÑOR PRESIDENTE, LA VIOLENCIA. QUEREMOS LA DEFENSA DE LA VIDA HUMANA

From: Simon Bolivar

To: DIFUNDIR BAIRES

Sent: Wednesday, April 09, 2008 4:41 AM

Subject: Gaitan: Impedid, señor Presidente, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana

Oración por la Paz

Jorge Eliécer Gaitán, 7 de febrero de 1948

Escrito por: Carlos Vidales Rivera el 10 Feb 2008 - URL Permanente

Antecedentes:

En las elecciones presidenciales de 1946, las fuerzas populares y progresistas del Partido Liberal colombiano, cometieron un gravísimo error cuyas consecuencias terribles todavía está pagando el país. Era candidato oficial del liberalismo el médico Gabriel Turbay (1901-1947), de firmes y probadas ideas de izquierda y democráticas. Sin embargo, el gran caudillo popular Jorge Eliécer Gaitán brillante parlamentario y agitador formidable que electrizaba a las multitudes, insistió en presentar su candidatura como liberal disidente, pese a los reiterados consejos de sus amigos y seguidores, que consideraban la división de las fuerzas del pueblo como un suicidio. Los resultados electorales mostraron el error de cálculo de Gaitán y le dieron el triunfo al Partido Conservador, que en esta ocasión se presentaba unido a pesar de los graves conflictos existentes entre sus dos grandes dirigentes, Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez. He aquí los resultados oficiales:

Mariano Ospina Pérez (conservador), 565.939

Gabriel Turbay (liberal, candidato oficial), 441.199

Jorge Eliécer Gaitán (liberal disidente) 358.957

Apenas instalado en el poder el Partido Conservador, se inició en todo el país, instigada por Laureano Gómez y los elementos más reaccionarios de dicho partido, una feroz campaña de exterminio tendiente a aniquilar físicamente al pueblo liberal.

Masacres horripilantes, asesinatos de líderes campesinos y sindicales, persecuciones implacables contra los políticos locales y regionales de centro y de izquierda, se cometieron sin cesar por parte de grupos paramilitares (los pájaros y chulavitas), al amparo de la impunidad que les garantizaba el gobierno.

La Guerra Fría se había iniciado en Colombia en toda su intensidad y se trataba de impedir a toda costa que las fuerzas progresistas pudieran disputar el poder en las elecciones de 1950. En el marco de esta política de confrontación global se produjo la misteriosa muerte, jamás investigada, jamás cuestionada, del jefe único del liberalismo, Gabriel Turbay, en París (17 de noviembre de 1947).

Elevado por la Convención Liberal a la dignidad de jefe único del partido, Jorge Eliécer Gaitán concentró sus esfuerzos en la reorganización del movimiento popular y en el restablecimiento de la paz y de las reglas democráticas. Bajo el acoso de la creciente violencia oficial y oficiosa, convocó para el día 7 de febrero de 1948 a una gigantesca Marcha del Silencio en la capital de la República, con el objeto de conmover la opinión nacional e internacional ante la oleada de masacres y atrocidades que se cometían diariamente contra el pueblo colombiano.

La Marcha del Silencio fue la más grande manifestación que hasta ese momento se había realizado en la historia del país. Centenares de miles de personas, portando crespones negros y en impresionante silencio, colmaron la Plaza de Bolívar y calles adyacentes. La única voz que resonó entonces, fue la del caudillo popular Jorge Eliécer Gaitán. No fue un discurso de guerra, ni de desafío, ni de venganza. Fue una Oración por la Paz.

Oración por la Paz.


Señor Presidente Mariano Ospina Pérez:

Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra Excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria.

En todo el día de hoy, Excelentísimo señor, la capital de Colombia ha presenciado un espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de todas las latitudes —de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies— han llegado a congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar la irrevocable decisión de defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa multitud desemboca en esta plaza y no se ha escuchado sin embargo un solo grito, porque en el fondo de los corazones sólo se escucha el golpe de la emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es mucho más poderosa, y esta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están obligados a imponerla no la imponen.

Señor Presidente: Aquí no se oyen aplausos: ¡Solo se ven banderas negras que se agitan!

Señor Presidente: Vos que sois un hombre de universidad debéis comprender de lo que es capaz la disciplina de un partido, que logra contrariar las leyes de la psicología colectiva para recatar la emoción en un silencio, como el de esta inmensa muchedumbre. Bien comprendéis que un partido que logra esto, muy fácilmente podría reaccionar bajo el estímulo de la legítima defensa.

Ninguna colectividad en el mundo ha dado una demostración superior a la presente. Pero si esta manifestación sucede, es porque hay algo grave, y no por triviales razones. Hay un partido de orden capaz de realizar este acto para evitar que la sangre siga derramándose y para que las leyes se cumplan, porque ellas son la expresión de la conciencia general. No me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo, porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente en esta demostración, donde los vítores y los aplausos desaparecen para que solo se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras, que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados.

Señor Presidente: Serenamente, tranquilamente, con la emoción que atraviesa el espíritu de los ciudadanos que llenan esta plaza, os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el mismo que os ha dado el pueblo, para devolver al país la tranquilidad pública. ¡Todo depende ahora de vos! Quienes anegan en sangre el territorio de la patria, cesarían en su ciega perfidia.

Esos espíritus de mala intención callarían al simple imperio de vuestra voluntad.Amamos hondamente a esta nación y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que navegar sobre ríos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable.

Señor Presidente: En esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y extraños. ¡Os pedimos hechos de paz y de civilización!

Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. ¡Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia!

Impedid, señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo que puede pedir un pueblo. En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.

Señor Presidente: Nuestra bandera está enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este grito mudo de nuestros corazones solo os reclama: ¡que nos tratéis a nosotros, a nuestras madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes!

Os decimos finalmente, Excelentísimo señor: Bienaventurados los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y exterminio. ¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!

gaitan


Esta fue la invocación de Jorge Eliécer Gaitán, el 7 de febrero de 1948. Dos meses más tarde, el 9 de abril, el líder popular cayó asesinado en las calles de Bogotá. Esta fue la respuesta de los verdugos y agentes de la violencia, y con ella se inició el terrible ciclo de horrores, masacres, odios y tragedias que hoy cubre de sangre y de dolor a la República de Colombia.


3

De: ahoraporellos

Fecha: Miércoles, 09 de Abril de 2008 11:02 a.m.

Para: GACETILLAS ARGENTINAS - REDACCIÓN

Asunto: CAMPAÑA INTERNACIONAL CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO EN COLOMBIA

gaitan[1][4]

Campaña nacional e internacional contra el Terrorismo de Estado en Colombia.

Colombia durante estos últimos años se ha convertido en la cabeza de playa para la Agresión a otros pueblos. Como dirían algunos el “Israel de Latinoamérica”. Para no ir mas allá no olvidemos los hechos recientes contra los gobiernos de Ecuador y Venezuela.

La Alianza macabra de la oligarquía Colombiana, las trasnacionales y el propio imperialismo. Han permitido que Colombia se haya constituido en modelo de uso extremo de la violencia para imponer la mundialización Neoliberal. Toda forma de organización social, que resiste esta siendo exterminada: Indígenas, campesinos, obreros, estudiantes, defensores de DD.HH, afro descendientes, mujeres y otros son asesinados por oponerse a las pretensiones de los inversionistas de las grandes multinacionales; y por oponerse a un estado que le apuesta a la miseria, la exclusión y la muerte como mecanismo de presión y sometimiento.

Con la promesa de “derrotar el terrorismo” e imponer de parte de los Estados Unidos su lógica política, económica y cultural en pocos meses, la potencia del Norte y sus aliados se comprometieron a fondo en Irak. Arrastraron en esa ‘fácil’ empresa a sus socios iniciales de Inglaterra y el entonces presidente Aznar de España. Trascurridos cinco años de iniciada la empresa de ‘salvación de la civilización occidental’, las demandas militares crecen y el desgaste es evidente.

En tanto Colombia ha vivido en los últimos treinta años bajo la tenaza del Terrorismo de Estado. Las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad y múltiples masacres contra la población son incontables, la aplicación del Plan Colombia, las fumigaciones con Glifosato en el País y las fronteras con naciones hermanas y la criminalización de la protesta social hacen de la macabra política llamada de “Seguridad Democrática” uno de los instrumentos vitales y caras del terrorismo de estado agenciado por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

Por su localización Geoestratégica Colombia, representa para Estados Unidos un enclave fundamental para la circulación y distribución de sus mercancías y para su estrategia de guerra en el continente americano.

La afirmación de que la estrategia del terrorismo de Estado se ha apoderado de la guerra para asegurar los intereses norteamericanos tiene igualmente una larga y sangrienta historia en Colombia que incluye el apoyo de EE.UU. al terrorismo de Estado ejercido por diferentes gobiernos colombianos desde hace ya más de cien años; actos de terror para imponer otro terror y que justifican crímenes atroces que nunca fueron castigados y han quedado impunes.

La profunda crisis humanitaria e impunidad con que actúan los ejecutores del Terrorismo de Estado, puede demostrarse en cifras:

Es Terrorismo de Estado:

  • desplazar 4´000.000 de campesinos para robarles 6´400.00 hectáreas.
  • Exterminar 5.000 militantes de la Unión Patriótica.
  • Asesinar en indefensión 120.000 civiles acusados de ser “guerrilleros vestidos de civil”.
  • Enterrarlos en 3.200 fosas comunes.
  • Mutilar y torturar con Motosierra a 1.476 personas.
  • Desaparecer 15.000 seres humanos; 2.500 sindicalistas, 1.700 indígenas, 990 defensores de los Derechos Humanos.
  • Realizar 967 “falsos positivos”.
  • Fusilar 3.665 personas “protegidas por el Estado”.
  • Criminalizar 2.700 prisioneros políticos.
  • Exiliar 3.700 dirigentes políticos reconocidos.
  • Quitarle la casa a 375.000 familias, destruyendo a cerca de 1.500.000 de hogares en tan sólo 10 años.

Consideramos que es hora de terminar con tanto castigo sobre un pueblo que merece vivir en paz, con justicia social, soberanía y dignidad, convocamos a la comunidad nacional e internacional a una gran campaña de firmas que exijan:

  • El cese de los hostigamientos contra el campo popular movilizado.
  • El Intercambio Humanitario YA.
  • El fin de las persecuciones, desapariciones, señalamientos.
  • La desarticulación de los grupos paramilitares aliados al gobierno y al narcotráfico.
  • El cese inmediato de los hostigamientos contra la República Bolivariana de Venezuela y Ecuador.
  • La aparición con vida de los desaparecidos durante el bombardeo en Ecuador.

Invitamos a colaborar con la campaña en el ámbito nacional e internacional, desde los medios de comunicación alternativos, sectores sociales, políticos y de izquierda para denunciar al estado y gobierno colombiano ante el país y el mundo por la aplicación del Terrorismo de estado, las violaciones de derechos humanos y negar la posibilidad de construir la paz con justicia social para tod@s los colombianos y la región, se convierte en una necesidad imperiosa en este momento.

La campaña también se propone crear una base datos, con las denuncias, alertas tempranas sobre las violaciones a los derechos humanos, el derecho a la libre asociación que permita dar a conocer a la comunidad internacional los crímenes cometidos por el estado para su castigo y no sigan quedando estos en la Impunidad.

La campaña se opone categóricamente a una nueva reelección del presidente Uribe Vélez, responsable de la profundización del conflicto, que ya rebasa las fronteras, la crisis humanitaria y la venta del patrimonio nacional a las empresas trasnacionales.

Favor sumarse y adherir a la campaña a los siguientes correos y sitios web:

uribenoescolombia@yahoo.es corresponsalesapp@gmail.com

Con copia a:

ahoraporellos@yahoo.es

http://www.agenciaenpie.org/index.php?option=com_content&task=view&id=236&Itemid=96

Visita las páginas

http://www.kaosenlared.net y

http://www.agenciaenpie.org/index.php?option=com_content&task=view&id=236&Itemid=96


De: DIFUNDIR BAIRES

Fecha: Miércoles, 09 de Abril de 2008 05:01 a.m.

Para: simon bolivar

CC: Gacetillas Populares - Dirección Editorial

Asunto: Gaitan

From: Simon Bolivar

To: DIFUNDIR BAIRES

Sent: Wednesday, April 09, 2008 4:41 AM

Subject: Gaitan: Impedid, señor Presidente, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana

Oración por la Paz

Jorge Eliécer Gaitán, 7 de febrero de 1948

Escrito por: Carlos Vidales Rivera el 10 Feb 2008 - URL Permanente

Antecedentes:

En las elecciones presidenciales de 1946, las fuerzas populares y progresistas del Partido Liberal colombiano, cometieron un gravísimo error cuyas consecuencias terribles todavía está pagando el país. Era candidato oficial del liberalismo el médico Gabriel Turbay (1901-1947), de firmes y probadas ideas de izquierda y democráticas. Sin embargo, el gran caudillo popular Jorge Eliécer Gaitán brillante parlamentario y agitador formidable que electrizaba a las multitudes, insistió en presentar su candidatura como liberal disidente, pese a los reiterados consejos de sus amigos y seguidores, que consideraban la división de las fuerzas del pueblo como un suicidio. Los resultados electorales mostraron el error de cálculo de Gaitán y le dieron el triunfo al Partido Conservador, que en esta ocasión se presentaba unido a pesar de los graves conflictos existentes entre sus dos grandes dirigentes, Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez. He aquí los resultados oficiales:

Mariano Ospina Pérez (conservador), 565.939

Gabriel Turbay (liberal, candidato oficial), 441.199

Jorge Eliécer Gaitán (liberal disidente) 358.957

Apenas instalado en el poder el Partido Conservador, se inició en todo el país, instigada por Laureano Gómez y los elementos más reaccionarios de dicho partido, una feroz campaña de exterminio tendiente a aniquilar físicamente al pueblo liberal.

Masacres horripilantes, asesinatos de líderes campesinos y sindicales, persecuciones implacables contra los políticos locales y regionales de centro y de izquierda, se cometieron sin cesar por parte de grupos paramilitares (los pájaros y chulavitas), al amparo de la impunidad que les garantizaba el gobierno.

La Guerra Fría se había iniciado en Colombia en toda su intensidad y se trataba de impedir a toda costa que las fuerzas progresistas pudieran disputar el poder en las elecciones de 1950. En el marco de esta política de confrontación global se produjo la misteriosa muerte, jamás investigada, jamás cuestionada, del jefe único del liberalismo, Gabriel Turbay, en París (17 de noviembre de 1947).

Elevado por la Convención Liberal a la dignidad de jefe único del partido, Jorge Eliécer Gaitán concentró sus esfuerzos en la reorganización del movimiento popular y en el restablecimiento de la paz y de las reglas democráticas. Bajo el acoso de la creciente violencia oficial y oficiosa, convocó para el día 7 de febrero de 1948 a una gigantesca Marcha del Silencio en la capital de la República, con el objeto de conmover la opinión nacional e internacional ante la oleada de masacres y atrocidades que se cometían diariamente contra el pueblo colombiano.

La Marcha del Silencio fue la más grande manifestación que hasta ese momento se había realizado en la historia del país. Centenares de miles de personas, portando crespones negros y en impresionante silencio, colmaron la Plaza de Bolívar y calles adyacentes. La única voz que resonó entonces, fue la del caudillo popular Jorge Eliécer Gaitán. No fue un discurso de guerra, ni de desafío, ni de venganza. Fue una Oración por la Paz.

Oración por la Paz.

7febrero_00


Señor Presidente Mariano Ospina Pérez:

Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra Excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria.

En todo el día de hoy, Excelentísimo señor, la capital de Colombia ha presenciado un espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de todas las latitudes —de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies— han llegado a congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar la irrevocable decisión de defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa multitud desemboca en esta plaza y no se ha escuchado sin embargo un solo grito, porque en el fondo de los corazones sólo se escucha el golpe de la emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es mucho más poderosa, y esta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están obligados a imponerla no la imponen.

Señor Presidente: Aquí no se oyen aplausos: ¡Solo se ven banderas negras que se agitan!

Señor Presidente: Vos que sois un hombre de universidad debéis comprender de lo que es capaz la disciplina de un partido, que logra contrariar las leyes de la psicología colectiva para recatar la emoción en un silencio, como el de esta inmensa muchedumbre. Bien comprendéis que un partido que logra esto, muy fácilmente podría reaccionar bajo el estímulo de la legítima defensa.

Ninguna colectividad en el mundo ha dado una demostración superior a la presente. Pero si esta manifestación sucede, es porque hay algo grave, y no por triviales razones. Hay un partido de orden capaz de realizar este acto para evitar que la sangre siga derramándose y para que las leyes se cumplan, porque ellas son la expresión de la conciencia general. No me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo, porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente en esta demostración, donde los vítores y los aplausos desaparecen para que solo se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras, que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados.

Señor Presidente: Serenamente, tranquilamente, con la emoción que atraviesa el espíritu de los ciudadanos que llenan esta plaza, os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el mismo que os ha dado el pueblo, para devolver al país la tranquilidad pública. ¡Todo depende ahora de vos! Quienes anegan en sangre el territorio de la patria, cesarían en su ciega perfidia.

Esos espíritus de mala intención callarían al simple imperio de vuestra voluntad.Amamos hondamente a esta nación y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que navegar sobre ríos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable.

Señor Presidente: En esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y extraños. ¡Os pedimos hechos de paz y de civilización!

Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. ¡Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia!

Impedid, señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo que puede pedir un pueblo. En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.

Señor Presidente: Nuestra bandera está enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este grito mudo de nuestros corazones solo os reclama: ¡que nos tratéis a nosotros, a nuestras madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes!

Os decimos finalmente, Excelentísimo señor: Bienaventurados los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y exterminio. ¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!


Esta fue la invocación de Jorge Eliécer Gaitán, el 7 de febrero de 1948. Dos meses más tarde, el 9 de abril, el líder popular cayó asesinado en las calles de Bogotá. Esta fue la respuesta de los verdugos y agentes de la violencia, y con ella se inició el terrible ciclo de horrores, masacres, odios y tragedias que hoy cubre de sangre y de dolor a la República de Colombia.

De: ahoraporellos

Fecha: Miércoles, 09 de Abril de 2008 11:02 a.m.

Para: GACETILLAS ARGENTINAS - REDACCIÓN

Asunto: Campaña Internacional contra el Terrorismo de Estado en Colombia- Favor sumarse!!!

gaitan[1]

Campaña nacional e internacional contra el Terrorismo de Estado en Colombia.

Colombia durante estos últimos años se ha convertido en la cabeza de playa para la Agresión a otros pueblos. Como dirían algunos el “Israel de Latinoamérica”. Para no ir mas allá no olvidemos los hechos recientes contra los gobiernos de Ecuador y Venezuela.

La Alianza macabra de la oligarquía Colombiana, las trasnacionales y el propio imperialismo. Han permitido que Colombia se haya constituido en modelo de uso extremo de la violencia para imponer la mundialización Neoliberal. Toda forma de organización social, que resiste esta siendo exterminada: Indígenas, campesinos, obreros, estudiantes, defensores de DD.HH, afro descendientes, mujeres y otros son asesinados por oponerse a las pretensiones de los inversionistas de las grandes multinacionales; y por oponerse a un estado que le apuesta a la miseria, la exclusión y la muerte como mecanismo de presión y sometimiento.

Con la promesa de “derrotar el terrorismo” e imponer de parte de los Estados Unidos su lógica política, económica y cultural en pocos meses, la potencia del Norte y sus aliados se comprometieron a fondo en Irak. Arrastraron en esa ‘fácil’ empresa a sus socios iniciales de Inglaterra y el entonces presidente Aznar de España. Trascurridos cinco años de iniciada la empresa de ‘salvación de la civilización occidental’, las demandas militares crecen y el desgaste es evidente.

En tanto Colombia ha vivido en los últimos treinta años bajo la tenaza del Terrorismo de Estado. Las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad y múltiples masacres contra la población son incontables, la aplicación del Plan Colombia, las fumigaciones con Glifosato en el País y las fronteras con naciones hermanas y la criminalización de la protesta social hacen de la macabra política llamada de “Seguridad Democrática” uno de los instrumentos vitales y caras del terrorismo de estado agenciado por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

Por su localización Geoestratégica Colombia, representa para Estados Unidos un enclave fundamental para la circulación y distribución de sus mercancías y para su estrategia de guerra en el continente americano.

La afirmación de que la estrategia del terrorismo de Estado se ha apoderado de la guerra para asegurar los intereses norteamericanos tiene igualmente una larga y sangrienta historia en Colombia que incluye el apoyo de EE.UU. al terrorismo de Estado ejercido por diferentes gobiernos colombianos desde hace ya más de cien años; actos de terror para imponer otro terror y que justifican crímenes atroces que nunca fueron castigados y han quedado impunes.

La profunda crisis humanitaria e impunidad con que actúan los ejecutores del Terrorismo de Estado, puede demostrarse en cifras:

Es Terrorismo de Estado:

  • desplazar 4´000.000 de campesinos para robarles 6´400.00 hectáreas.
  • Exterminar 5.000 militantes de la Unión Patriótica.
  • Asesinar en indefensión 120.000 civiles acusados de ser “guerrilleros vestidos de civil”.
  • Enterrarlos en 3.200 fosas comunes.
  • Mutilar y torturar con Motosierra a 1.476 personas.
  • Desaparecer 15.000 seres humanos; 2.500 sindicalistas, 1.700 indígenas, 990 defensores de los Derechos Humanos.
  • Realizar 967 “falsos positivos”.
  • Fusilar 3.665 personas “protegidas por el Estado”.
  • Criminalizar 2.700 prisioneros políticos.
  • Exiliar 3.700 dirigentes políticos reconocidos.
  • Quitarle la casa a 375.000 familias, destruyendo a cerca de 1.500.000 de hogares en tan sólo 10 años.

Consideramos que es hora de terminar con tanto castigo sobre un pueblo que merece vivir en paz, con justicia social, soberanía y dignidad, convocamos a la comunidad nacional e internacional a una gran campaña de firmas que exijan:

  • El cese de los hostigamientos contra el campo popular movilizado.
  • El Intercambio Humanitario YA.
  • El fin de las persecuciones, desapariciones, señalamientos.
  • La desarticulación de los grupos paramilitares aliados al gobierno y al narcotráfico.
  • El cese inmediato de los hostigamientos contra la República Bolivariana de Venezuela y Ecuador.
  • La aparición con vida de los desaparecidos durante el bombardeo en Ecuador.

Invitamos a colaborar con la campaña en el ámbito nacional e internacional, desde los medios de comunicación alternativos, sectores sociales, políticos y de izquierda para denunciar al estado y gobierno colombiano ante el país y el mundo por la aplicación del Terrorismo de estado, las violaciones de derechos humanos y negar la posibilidad de construir la paz con justicia social para tod@s los colombianos y la región, se convierte en una necesidad imperiosa en este momento.

La campaña también se propone crear una base datos, con las denuncias, alertas tempranas sobre las violaciones a los derechos humanos, el derecho a la libre asociación que permita dar a conocer a la comunidad internacional los crímenes cometidos por el estado para su castigo y no sigan quedando estos en la Impunidad.

La campaña se opone categóricamente a una nueva reelección del presidente Uribe Vélez, responsable de la profundización del conflicto, que ya rebasa las fronteras, la crisis humanitaria y la venta del patrimonio nacional a las empresas trasnacionales.

Favor sumarse y adherir a la campaña a los siguientes correos y sitios web:

uribenoescolombia@yahoo.es corresponsalesapp@gmail.com

Con copia a:

ahoraporellos@yahoo.es

http://www.agenciaenpie.org/index.php?option=com_content&task=view&id=236&Itemid=96

Visita las páginas

http://www.kaosenlared.net y

http://www.agenciaenpie.org/index.php?option=com_content&task=view&id=236&Itemid=96


 

De: GACETILLAS ARGENTINAS - REDACCIÓN

Fecha: Miércoles, 09 de Abril de 2008 01:35 p.m.

Para: uribenoescolombia@yahoo.es ; corresponsalesapp@gmail.com

CC: ahoraporellos

Asunto: ADHESIÓN A LA CAMPAÑA INTERNACIONAL CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO EN COLOMBIA

La Dirección Editorial y la Redacción de GACETILLAS ARGENTINAS, en este día tan particular y como homenaje a Jorge Eliécer Gaitán, adhiere a la Campaña Internacional contra el Terrorismo de Estado en vuestro país para que cesen las hostilidades contra el pueblo y se termine con la impunidad del paramilitarismo que tantas víctimas han costado a vuestro pueblo.

Hoy como ayer, sigue vigente la Oración por la Paz y nos proponemos marchar en silencio, al igual que ese 7 de febrero de 1948, para exigir juicio y castigo a los responsables de la tragedia que enluta a toda una nación y a todo un pueblo, cuyas consecuencias siguen vigentes y abarcan a amplias capas de una población con una gran exclusión social, gracias al neoliberalismo imperante.

Desde Buenos Aires, Argentina, les enviamos un fuerte abrazo y quedamos a vuestra disposición.

              Prof. Juan Carlos Sánchez
Director Editorial GACETILLAS ARGENTINAS

GACETILLAS ARGENTINAS - REDACCIÓN

        Buenos Aires - República Argentina

      www.gacetillasargentinas.blogspot.com

 


 

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